Explotacion Laboral Infantil.
Liframe26Ensayo3 de Mayo de 2016
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LIGIA MARÍA MARTÍNEZ FRANCO.
INVESTIGACIÓN
VIIA
CÓDIGO: 2136008
EXPLOTACIÓN LABORAL INFANTIL
En un mundo transformado, avanzado, mejorado y desarrollado, pareciese que la sociedad fuese en retroceso; en contravía del avance tecnológico, las personas se están devolviendo en el proceso, gracias a este estanco en la sociedad se han venido suscitando distintas situaciones preocupantes que han ido en aumento con el pasar de los años y de la cotidianidad, es así como conflictos sociales como la explotación de los niños para distintos trabajos se ha venido presentando sin nada que la impida.
En nuestros días, se está presentando una problemática que a pesar de ser muy preocupante se está ignorando de una u otra manera por los organismos internacionales ya que estos crean normas y no se concentran en verificar que estén funcionando, por esto es que países como el nuestro presentan cifras demasiado elevadas de explotación infantil, es por eso que se busca investigar en el tema y en la labor del Derecho Internacional Humanitario para crear conciencia y generar un impacto aunque sea mínimo en una pequeña parte de la sociedad.
Es realmente desgarrador el hecho de que cuando los niños alcanzan una edad de cinco años comienzan a ser explotados para trabajos forzosos o peligrosos “Los niños pueden empezar a trabajar a los 5 años, ganando una miseria y sufriendo riesgos laborales y amenazas de abusos por parte de los empleadores. Millones de ellos trabajan esclavizados en todos los sectores: agrícola, servicio doméstico, minería, textil, pesca de gran profundidad –buceadores-, construcción, material deportivo, calzado deportivo, equipamiento quirúrgico, cerillas y pirotecnia, carbón vegetal, fábricas de cristal y cerámica”. (http://www.proyectopv.org/1-verdad/explotacionlaboralninos.htm).
El trabajo de menores es una triste realidad, con la que al parecer, esta sociedad, es decir, la sociedad moderna, el mundo industrializado, se ha acostumbrado a vivir, esto es una imagen que tal vez en algún momento de la historia impactaba, pero que hoy día es parte de la vida coloquial, tal vez porque no todos los humanos hemos “categorizado” lo que es el trabajo infantil, sin embargo en mi concepto, ello no se debería hacer, porque sencillamente cualquier labor que un niño, niña o adolescente esté desempeñando ya es algo que se sale de lo común.
Los casos más graves de explotación laboral se dan gracias a que existen trabajos que deberían realizar adultos, pero que por la facilidad de los niños para muchas actividades, se prefiere el desempeño de ellos y no el de un adulto cuyas capacidades son reducidas, situaciones como la minería donde “Los niños, niñas y adolescentes comienzan ayudando a sus madres en tareas "sencillas" de selección de desmonte minero o bateando en el río durante largas horas a la intemperie. A partir de los 12 años pasan a apoyar en la extracción del mineral en los túneles, el transporte a la superficie y su procesamiento, exponiéndose al peligro de explosiones, derrumbes, asfixia, cargas pesadas, y sustancias tóxicas como el mercurio, cianuro, ácidos y otros químicos”. (http://white.lim.ilo.org/ipec/pagina.php?seccion=6&pagina=170 (noviembre, 2014))
El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el trabajo infantil “como peligroso y perjudicial para el bienestar físico, mental o moral del niño y les exige combinar el estudio con un trabajo pesado que les insume mucho tiempo”(http://www.unicef.org/republicadominicana/protection_10455.htm).
Así como lo vemos en la anterior definición, los niños pueden afectarse moralmente y físicamente, pero no sólo esto, sino que además resulta afectada la cotidianidad con la que en principio un niño debería llevar su vida, cosas como el estudio, se ven eliminadas de la vida de un niño que está siendo utilizado para labores que exigen esfuerzo más del que un niño en condiciones normales debería hacer.
Es de mencionar y de suma importancia hacer la claridad de que no todo trabajo que realice un niño se puede catalogar como trabajo peligroso, forzoso o como explotación infantil, ya que algo como ayudar en el hogar o realizar tareas mínimas no podría ser trabajo infantil, lo sería si “el trabajo es inapropiado, es decir, cuando la edad de los niños es demasiado temprana, se pasan demasiadas horas trabajando, cuando viven en la calle, en malas condiciones, cuando impide el acceso a la escolarización, cuando tienen que asumir demasiada responsabilidad, cuando impide que consigan un desarrollo social y psicológico...” (ALONSO, NAVARRO, REVILLA, 2006) (http://www.iesoa.pangea.org/article.php?id_article=312).
