Los medios del buen encauzamiento

Los medios del buen encauzamiento

Walhausen hablaba de la ‘’recta disciplina’’ como de un arte del ‘’buen encauzamiento de la conducta’’. El PODER DICIPLINARIO tiene como función principal enderezar conductas, o sin duda, hacerlo para poder retirar mejor y sacar más. En lugar de plegar uniformemente y en masa todo lo que se le somete, separa, analiza, diferencia, lleva sus procedimientos de descomposición hasta las singularidades necesarias y suficientes.

La disciplina ‘’fabrica’’ individuos: es la técnica especifica de un poder que toma a los individuos a la vez como objetos y como instrumentos de su ejercicio. Es un poder modesto, suspicaz, que funciona según el modelo de una economía calculada pero permanente. El éxito del poder disciplinario se debe en efecto al uso de instrumentos simples: la inspección jerarquiza, la sanción normalizadora y su combinación en un procedimiento que le es propio: EL EXAMEN.

LA VIGILANCIA  JERARQUICA: hay ciertos ‘’observatorios’’ que tienen un modelo casi ideal: el campamento militar. En el campamento perfecto, todo el poder se ejercería por el solo juego de una vigilancia exacta y cada mirada sería una pieza en el fundamento global del poder.

El campamento es el diagrama de un poder que actúa por el efecto de una visibilidad general, ha sido al arte poco confesable de las vigilancias lo que la cámara oscura fue a la gran ciencia de la óptica. Se desarrolla entonces una problemática: la de una arquitectura que no esta hecha simplemente para ser vista, o para vigilar el espacio exterior, sino para permitir un control interior, articulado y detallado, en términos generales, la de una arquitectura que habría de ser un operados para la transformación de los individuos: obrar sobre aquellos a quienes abriga, permite apresar sobre su conducta, conducir hasta ellos los efectos del poder, darlos a conocer, modificarlos.  

De este modo, se organiza en forma gradual el hospital-edificio, como instrumento de acción medica: debe permitir observar bien a los enfermos, y asi ajustar mejor los cuidados, la forma de construcción debe impedir los contagios, por la cuidadosa separación de los enfermos: la ventilación y el aire que se hacen circular en torno a casa lecho deben, en definitica, evitar que los vapores deletéreos se estanquen en torno del paciente. El hospital no es ya simplemente el techo bajo el que se cobijaban la miseria y la muerte cercana, es , en su materialidad misma, un operados terapéutico.

La escuela-edificio debe ser un operados de encauzamiento de la conducta, educar cuerpos vigorosos, imperativo de saludos, obtener oficiales competentes, imperativo de calidad, formar militares obedientes, imperativo político, prevenir el libertinaje y la homosexualidad, imperativo moral. El edificio de la Escuela debía ser un aparato para vigilar.

Las instituciones disciplinarias han secretado una maquinaria de control que ha funcionado como un microscopio de la conducta, las divisiones tenues y analíticas que realizaron han llegado a formar, en torno de los hombres, un aparato de observación, de registro y de encauzamiento de la conducta.

El aparato disciplinario perfecto permitiría verlo todo permanentemente con una sola mirada, la mirada disciplinaria ha necesitado, de hecho, revelos. La pirámide podría responder a dos exigencias: ser lo bastante completa como para formas una red sin huecos, y sin embargo, ser lo bastante discreta como para no constituir un peso muerto sobre la actividad a disciplinar y no ser para ella un freno o un obstáculo, integrarse al dispositivo disciplinario como una función que aumenta sus efectos posibles.

Es el problema de los grandes talleres y de las fábricas, se trata ahora de un control intenso, continuo, corre a lo largo de todo el proceso de trabajo: no recae sobre la producción, sino que toma en cuenta la actividad de los hombres, su habilidad, su manera de trabajar, su rapidez, su celo, su conducta. A medida que  el aparato de producción se va haciendo más importante y más complejo, a medida que aumenta el número de los obreros y la división de trabajo, las tareas de control se hacen más necesarias y más difíciles.

A la escala de una fábrica, de una gran fundidora o de una mina, ‘’los gastos se han multiplicado

(faltaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa)

LA SANCION NORMALIZADORA

En el corazón de todos los sistemas disciplinarios funciona un pequeño mecanismo penal. Goza de cierto privilegio de justicia, con sus propias leyes, sus delitos especificados, sus formas particulares de sanción, sus instancias de juicio. Las disciplinas establecen una ‘’infra-penalidad’’- En el taller, en la escuela, en el ejército, reina una verdadera micro penalidad del tiempo(retrasos, ausencias, interrupciones de tareas), de la actividad ( falta de atención, descuido, falta de celo) de la manera de ser ( descortesía, desobediencia), de la palabra( charla, insolencia), del cuerpo ( actitudes ‘’incorrecta’’, gestos impertinentes, suciedad), de la sexualidad ( falta de recato, indecencia). Que van desde el castigo físico leve, a privaciones menores y a pequeñas humillaciones.

2) Pero la disciplina implica una manera específica de castigar, todo lo que no se ajusta a la regla, todo lo que se aleja de ella, las desviaciones.  El orden que los castigos disciplinarios deben hacer respetar es de índole mixta: es un ordena ‘’artificial’’, dispuesto de manera explícita por una ley, un programa, un reglamento. Es un orden definido por procesos naturales y observables. El castigo en un régimen disciplinario supone una doble referencia jurídico-natural.

3) El castigo disciplinario tiene por función reducir las desviaciones. Debe, por lo tanto, ser esencialmente correctivo.  Como decía, La Salle: ‘’Los trabajos impuestos como castigo, son, de todas las penitencias, lo más honesto, para un maestro, lo más ventajoso y lo más agradable para los padres’’, permiten ‘’ obtener, de las faltas mismas de los niños, medios para hacerlos progresas al corregir sus defectos’’. El castigo disciplinario es, en una buena parte al menos, isomorfo a la obligación misma, es menos la venganza de la ley ultrajada que su repiticion, su insistencia doblada. Castigar es ejercitar.

4) El castigo, en la disciplina, no es sino un elemento de un sistema doble: gratificación-sanción. Y en este sistema el que se vuelve operativo en el proceso de encauzamiento y de corrección. El maestro debe evitar, tanto como se pueda, usar castigos, debe tratar de hacer que las recompensas sean más frecuentes que las penas.

Este mecanismo de dos elementos permite cierto número de operaciones características de la penalidad disciplinaria. La ‘’justicia’’ escolar ha llevado muy lejos este sistema, cuyos rendimientos al menos se encuentran en el ejército o en los talleres. Y por el juego de esta cuantificación, de esta circulación de anticipos y de deuda, gracias al cálculo permanente de las notaciones en mas y en manos, los aparatos disciplinarios jerarquizas, unos con relación a los otros, a las ‘’buenas’’ y a las ‘’malas’’ personas. La disciplina, al sancionar los actos con exactitud, calibra los individuos ‘’en verdad’’, la penalidad que pone en práctica se integra al ciclo de conocimiento de los individuos.

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