Manual derecho municipal

Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas

Seminario de Investigación Académica (EPE)

Estado de la cuestión

Integrantes:

1. Asto Rojas, Solange Corine

2. Ccorahua Lara, Oswaldo Zico

3. Dávalos Prudencio, Luis Alberto

4. Palomino Huayta, Marizela Vanesa

5. Rivera Carhuapuma, Edith (coordinador interno)  

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Condiciones de presentación

-Solo los que aparezcan anotados en la lista de integrantes serán considerados en la calificación. En ese sentido, aquellos que no aparezcan no podrán reclamar la calificación correspondiente.

-Los integrantes presentan un trabajo grupal. Por ello, los errores y las faltas de probidad que sean detectadas afectarán a todos por igual. De igual manera, no habrá calificaciones diferenciadas.

Tema delimitado:

Las modalidades que Sendero Luminoso utilizó para el reclutamiento de menores de edad en La Mar-Ayacucho durante los años 1980 y 1987

Pregunta de investigación:

¿Cuáles eran las modalidades que Sendero Luminoso utilizó para el reclutamiento de menores de edad en La Mar-Ayacucho durante los años 1980 y 1987?

Estado de la cuestión acerca de las modalidades que Sendero Luminoso utilizó para el reclutamiento de menores de edad en La Mar-Ayacucho entre los años 1980 y 1987

En la década de 1980, el país entero vivió uno de los capítulos más dolorosos de su historia republicana, una época de violencia y muerte desatada por Sendero Luminoso. En este contexto, un grupo mayoritario y particularmente vulnerable fue el de las niñas y niños de Ayacucho entre los años 1983 y 1985. Los menores de edad sufrieron las mismas secuelas que los adultos: reclutamiento forzado, secuestro, violación sexual, tortura, etc. Debido a esto, se interrumpió repentinamente su proceso de formación afectiva, cognitiva, física y emocional.

El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso inició su denominada “guerra popular” el 17 de mayo de 1980. La finalidad de la revolución senderista fue obtener el control absoluto del Estado e instalar una democracia de nuevo tipo. Según la CVR (2003), SL fue una organización político militar que cometió atentados terroristas en serie. Después de planear cuidadosamente su lucha, el partido realizó sus primeras incursiones en Ayacucho, Apurímac y Huancavelica. (CVR, 2013). En la primera visita del grupo de trabajo de la Defensoría del Pueblo en junio de 1985, el gobierno de turno adjudicó al partido la responsabilidad por diversos casos de desapariciones, incorporación forzada, secuestros y asesinatos.

Desde los inicios del conflicto armado, los subversivos mantuvieron la idea de que los niños pioneros eran el futuro del partido. Por lo tanto, el adoctrinamiento se concentró principalmente en los jóvenes y niños, sobre todo aquellos que demostraron aptitudes para el liderazgo y la guerra (Gavilán, 2017). Cabe indicar que se “considera reclutamiento forzado a las acciones por las cuales los agentes del Estado y los grupos subversivos obligan a una persona menor de 18 años a participar en las hostilidades” (CVR, 2013, p. 586).

Bajo ese panorama, el presente estado de la cuestión tiene como objetivo determinar cuáles eran las modalidades que Sendero Luminoso utilizó para el reclutamiento de menores de edad en La Mar-Ayacucho entre los años 1980 y 1987. Se decide estudiar “el reclutamiento de menores de edad”, debido a que consideramos que los menores fueron insertados en la guerra cuando aún no terminaban su proceso de desarrollo socioafectivo y educativo. Por ello, estos fueron los más vulnerables en el aspecto físico y mental en comparación con los otros actores del conflicto (UNICEF, 2009). Se elige como zona de estudio a La Mar, porque fue la provincia de Ayacucho con la mayor cantidad de muertes y desapariciones atribuidas al partido. En total, se reportó 1733 casos originados durante el conflicto armado interno (CVR, 2003). El periodo de análisis escogido es de 1980 a 1987, debido a que existe gran cantidad de fuentes que determinan que, durante estos años, los senderistas se concentraron en implementar estrategias de adoctrinamiento. Para cumplir con la finalidad de este trabajo, se han consultado fuentes académicas tales como el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)^[1], el libro Memorias de un soldado desconocido de Lurgio Gavilán^[2], entre otras investigaciones de autores de renombre como Ponciano del Pino^[3].

El Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación permite clasificar el reclutamiento de menores de edad realizado por Sendero Luminoso en dos etapas. Por un lado, existe una etapa inicial de 1980 a 1982 que se caracteriza por el adoctrinamiento sistemático en los colegios. Por otro lado, la etapa de 1983 a 1987 se distingue por el uso extremo de la fuerza como modalidad principal para el reclutamiento de menores de edad (CVR, 2003).

En primer lugar, durante la etapa inicial descrita, “el ingreso del PCP-SL fue paulatino y silencioso a través de las escuelas, a partir de las cuales pudo asentarse en la zona” (CVR, 2003, p. 113). Previo a su ingreso, los subversivos intentaron convencer a los habitantes de unirse a su lucha prometiendo mejorar la situación social y económica de sus comunidades más pobres (Gavilán, 2017). Los habitantes de la provincia de La Mar en Ayacucho fueron personas sin estudios básicos por muchas generaciones. Pero, a partir de 1965, las familias de mayores recursos empezaron a preocuparse por la formación educativa de sus hijos. A raíz de ello, se crearon escuelas comunales en donde los niños y adolescentes pudieron recibir una educación adecuada. Sendero Luminoso comienza la predicación de su ideología a través de las clases que se imparten en los centros educativos. Los colegios comunales de La Mar, creados desde 1965, contaban con profesores subversivos infiltrados entre el personal académico. Según entrevistas posteriores a estos maestros, se concluye que gran parte de ellos fueron instruidos por el partido de izquierda e incluso tuvieron contacto directo con el líder del movimiento, Abimael Guzmán. Tal como la CVR (2003) detalla:

Estos colegios secundarios contaban con la presencia de maestros de la zona que se habían formado en la Universidad San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) donde habían tenido contactos con el PCP-SL. Fue de esta manera que maestros de Ocobamba y Ongoy regresaron a enseñar a los colegios de su localidad con la finalidad de formar cuadros para la lucha armada que el PCP-SL pretendía iniciar (p. 91).

De acuerdo con los testimonios de los padres de familia de los estudiantes afectados, Sendero Luminoso aprovechó la escasa presencia y participación de los familiares en las escuelas para impartir sus ideas de revolución con libertad. Los profesores enseñaban la ideología de forma teórica a los alumnos citando como ejemplos del triunfo guerrillero a China o Rusia. De este modo, los alumnos eran hostigados frecuentemente para que memoricen cánticos senderistas o realicen pintas de hoces y martillos en las plazas. Sin embargo, al comienzo, era común que los niños sintieran temor y rechazo de los ideales del movimiento revolucionario. Por dicha razón, y en vista de que los menores no accedían ante la insistencia, los docentes optaron por ofrecer dinero a cambio de realizar dichas pintas en las aldeas (CVR, 2003). De acuerdo con el antropólogo Gavilán (2017), inclusive los docentes utilizaron las radios de las comunidades para realizar discursos sobre la justicia social por la que luchaban en favor de la población (p.38). Además, “(...) en forma paralela a estos maestros de escuela, había jóvenes pobladores (especialmente aquellos que mantenían un contacto estrecho con las ciudades) que apoyaban la labor de adoctrinamiento del PCP- SL” (CVR, 2033, p. 99). En otras palabras, la Comisión de la Verdad y Reconciliación sostiene lo siguiente:

Esto significa que el PCP-SL ya había hecho un trabajo previo de identificación de jóvenes más aptos para la destrucción del viejo estado. A las personas más capaces las convirtieron en líderes y posteriormente estas personas captaron adeptos y los organizaron para pertenecer a Sendero (p. 97).

Por todas las estrategias expuestas, que se tornaban cada vez más evidentes, no solo los estudiantes, sino también el resto de los habitantes se percataron de que el senderismo actuaba encubierto por el sistema educativo. La reacción de los adultos fue un poco tardía. Muchos padres de familia aseguran, en el Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que desconocían la infiltración del partido político en los colegios, debido a la confianza profunda en la enseñanza que sus hijos recibían y a su ausencia de formación educativa (CVR, 2003). En consecuencia, los subversivos consiguieron adoctrinar a estudiantes cuyo perfil general, según las fuerzas del orden, era:

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