Existen distintos organismos que han hecho esfuerzos por lograr que se elimine el trabajo infantil, tales como la Organización Internacional del Trabajo, de manera que se ha conseguido organizar distintos convenios con referencia al tema, valiéndose de prohibiciones y de proponer parámetros de trabajo que impidan que un menor resulte desarrollando trabajos inapropiados, Convenios como el 138 Y el 182 de la Organización Internacional del Trabajo han estipulado edades mínimas para trabajar, de las cuales se entiende que no se puede por ningún motivo utilizar un menor para realizar trabajos inapropiados o que resultan perjudiciales para un niño.
Si de una u otra manera se lograse erradicar el trabajo infantil, esto se daría desde las bases de la sociedad, inyectando de conocimientos y de cultura regiones que a falta de esto se han quedado en años medievales, en que un niño podría ser explotado sin ningún inconveniente, países como Bolivia donde un niño puede trabajar desde los diez años, siendo esto permitido dada la extrema pobreza, por lo tanto deben demostrar la necesidad y así se les es permitido trabajar legalmente. “Los menores trabajadores se ven inmersos en un mundo adulto para el cual no están ni física ni psicológicamente preparados. Sin embargo, para muchos es una realidad inevitable”, señaló la coordinadora nacional de Protección,(Gobernanza y Derechos de la Niñez de la ONG Save the Children en Bolivia, Viviana Farfán Andrade).
No podemos dejar que se nos cierren los ojos ante esta situación, no podemos dejar que estos casos sigan haciendo parte de la cotidianidad, día a día vemos cuadros tristes y desgarradores, como un niño vendiendo dulces en una esquina, limpiando vidrios, lustrando zapatos, repartiendo volantes o desarrollando demás actividades por el estilo y ya nos hemos acostumbrado tanto que ni nos sorprende, no nos parece anormal ver a un niño haciendo esto, porque nuestra sociedad, nuestro entorno y nuestro país nos han obligado a acostumbrarnos.
Es por lo anterior que un trabajo como este es de suma importancia, porque ayuda para que de una u otra manera se comience a despertar la consciencia de las personas frente a un tema que afecta la parte más vulnerable de la sociedad: los niños.
La explotación laboral infantil no es concebible por ningún motivo, es a causa del desconocimiento que en muchos lugares se ha generado, es por esto que la OIT se encargó de desarrollar convenios que logren ubicarnos e instruirnos, por ejemplo, en el convenio 138 nos menciona en su artículo tercero que “la edad mínima de admisión a todo tipo de empleo o trabajo que por su naturaleza o las condiciones en que se realice pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la moralidad de los menores no deberá ser inferior a dieciocho años.
Por lo anterior se debe entender que resulta inaceptable que un menor de dieciocho años se desempeñe en actividades diferentes a las que su vida común les exige, además de lo anterior, existen convenios como el 182 en el que se regulan las peores formas de trabajo infantil, dado que se es consciente de la existencia de las mismas y por ende existe la obligación de regularlas.
El trabajo infantil ya está generalizado, podemos ver como países como los ubicados en “El África Subsahariana exhibe la más alta tasa de incidencia de ocupación infantil en la producción económica. Asia, si bien registra menores tasas de participación, alberga al mayor número de niños ocupados en la producción económica. Los países de América Latina se caracterizan por una tasa relativamente baja de ocupación infantil en la producción económica, pero en algunos países y zonas esa tasa sigue siendo bastante alta”. (Programa entendiedo el trabajo infantil UCW, Ginebra, 2010, p.7).
El hecho de que un niño deba dejar sus estudios dadas las condiciones económicas de su familia es demasiado preocupante, no es concebible en ningún ordenamiento jurídico que un menor de dieciocho años se encuentre realizando trabajos que requieran de algún esfuerzo más del mínimo y peor aún trabajos que se pueden catalogar como peligrosos, trabajos como la minería que no sólo es child labour, sino que además pone en riesgo la vida de los niños, exigiendo que se pongan en situaciones de riesgo inminente con el sólo hecho de tener que ingresar a una mina.
El trabajo infantil peligroso constituye la categoría más importante de las peores formas de trabajo infantil, y se calcula que engloba a 115 millones de niños en edades comprendidas entre los 5 y los 17 años de edad que trabajan en condiciones de peligro en sectores tan diversos como la agricultura, la minería, la construcción, la manufactura, la industria de servicios, la hotelería, los bares, la restauración, los establecimientos de comida rápida y el servicio doméstico.
Alrededor del mundo existen unos 400 millones de menores en situación de explotación laboral, que no sólo no han visto cumplirse los compromisos internacionales respecto al tema sino que además se están condenando a un futuro sin garantías y es aún más preocupante ver como la sociedad hoy en día ignora esta situación y como los organismos internacionales a pesar de notarlo no ponen en práctica los acuerdos o compromisos en pro de los menores, es por esto que es importante que se realicen estudios respecto a este tema que no sólo es de tener en cuenta, sino que además exige una pronta solución.
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