Migración en Ecuador

Actualmente la migración en Ecuador es un asunto delicado, debido a que ingresan diariamente miles de venezolanos en busca de nuevas oportunidades, resultado de la crisis sin precedentes que experimentan en su país. El gobierno difundió el 28 de agosto de este año cifras aproximadas de la entrada de inmigrantes venezolanos, colocándolos por encima de los 600000. Aunque gran parte de este número ingresa al país temporalmente para desplazarse hasta Perú u otro país, los que se quedan aquí representan una compleja situación de competitividad laboral y xenofobia.

Rechazar a los venezolanos solamente contribuye a una situación más difícil de lo que inicialmente pudo ser, psicológicamente hablando, debido a las consecuencias no solamente para los ecuatorianos que viven a la defensiva y llenos de odio irracional, sino también para los venezolanos que abandonaron su tierra natal, costumbres y familias para adaptarse a un entorno nuevo y hostil en su contra.

Como escribía Joseba Achotegui (2009) en su artículo Migración y salud mental. El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (síndrome de Ulises): “La infancia nos moldea. En la edad adulta, la estructura de la personalidad se halla ya formada, y los acontecimientos que se van viviendo actúan sobre algo ya construido, que tan sólo puede ser modificado en parte. De ahí que, cuando la persona emigra, ya está condicionada por lo que ha vivido en la infancia y, lógicamente, tendrá dificultades para adaptarse plenamente a la nueva situación.”

Con esto, implica que la migración no es un proceso fácil para quien la enfrenta, y puede llegar a causar en algunos casos estrés crónico, ansiedad o depresión.

Del mismo modo, se crean fuertes consecuencias económicas, desde la inestabilidad del migrante causada por la inversión de sus ahorros en adaptarse a un nuevo entorno, hasta la escasez de plazas de trabajo en el país receptor y la salida de dinero de este mismo hacia el país de origen del migrante.

Socialmente hablando, es común ver casos de xenofobia sobre todo cuando se dan situaciones de migración masiva como es el caso de Venezuela. Esto ocurre cuando en el país receptor comienzan a escasear las plazas de trabajo, en combinación con el ambiente creado cuando los habitantes tienen malas experiencias con los inmigrantes. En el caso de los migrantes venezolanos, por ejemplo, la viralización de videos en los que algunos venezolanos criticaban la cultura ecuatoriana causó una ola de xenofobia indiscriminada que sigue afectándolos hasta el día de hoy.

Personalmente, considero irresponsable e insensible tratar a los inmigrantes como inferiores, dejándonos llevar por estereotipos y casos específicos para referirnos a todo un país.

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