Los mercados emergentes

Es un acrónimo para referirse a los mercados emergentes de Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica.

Colombia. La estabilidad política e institucional de la última década ha lavado la imagen internacional de este país, uno de los más ricos en recursos naturales (petróleo, carbón, oro y agricultura) de toda América Latina. Desde 2002, la inversión extranjera se ha multiplicado por cinco, gracias a la creación de grandes zonas francas e industriales con una baja tributación para las multinacionales (Impuesto de Sociedades del 15

Indonesia. La I de los civets es el cuarto país más poblado del planeta, con 234 millones de habitantes, y el primero en número de musulmanes. Pese a todo, es un desconocido para España. Sólo 25 compañías nacionales se han instalado en este país, entre otras, las textiles Inditex y Mango, o la hotelera Sol Meliá. El tamaño de su economía se ha duplicado en cinco años gracias a dos elementos. En primer lugar, es el productor de materias primas (petróleo, carbón, gas, etc) más próximo a China. En segundo, la mitad de su población tiene menos de 25 años. Un sinónimo de mano de obra barata y de una sociedad de consumo incipiente, ávida de bienes y servicios.

Vietnam. La copia del modelo chino dentro de los civets : apertura del régimen comunista hacia el liberalismo, mano de obra barata y estabilidad institucional (control absoluto del partido único). No obstante, es la economía más pequeña de los civets y la más pobre, en términos de PIB per cápita (1.25 dólares). Así como la que posee el perfil macroeconómico más débil. Para España es un desconocido: hay 24 empresas instaladas, con una inversión en la última década de 5 millones.

Egipto. El civet con menor presencia española, 11 empresas, entre las que destacan Iberdrola, Cepsa o Partners Hoteles. El apoyo de vecinos árabes como Qatar o Arabia Saudí es el principal soporte de una economía que, por otro lado, está fuertemente controlada por el partido del presidente Hosni Mubarak, de 82 años.

Turquía. Sin duda, el más determinante para Europa. No sólo por su interminable plan de adhesión a la UE, sino por el tamaño de su economía (la sexta del continente), su población (sólo superada por Alemania) y su poder geopolítico (nexo entre Oriente y Occidente). Con un nivel de vida similar al de México o Chile, es el país emergente más desarrollado. Sus bajos niveles de deuda y déficit público le garantizan estabilidad para continuar las reformas. La mitad de la inversión española en los civets se localiza en Turquía y absorbe en torno al 40% de los intercambios comerciales entre ambos países.

Sudáfrica. La resaca del Mundial vuelve a abrir las incógnitas en torno a Sudáfrica, el segundo país más desigual de rentas del mundo. En la última década ha crecido a un ritmo anual del 5%. Sus vastos recursos naturales

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