MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS COSTUMBRES

MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS COSTUMBRES

Manuel Antonio Carreno

Manual de urbanidad y buenas maneras, es una guía a base de reglas que tenemos que acatar para anunciar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras dentro de la sociedad, llámese familia, amigos o conocidos. Considero que es que ciertas conductas son indispensables, no para caerle bien a alguien o para que las personas nos tachen de “educados” pero siempre es importante conducirse con cierta moralidad. Sin embargo, leyendo el primer capítulo “principios generales” me doy cuenta que es muy estricto y riguroso a seguir todo al pie de la letra, y de no hacerlo estaremos clasificados como “hombres inciviles” diciéndolo de una manera más coloquial “personas groseras” aunque yo podría decir que prefiero que me hagan la grosería de no hablarme de “USTED” (que no considero una falta de educación o grosería) a recibir in insulto con palabras altisonante de alguna persona.

Tiene muy marcada la religión y el machismo al decirnos “Piensen pues las jóvenes que se educan, la gran responsabilidad que DIOS ha puesto es su vida. Ellas darán a sus hijos la maravillosa ambición del saber”, respeto las creencias de las personas, pero definitivamente no estoy de acuerdo con eso, en que base algunos aspectos de este manual justificándose con el Dios de las personas, siento que esto lo hace para que de alguna manera sea aceptado todo lo que el manual nos impone, por que a final de cuentas son reglas que debemos seguir al pie de la letra, y si así no lo hiciéramos no seriamos unas personas “cultas” y “educadas”.

Habla sobre “complacer siempre a todos y no desagradar jamás a nadie” no estoy de acuerdo por el seguir al pie de la letra este manual, no es garantía de caerle bien al 100% de las personas que conozcamos, y tampoco tenemos que ser lo que otras personas quieran que seamos, en donde queda la autenticidad, en donde queda la espontaneidad, la libertad de ser nosotros mismos, jamás podremos serlo simplemente para poder caerle bien a alguien, que quizá ni valga la pena, porque admitámoslo, habrá personas que sean muy “educadas” que sigan todas las reglas de etiqueta al pie de la letra ante la sociedad, pero en su hogar, dentro de esas cuatro paredes, no respeta ni en lo más mínimo a ningún integrante de la familia.

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