Limosna Al Mendigo

¿Dar o no Dar Limosna?:

Con este ensayo me gustaría poner a pensar y ponerme a pensar a mí misma acerca de este tema que a veces nos confunde tanto. ¿Qué es lo correcto?, ¿qué es lo mejor?, ¿cómo hacemos menos daño? La respuesta es difícil de dar.

En un día habitual, vas caminando por la calle y ves a un niño flaco, con ropa desgarrada, solo y con cara triste, conmoviendo a todas las personas que lo ven, y se acerca a ti a pedirte tan si quiera una moneda que te sobre. ¿Tú le darías esa moneda?

¿Por qué actualmente esto se ha convertido en un negocio tal, que ya no puede uno ayudar libremente a las personas, sabiendo que el dinero que uno puede dar por compasión –entendiendo por esta palabra el “ponerse en lugar del otro” – sea destinado para verdaderamente sacar de un apuro a alguna persona, ya sea niño, enfermo, inválido, etc.?

¿Quiénes piden ayuda en las calles?, los mendigos. Los mendigos, según la Real Academia Española, es aquella persona que habitualmente pide limosna. Las personas que piden limosna son llamados indigentes, ya que no tiene medios para alimentarse y vestirse, de cubrir sus necesidades básicas. Los indigentes pueden ser adultos con alguna problemática: falta de trabajo, enfermedad, alguna incapacidad, pueden ser personas de la tercera edad, los cuales difícilmente son contratados y por último, pueden ser niños, ya sea abandonados o que sus padre no son capaces de mantenerlos.

Esta manera de catalogar o definir quiénes son los que piden limosna en las calles se dice fácil, sin embargo, es mucho más complicado.

La indigencia ha crecido en nuestro país y no debemos permitir que esto siga. Lo más grave de todo es que es el medio por el cual personas sin escrúpulos explotan a niños y a personas con alguna incapacidad. Los niños son sumamente vulnerables a esta situación y quienes cometen estos abusos a los derechos humanos de los niños son los adultos quienes aprovechas la mencionada vulnerabilidad de la infancia.

Yo di muchas veces dinero en la calle, pero no me detuve a pensar si realmente hacía bien o estaba haciendo un daño, porque realmente ese dinero es utilizado para la comida o ropa de aquel que pide el dinero, o bien es utilizado junto con el dinero de todas las otras personas que dan para otros fines, como por ejemplo; Para comprar alcohol , o el dinero vaya a para en manos del jefe que explota a la persona para conseguir más dinero, o los mismo padres de estos niños que andan en las calles.

Dar limosna para la comida o ropa puede que sea aceptable, sin embargo, también estamos haciendo daño, pues poco a poco estamos permitiendo que la mentalidad de la persona sea el de conseguir el dinero fácil, lo cual los lleva a la ley del mínimo esfuerzo. Pero dar limosna a personas que realmente no lo necesitan y se aprovechan de personas vulnerables; incapacitados o niños. ¿Cuántas veces hemos visto a personas en sillas de ruedas pidiendo limosna?, ¿y a niños? Un niño pidiendo dinero, es una imagen terrible, pero detrás de esa imagen hay otra peor, existe una mafia detrás de todo lo que es la mendicidad, hay una red de mendigos enorme, y todos juntos rinden cuentas a un “jefe” que hace un negocio millonario que

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