Levi-strauss

Lévi-Strauss, Claude (1997, 2006). Tristes trópicos. Barcelona: Editorial Paidós Ibérica.

Segunda parte. Hojas de ruta

Nos habla de acerca de la vida del autor y los suceso que ocurrieron  durante ella.

Inicia diciendo que su vida cambio un domingo de otoño de 1934 cuando Celestin Bougle  en ese entonces director de la escuela normal superior le llamara para hacer prácticamente una propuesta de trabajo  preguntándole “siempre tienes el deseo de practicar etnografía” a lo que respondió “desde luego” “Entonces presente su candidatura como profesor de sociología en la Universidad de Sao Paulo. Los suburbios están llenos de indios, y usted les podrá consagrar los fines de semana. Pero es necesario que dé su respuesta definitiva a Georges Dumas antes del mediodía.”

Después de esto quedo impactado pensar en Brasil le llenaba la cabeza de muchas ideas entre ellas  imaginaba que Brasil estaba lleno de palmeras que disimulaban arquitecturas extravagantes, además imaginaba un aroma sahumador.

Posteriormente se  cuestiona porque le había dicho que Sao Paulo era una cuidad indígena, y caía en la cuenta que anteriormente lo había conocido a Brasil Meridional  en una época cuando la población indígena aún no se exterminaba.

Así pues Levi  quedo muy impresionado cuando un día  durante un almuerzo con el embajador de Brasil en Paris le dijo que los indios en Brasil ya no existían que hace mucho tiempo  habían sido exterminados completamente por los Portugueses del siglo XVI. Palabras que después al recordarlas le causaban decepción, pues en 1935 llego al estado de Sao Paulo, un estado tan grande como Francia y que los mapas de 1918 indicaban como «terri-torio en sus dos tercios desconocido, habitado solamente por indios», ya no contaba con un solo indígena, salvo un grupo de pocas familias localizadas en la costa, que los domingos venían hasta las playas de Santos para vender pretendidas curiosidades. Felizmente, a 3000 kiló-metros hacia el interior, desde Sao Paulo, ya que no en los suburbios, los indios estaban aún.

Lamentablemente en este texto no nos habla mucho de cuál fue su relación con los indios  o como fue aceptado en la comunidad.

Posteriormente nos habla de su introducción en la filosofía que en sus inicios estaba vagamente imbuido de un monismo racionalista que se disponía a justificar y a fortalecer, compitiendo por ser el mejor de la clase entrando en la clasificación del profesor como el más avanzado, sin embargo con el paso del tiempo de dio cuenta que eso no era lo que realmente quería  tomando a la etnografía como una tabla de salvación.

Tiempo después en febrero de 1934 se fue a Marsella con el propósito de embarcarse a Santos , en el barco su visión etnográfica era muy corta y le prestaba atención a otras cosas más que a los verdaderos detalles como la puesta de sol, se preguntaba si algún día podría  describir ese bello momento… y después de un tiempo lo logro, nos muestra un escrito que se realizó a bordo, relata lo que siente, lo que piensa y cómo ve un  seceso que ocurre a diario pero que siempre es diferente, la puesta de sol.

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