Marketing Incluyente

Conferencia Marketing Incluyente:

Cada año la carrera de administración y mercadotecnia realiza una conferencia de “marketing incluyente”, es decir de asociaciones con algún fin de ayudar a las personas que más lo necesitan, años anteriores el dinero que se recaudaba había sido para la compra de una silla de ruedas, este año se dio algo distinto, el dinero recaudado sería par apadrinar niños que se llama “cien corazones”.

La conferencia fue impartida por Adriana Macías, abogada de 30 años y su esposo Juan Medina, ellos realmente al principio nos hicieron reflexionar y estar agradecidos de todo lo que tenemos y darnos cuenta de lo valiosos que son las personas por el simple hecho de ser personas y estar aquí, que a nosotros nos tocó estar en el lugar que estamos pero muchas otras personas no tienen esa oportunidad por lo que tenemos que aprovechar al máximo y dar lo mejor de nosotros. Muchas veces pasamos por problemas o igual y no lo tenemos todo pero así es como nos toca vivir y ser felices con lo que tenemos, a veces vemos a distintas personas y desearíamos estar en su lugar, pero no podemos tener esa mentalidad, es importante siempre estar agradecidos con lo que tenemos y vivir con la mejor actitud.

Adriana no tiene brazos por lo que nos contó un poco de su vida de cómo ella siempre soñó por tener brazos, veía a sus compañeras y a las demás personas y ella se sentía diferente, al principio de su vida ella tenía la esperanza de que algún día obtendría sus brazos pero conforme fue pasando el tiempo y madurando se dio cuenta que jamás tendría brazos que nunca le iban a crecer que era algo que iba a tener que aceptar y vivir así toda la vida, obviamente fue muy fuerte y duro para ella, pero intentó mantener una mente positiva, aunque cuenta ella que fue extremadamente difícil.

Conforme fue creciendo fue aprendiendo a usar sus pies como manos, aunque le costó trabajo llegó un punto en el que ya era normal para ella, pero aunque lo fuera para ella y las personas que la rodeaban para muchas otras personas no, es decir para las personas ajenas y que no la conocían tanto era complicado entenderla y muchas veces la hacían sentir mal ya que no se daban cuenta que no tenía sus manos y que necesitaba utilizar los pies para comer, escribir etc, aunque a muchos les pareciera algo poco agradable.

Juan es un hombre maravilloso que desde chico se interesó y encariñó por varias personas discapacitadas, por lo que aprendió a tratarlas e incluso a hablar el idioma de los sordos, a manejar las sillas de rueda, etc.

Cuando conoció a Adriana lo que menos le importó era si tenía brazos o no, sino que se enamoró de ella por lo que era.

Cuentan que muchas veces es difícil como cualquier matrimonio pero día con día se fortalecen y

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