Liceo de Cervantes El Retiro ¿Las acciones malas pueden ser justificadas por un bien mayor?

Liceo de Cervantes El Retiro

¿Las acciones malas pueden ser justificadas por un bien mayor?

Para comenzar este escrito es mi deseo reconocer ante todo que escribir un documento que pueda generar alguna clase de conclusión irrefutable acerca de los métodos que utilizan los gobernantes para llegar y permanecer en el poder es imposible, pues han existido  pensadores cuyas teorías se han aceptado por muchos; o por el contrario han sido refutados, cuestionados y hasta juzgados; pero a pesar de  lo anterior sus opiniones han permanecido a través de los tiempos, conservando su vigencia incluso hasta el día de hoy, este  ha sido el caso de NICOLAS DE MAQUIAVELO y de su libro “El Principe”,  criticado hasta el punto que muchos en la actualidad para referirse a una persona astuta o manipuladora, van utilizando con ligereza, el calificativo de maquiavélica, desconociendo el trasfondo de  la mencionada palabra; y es que Nicolás de  Maquiavelo expuso en sus obras su interés por los temas políticos  y de lucha por el  poder, en las cuales presentaba que se debía separar la política de lo moral y lo religioso, de ahí que se consideren como maquiavélicas todas aquellas acciones que son negativas o inmorales según la sociedad en la actualidad, designación que no le hace justicia en mi modesta opinión.

He revisado varios documentos y libros donde se definen los conceptos bien y mal en términos de disciplina, raciocinio, culpa, miedo, lujuria, sin embargo al entrar en detalle sobre el sustento de dichos argumentos, encuentro que las acciones van más allá de éstos términos y me encuentro en el dilema de si una mala acción puede llegar a justificar la mejor consecuencia o cuales son los límites de éstas, Según Maquiavelo, lo importante es alcanzar el fin propuesto sin importar los medios. Es decir, los políticos deben trabajar en función de lograr obtener poder sin detenerse o dar mayor importancia a lo que se considere moral y religiosamente correcto. Es una manera de justificar las acciones inmorales.

E príncipe de  Maquiavelo es una obra escrita  al Príncipe Lorenzo de Medeci, que a mi manera de ver es un “manual para gobernar”, en donde se describe a manera de comparación como llegar al poder y como mantenerse en él.; al comienzo de su libro expone que existe una variedad de gobernantes que él denomina príncipes; es así como establece que entre los principados hay dos clases  1. Los hereditarios; A quienes se gobierna fácilmente porque es más amado por el pueblo y 2. Los nuevos  que a su vez pueden ser nuevos del todo o  agregados al Estado hereditario del príncipe que los adquiere, quienes en últimas son los que tienen mayor dificultad para gobernar, porque los hombres cambian fácilmente a su señor si creen que van a mejorar pero con el tiempo se dan cuentan que su situación ha empeorado por las medidas que el nuevo gobernante  ha adoptado, entonces el príncipe tiene como enemigos a todos los que ofendió cuando llego al poder y no puede conservar como amigos a los que lo ayudaron a llegar a él  porque no los puede satisfacer como ellos esperaban. Ahora bien es mucho más fácil ser aceptado por el pueblo  cuando conserva sus costumbres y se respetan las ventajas de la cuales gozaban y  si se trata de un príncipe  extranjero, debe realizar un esfuerzo por adquirirlas, pues si son parecidas es más fácil una convivencia en armonía. Fin fundamental para mantenerse en el poder, pero también es importante ser un estratega astuto.

Según Maquiavelo, lo importante es alcanzar el fin propuesto sin importar los medios. Es decir, los políticos deben trabajar en función de lograr obtener poder sin detenerse o dar mayor importancia a lo que se considere moral y religiosamente correcto. Es una manera de justificar las acciones inmorales; Aunque el  postulado “el fin justifica a los medios” no aparece textualmente en las palabras de Maquiavelo  se le atribuye como conclusión a la idea dada por el escritor en sus narraciones. Sin embargo, el alemán Hermmann Busenbaum, en el libro en latín “Medulla theologiae moralis”,  también expuso la misma idea con la frase “Cuando el fin es lícito, también lo son los medios”.; por su otro lado, Napoleón Bonaparte, en el mismo libro de El Príncipe, anotó una frase con un significado parecido “Triunfad siempre, no importa cómo, y siempre tendréis razón” que lleva al individuo a la misma conclusión. Postulado que en mi humilde opinión es bastante peligrosa cuando es utilizada por personas y en formas inadecuadas que me llevan a cuestionar su praxis no solo en la política sino también en otros aspectos de la vida del individuo que el últimas termina repercutiendo en la sociedad, ya que los actos de los hombres deben de ser juzgado por los resultados, por lo que si al final el individuo logra sus objetivos, los medios deben de ser aceptados.

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