RESUMEN MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS DE CARREÑO
dandres911Resumen3 de Abril de 2017
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UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA
ETICA PROFESIONAL
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SOCIALIZACION LIBRO URBANIDAD DE CARREÑO
RESUMEN, REFLEXIÓN Y MAPA CONCEPTUAL
Natalia Jissel Pedraza Torres Jenny Paola Castro Matallana Zully Viviana Vega Forero Tatiana Arriaga Moncada Dulian Andrés Novoa Beltran Andrés Felipe Villalba Romero Laura Alexandra Villacorte Arias Jennifer Rivera Guerrero Vivian Stefany Reyes Quiñones Cristian Andrés Torres Palacio Jaime Alberto Barahona Durán Jefferson Smith Muñoz Vásquez Keitty Eliana Torres Rivera Ángela María Vargas Bernal Cristian Fabián Acevedo Rueda Ariel Moreno Pulido Natalia Guiot Tovar Alexandra Lancheros
Bogotá D.C, Marzo del 2017
Grupo: 7C
RESUMEN MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS DE CARREÑO
La urbanidad es el conjunto de reglas que debemos observar para comunicar de la manera adecuada nuestras acciones y palabras. La práctica de ésta tiende a la conservación del orden y buena armonía, para que entre los hombres existan buenos lazos de amistad, por medio de impresiones agradables. Las reglas de urbanidad no se encuentran en las leyes; sin embargo, no podría conservarse ninguna sociedad si no existiesen, ni se pusieran en práctica, ellas nos enseñan a ser metódicos y exactos en el cumplimiento de nuestros deberes y a dirigir nuestra conducta de manera que a nadie causemos problemas.
Dentro de los deberes que el ser humano debe cumplir están: los deberes morales como lo son: los deberes para con Dios, los deberes para con las sociedad y los deberes para con él mismo. Y los debes de urbanidad como lo son: del aseo personal, del modo de conducirse tanto dentro como fuera de casa y en la sociedad, y de las diferentes aplicaciones de la vida.
CAPÍTULO PRIMERO: DEBERES MORALES DEL HOMBRE
Deberes para con Dios: Le debemos lo que somos a Dios, el ser que reúne la inmensidad de la grandeza y de la perfección; el cual merece de todo nuestro respeto. Él es la fuente de todo bien de todo consuelo y de toda felicidad, y con ellos movemos su misericordia, y aplacamos la severidad de su divina justicia, irritada por nuestras ofensas. En los deberes para con Dios se encuentran refundidos todos los deberes sociales y todas las prescripciones de la moral; así es que el hombre verdaderamente religioso es siempre el ^modelo de todas las virtudes, el padre más amoroso, el hijo más obediente, el esposo más fiel, el ciudadano más útil a su patria
CAPÍTULO SEGUNDO: DE LOS DEBERES PARA CON LA SOCIEDAD
Deberes para con nuestros padres: son las personas que nos dieron la vida, nos brindan enseñanza a través de los años que vivimos con ellos. Son las personas que tienen autoridad única sobre cada uno de nosotros y por ellos debemos tener un respeto, obedecerlos y siempre honrarlos.
Amor y los sacrificios de nuestros padres comienzan desde antes de nacer. Cuántos son entonces sus padecimientos físicos, cuántas sus privaciones por conservar la vida del hijo que la naturaleza ha identificado con su propio ser, y a quien ya aman con extremo antes de que sus ojos le hayan visto
Deberes para con la patria: todas las personas del mundo nacemos en determinado país y como tal debemos un respeto a sus patrimonios, a sus libertadores, a su historia que hace parte de nuestra vida y que le da identidad al país. Las ciudades, los pueblos, los edificios, los campos cultivados, y todos los demás signos y monumentos de la vida social, nos representan a nuestros antepasados y sus esfuerzos generosos por el bienestar y la dicha de su posteridad, la infancia de nuestros padres, los sucesos inocentes y sencillos que forman la pequeña y siempre querida historia de nuestros primeros años, los talentos de nuestras celebridades en las ciencias y en las artes, los magnánimos sacrificios y las proezas de nuestros grandes hombres, debemos sentirnos orgullosos de donde somos sin importar de donde sea, no hay nada como un patriotismo y el respeto a la nación donde vivimos.
