Libertad De Escoger Libro

Libertad para escoger qué leer

¿Te gustaría no tener la libertad para escoger algo? ¿Te gusta que te impongan las cosas? Por supuesto que no. Entonces, ¿por qué nos imponen a leer libros que no nos gustan o que no nos llaman la atención? En las clases de Análisis y Expresión Verbal del Campus Estado de México, nos deberían dar la libertad para escoger los libros a leer.

"El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta "el modo imperativo". La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz" (Borges, Jorge Luis)

La lectura es un hábito que se crea en la primaria, desde pequeños se nos debe inculcar ese modo de vida; pero muchas veces los alumnos de universidad desgraciadamente no lo han desarrollado. La lectura es una herramienta que nos llevará al éxito ya que nos permite desarrollar un léxico adecuado para cada situación de nuestra vida, además nos mantiene actualizados en todos los aspectos del mundo; pero eso no es en lo único en lo que nos puede ayudar, como bien dice Frank Rosenblatt es todo un proceso que hace que con tu personalidad y experiencias pasadas construyas un poema y así seas más pleno como individuo.

Ahora bien, la lectura es algo que se debe enseñar y practicar, algo que sea una fuente de placer y enriquecimiento personal. Muchas personas estamos en contra de que se nos imponga algún libro para leer, porque esto hace que la persona, en vez de disfrutarlo lo vea como una forma de castigo. Los alumnos que no están acostumbrados a leer, pueden llegar a mostrar repulsión y terminan odiando todo lo que tenga que ver con la lectura, entonces leen los libros muy a la ligera, sin motivación y sin comprensión.

A los alumnos de educación superior se les tiene que inculcar de manera diferente el gusto por la lectura: "No debemos olvidar que la lectura es una afición y como tal no se puede imponer."　Dice Concepción Jiménez, profesora de la Universidad Internacional de La Rioja. Pero eso solo será posible si aceptamos nuevas ideas y prácticas que ayuden al alumno a desarrollar el hábito. No nos debemos aferrar a que sólo se pueden leer los libros considerados por la institución, y mucho menos a las mismas ideas metódicas, que no son suficientes para motivar la lectura.

Para que sea más efectivo el modo de inculcar la lectura, el profesor Domínguez Lázaro, de la Universidad de Sevilla, recomienda una serie de pasos que definitivamente ayudarán a los estudiantes a amar la lectura y a los maestros a motivarla.

El primero dice que tenemos que seleccionar las obras con calidad literaria, pero interesantes para los alumnos. Hay que ser sinceros con la complejidad de la lectura para que sepan a qué se enfrentarán al momento de leer. Pero sobre todo y lo más importante, hay que avivar la voluntad por la lectura demostrando que los alumnos también pueden escoger un libro que les llame la atención.

Entonces hay que hacer una lista de libros con todas las características anteriores para darles la posibilidad de seleccionar lo que más les guste.

Muchos pueden pensar que de todos modos, aunque haya distintas alternativas para educar la lectura, ésta tiene que ser obligada, eso puede deberse a que muchas veces la voluntad no será suficiente por los factores que influyen para que el alumno se distraiga. Sin embargo en vez de obligar o animar la lectura, siempre tenemos un punto medio, dar las alternativas de lectura de la mano con cierta obligación: "hacer compatible lo que a priori, parece irreconciliable" (Domínguez).

Probablemente se piense que algunos alumnos no aprobarán esa pasión por la lectura, pero se les hará más amena esa actividad si ellos escogen el libro que les llame la atención.

Nosotros como adolescentes somos personas que nos gusta probar la libertad y decidir sobre

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