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La libertad de acción de un Comandante operacional depende considerablemente de las fuentes de poder militar y no militar disponibles


Enviado por   •  13 de Febrero de 2023  •  Tareas  •  2.064 Palabras (9 Páginas)  •  48 Visitas

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La libertad de acción de un Comandante operacional depende considerablemente de las fuentes de poder militar y no militar disponibles.

Cuanto más grandes y más capaces sean las fuerzas en cuestión, mayor será el espacio que el Comandante operacional puede usar para actuar libremente e imponer la voluntad del enemigo.

El comandante operacional también debe tener suficiente libertad de acción para explotar oportunidades o enfrentar amenazas y fricciones que pongan en peligro el cumplimiento de la misión asignada.

El mando y control demasiado rígidos (C2) invariablemente limitaran la libertad de acción del comandante.

Del mismo modo, demasiados o muy pocos niveles de mando reducirán la libertad de acción del comandante operacional.

Los comandantes a lo largo de la cadena de mando deberían poder tomar decisiones instantáneas si quieren cumplir sus misiones asignadas.

Las órdenes claras y simples, combinadas con una comprensión clara de la intención del Comandante, permitirán a los subordinados ejercer iniciativa y flexibilidad.

La inteligencia precisa y, sobre todo, relevante y oportuna es el elemento clave para tomar una decisión oportuna y sólida.

La inteligencia también amplía la libertad de acción del comandante operacional y crea los requisitos previos necesarios para ejercer la iniciativa, lo que a su vez amplía aún más su libertad para actuar.

El apoyo logístico y el mantenimiento inadecuados se encuentran probablemente entre los factores más críticos que reducen la libertad de acción  del Comandante operacional.

La doctrina rígida de servicio/conjunta establecida invariablemente limitara la libertad de acción del Comandante, mientras que la doctrina flexible la aumentara

La libertad de actuar se amplía generalmente al tener un número mayor y más diverso de armas y equipos altamente avanzados.

Cuanto mayor es el alcance y la letalidad de las armas, mayor es la libertad de actuar. Sin embargo,

la tecnología también puede ser un factor limitante.

El uso de algunas armas (WMD, minas terrestres, bombas de napalm, munición antipersonal, etc.), aunque sean militarmente efectivas, es probable que sean política y moralmente prohibitivas para los militares occidentales.

A veces, el liderazgo político conserva un control estricto incluso sobre el uso de armas convencionales muy avanzadas, y esto reduce considerablemente la libertad de acción del Comandante operacional.

La libertad de actuar es un prerrequisito absoluto para ejercer la iniciativa.

La libertad de acción crea las condiciones para ejercer la iniciativa de los comandantes subordinados, mientras que su iniciativa amplía la libertad de acción del Comandante operacional.

Cuanta más libertad de acción se otorgue a los comandantes subordinados, más espacio tendrán para ejercer la iniciativa; y cuanto más se ejerza la iniciativa, mayor libertad de acción existirá en toda la cadena de mando.

La iniciativa está estrechamente vinculada al factor de sorpresa y concentración en el peso del esfuerzo principal.

La iniciativa es la capacidad de establecer o cambiar los términos de combate a través de la acción; requiere que los comandantes mantengan un espíritu agresivo

Significa que, cuando se presenta una oportunidad, el Comandante pueda apartarse de las acciones planificadas para acelerar el cumplimiento de la misión

Para hacer esto sin poner en peligro el plan superior, el Comandante debe comprender y actuar dentro de la intención del Comandante dos niveles más arriba.

Esto implica tanto un grado de independencia como de riesgo.

El Mariscal de campo Manstein observó que el Comandante operacional siempre debe realizar operaciones de manera flexible e ingeniosa y debe dar todo el alcance posible a la iniciativa y la autosuficiencia de los comandantes subordinados en todos los niveles.

Puede obtenerse mediante la creación de una reserva operacional, acción ofensiva, protección adecuada de la fuerza, empleo operacional de la fuerza aérea, liberación o reagrupación de las propias fuerzas y explotación intencional del espacio disponible.

Se puede lograr principalmente a través de la agilidad de mando y control y también a través de la explotación decisiva de sorpresas operacionales y acciones preventivas.

Al ejercer la iniciativa, el Comandante operacional puede dictar los términos de combate a su contraparte enemiga y luego evitar que el Comandante enemigo ejerza la iniciativa.

El Comando y Control de Tropas del ejército alemán de 1933 (Truppenfuehrung) enfatizó que ningún plan, por detallado que sea, puede prever cada contingencia, desarrollo, vulnerabilidad u oportunidad que surja en una batalla;

Los alemanes destacaron que lo que llamaron "el vacío" del campo de batalla exige combatientes que piensen y actúen de manera independiente y que dominen y exploten con decisión cada situación

El Comandante operacional siempre deberá ejercer iniciativa. La iniciativa se gana a través de la agilidad y movilidad del liderazgo y la ejecución y uso energético de la sorpresa operacional.

La agilidad es el primer requerimiento previo para aprovechar y mantener la iniciativa.

En general, la agilidad es la capacidad de pensar y actuar más rápido que el enemigo. Involucra habilidades mentales y organizacionales para adaptarse rápidamente y usar la situación, el terreno y el clima para derrotar al enemigo.

Se deriva de un agudo sentido de lo que está sucediendo en el combate. Significa que el Comandante operacional debe tener la capacidad de cambiar rápidamente de una situación a otra. El Comandante operacional debe tener la capacidad física y mental de tener siempre más opciones que las que tiene el enemigo.

La alta velocidad de acción permite la rápida concentración de la fuerza propia contra las vulnerabilidades enemigas.

Esto debe hacerse repetidamente, de modo que para cuando el enemigo reaccione a una acción, otra ya haya tomado su lugar, interrumpiendo los planes del enemigo y conduciendo a respuestas enemigas tardías, descoordinadas y poco sistemáticas.

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