Deberes para con nuestros semejantes: todos somos iguales y tenemos las mismas virtudes y las mismas posibilidades sin importar el origen de nuestra familia, nuestro nivel económico, creencias, como tal todo somos seres íntegros que debemos respeto a nuestro prójimo ya que no somos mejores que los demos pero tampoco menos que ellos, por consiguiente debemos formar una sociedad donde el respeto sea la base de una buena convivencia. Los hombres que viven en una sociedad civilizada no lo hacen para pelear y combatir entre sí, como en los tiempos primitivos, sino para auxiliarles unos a otros, haciendo así la vida más fácil y amable para todos.
CAPÍTULO TERCERO: DE LOS DEBERES PARA CON NOSOTROS MISMOS
Son los que forman parte de cada uno de nosotros, sin ellos no seriamos seres íntegros con nosotros mismos, no debemos dejar aflorar sentimientos negativos, ni mucho menos mostrarlos ante los demás, lo cual impediría una sana convivencia, tenemos que enfocarnos en el deber de instruirnos, de conservarnos y de moderar nuestras pasiones. La ignorancia corrompe con su hálito impuro todas las fuentes de la virtud, todos los sentimientos del corazón, Por el contrario, la ilustración aprovecha todas las buenas dotes con que hemos nacido, y nos encamina al bien y a la felicidad.
CAPITULO 1: PRINCIPIOS GENERALES.
Entenderemos como urbanidad al conjunto de reglas que hacen posible nuestro comportamiento en sociedad, y que a su vez sea de la manera más integra y llena de valores posible, es una emanación de los deberes para que se conserve el orden y una armonía buena entre las personas, para poder llegar a ser partícipes de esta urbanidad tenemos que hacer un atento estudio de ella, estudio en el que haya una observancia adecuada de cómo deberían ser los tratos, el comportamiento, y nuestras reacciones hacia los diversos campos en los que nos veamos involucrados a diario, una herramienta que tenemos dentro de la urbanidad es la etiqueta, esta nos permite integrarnos entendiendo a la etiqueta como ese conjunto de cumplidos para comunicarnos y entender mucho de cómo debemos comportarnos en compañía.
La urbanidad se ve desarrollada en 4 secciones principales, que son: la familia, los extraños, aquellas personas con las que tenemos poca confianza y por ultimo aquellas personas con quienes no tenemos ninguna confianza, lo anterior nos ayuda a tener una idea de cuales normas de cortesía debemos tener con cada quien de acuerdo a nuestro grado de confianza con dicho sujeto, actuar con esa dignidad y decoro que es propio de la urbanidad, siendo parte fundamental y junto con ello debemos tomar buenos ejemplos para de esta manera tener un factor diferenciador, y un punto de partida a la hora de dar lugar a nuestros principios, y valores éticos, y de esta manera saber tomar nuestro puesto en los diferentes aspectos de nuestra vida, para no pasar por una persona irrespetuosa, o por una impertinente, que no entendiendo su lugar pueda cometer actos que molesten a una persona que no sienta sus conductas y/o comportamientos, como apropiados.
Por ultimo pero no menos importante, tenemos a la postura del libro respecto a la mujer, y el papel trascendental que cumple en la vida de las personas, y en la misma sociedad, entendiendo que muchos de los valores parten de ellas, van hacia sus hijos y hacen de ellos esas personas de bien que conocemos nosotros hoy por hoy; saber que la mujer va más allá de concebir y entender que el papel transformador en la vida de una persona, es saber que las mujeres son importantes en lo que a la urbanidad, la ética, y a la sociedad les concierne.
CAPITULO 2: DEL ASEO
En este capítulo hablamos de la importancia del aseo dado que el aseo es la base de estimación social ya que comunica a nuestro exterior y enuncia buenas cualidades dado que la pulcritud es un signo infalible. Además contribuye a conservar nuestra salud mientras comunica belleza y elegancia, los deberes que nos impone el aseo no se limita a las relaciones con nosotros mismos.
DEL ASEO DE NUESTRA PERSONA
Siempre se le debe destinar tiempo a nuestro aseo personal, así como se debe destinar tiempo para agradecer a Dios por todos los beneficios que nos brinda a esto se le conoce como asear el alma, se debe tener en cuenta que se debe asear el alma todas las mañanas al levantarnos. Igualmente se debe tener en cuenta que el baño diario es imprescindible para conservar la limpieza perfecta, no existe razón para suprimir el baño esto solo se hace en caso de enfermedades y por decreto médico, no se puede salir de la casa sin aplicarse desodorante.
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