La magia del Caribe Mexicano

                                        La magia del Caribe Mexicano

A inicio del mes de Noviembre empecé a buscar departamentos en Playa del Carmen ya que mis amigos y yo disfrutamos mucho viajar y conocer lugares tan hermosos y paradisíacos como el caribe Mexicano, aparte de que nos gusta escuchar música electrónica, y justo en el mes de Enero se lleva a cabo en Playa del Carmen un festival de música electrónica llamado BPM reconocido a nivel mundial y qué mejor opción que aventurarnos.  Entonces hicimos la compra de los boletos de avión, tratamos de buscar algo cómodo y económico por lo que compramos en Volaris. Teniendo ya los boletos nos aplicamos a buscar hoteles o departamentos ya que había mucha demanda por la temporada.  Encontrar un departamento donde hospedarnos nos costó mucho trabajo porque somos muy indecisos y cada uno tiene diferentes gustos o diferentes propósitos, como mi amigo Mariano, él es una persona muy alegre, divertida y le gusta salir de fiesta, por lo cual quería un lugar donde pudiéramos escuchar música todo el tiempo, mientras que Zury es una jovencita más tranquila y hogareña quien prefiere descansar y relajarse en la comodidad de un lugar tranquilo y silencioso, Brenda siempre neutral y precavida apoyando en buscar la mejor opción para todos, y yo pues disfruto tanto la música como la tranquilidad, así que cualquier lugar que escogiesen lo aceptaría. Brenda fue quien hizo la reserva porque si esperábamos más se acabarían las opciones. Cuando llegamos a Cancún y bajaba del avión, sentí una brisa tan ligera como las gotas de una cascada desviada por el aire al caer, el ambiente era tan cálido que ya me sentía acostado en la playa con los ojos cerrados escuchando las bravas olas del mar, me emocioné mucho de que la aventura había comenzado. Intentamos tomar un taxi del aeropuerto de Cancún a Playa del Carmen, pero estaba muy caro, considero hay personas abusivas que ante esta situación se aprovechan y buscan sacar ventaja. Pedimos un uber que nos costó trabajo conseguir porque en ese momento estaban en disputa con los taxis de la localidad, tuvimos que esperar y fingir que el uber era nuestro anfitrión de viaje que pasó por nosotros al aeropuerto. Tuvo que ingresar y pagar estacionamiento. La verdad es que nos dio mucho miedo porque nos comentó el chofer que hasta amenazas de muerte tenían, afortunadamente llegamos con bien a nuestro destino. Llegamos al tan esperado departamento era muy bonito, estaba a 3 cuadras del corazón de Playa del Carmen, era un segundo piso en un conjunto habitacional, al entrar, los pasillos estaban llenos de plantas, en el centro había una alberca grande que se veía fresquísima como para darte un chapuzón, al final de ésta se encontraban las escaleras para subir al apartamento, cuando entramos quedamos sorprendidos porque se veía mucho mejor que en las fotos, más amplio, cómodo y elegante. Tenía una terraza donde podías tomar el sol con una bebida tropical, escuchar el ruido de las aves y leer tu libro favorito. Después de darnos un baño y desempacar nos dirigimos a Sam´s Club para hacer las compras de la semana que pasaríamos en Playa del Carmen. Compramos huevo, pan, tortillas, queso, jamón, pepinos, frijoles, aceite, leche, botanas, cervezas, todo lo necesario para no tener que ir de compras por segunda ocasión y dedicar nuestro tiempo a conocer el lugar. Por la tarde llegaron más amigos, Loli, Félix y Edgar quienes se quedarían en el mismo departamento, todos ellos son súper alegres, divertidos, pacientes y muy positivos, característica que me hace mucho disfrutar su compañía. Ese mismo día había una fiesta en algún lugar de la selva sobre la carretera a Tulum, estaba muy emocionado porque me encanta la naturaleza y la sensación de estar en un lugar desconocido lleno de plantas y animales con tanta biodiversidad y que aparte sea uno de los lugares más hermosos del mundo. Cuando llegamos a la entrada de la fiesta se escuchaba todo silencio, únicamente el sonido de algunos animales.  Conforme fuimos avanzando poco a poco iba escuchando la música, comencé con el bajo lo cual nos guiaba más al punto de encuentro y cuando llegamos se escuchaba genial, la combinación de música interesante, luces de colores dirigidas a todos lados y el lugar lleno de plantas y palmeras era magnífica. Había mucha gente de distintas partes del mundo, todos se veían muy contentos, disfrutando del ambiente creado ahí. La única desventaja es que  el agua, la cerveza y refrescos costaban 100 pesos, aunque esto hacía más exclusiva la fiesta y por ende había más comodidad.  Estuvimos aproximadamente 4 horas y después regresamos al departamento, nos salimos a la terraza a beber una cerveza y a platicar sobre la fiesta, todos estuvimos de acuerdo de que estuvo muy padre y que los Dj’s que tocaron eran talentosos. Al terminar nos fuimos a dormir. Al otro día salimos a un centro comercial donde nos encontramos con otros 2 amigos Mónica y Armando ellos habían llegado a Playa del Carmen desde días antes, estaban hospedados en un hotel sobre la quinta avenida, una avenida muy famosa llena de tiendas de ropa, zapatos, joyería y muchas cosas más, de restaurantes, bares e islas de información y servicios turísticos.

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