Mineria En Colombia Y America Latina

Minería en Colombia y america latina

Las nuevas políticas económicas en torno al medio ambiente, han suscitado al debate por el riesgo que deriva en la preservación y la sostenibilidad de los hábitats y las reservas naturales con que cuenta el país.

Ejemplo de ello es toda la problemática por la injerencia de las transnacionales en el sector minero del país. Si algo ha facilitado el ingreso de estas empresas son las gabelas por parte del gobierno nacional, para que estas actúen con toda la libertad del caso, exentas de impuestos y con todo el espacio a su favor aún en detrimento de los mineros colombianos.

Como denuncia el senador del Polo Democrático Alternativo Jorge Enrique Robledo, sobre el proyecto del que habló el presidente Santos en la cumbre de rio de janeiro, en la que habló de una nueva política “la reserva minera estratégica”, que básicamente se trata de que Colombia incorporara 17,6 millones de hectáreas de los departamentos del Chocó, Amazonas, Guaviare, Guainía, Vaupés y Vichada, estas zonas se consideran especiales por sus grandes potencialidades en oro, platino, cobre, uranio, hierro y coltán . El gobierno a través de la Agencia Nacional Minera, ANM, las organiza en bloques o polígonos alinderados y las ofrece en rondas o subastas al mejor postor entre las empresas mineras interesadas, “en un proceso competitivo entre aquellas que cumplan con altos estándares en materia técnica y de desarrollo minero; es decir, las ofrece a las grandes multinacionales por que desde luego la minería en Colombia es artesanal y no está al nivel tecnológico de la competencia.

Vale aclarar, que como se ha hablado del bajo nivel tecnológico de las empresas colombianos con respecto a las extranjeras, eso daría para pensar equívocamente que si se cuenta con tecnología de punta eso es favorable a la protección del medio ambiente y viceversa, o en otras palabras que si el gobierno adjudica esas licencias a las multinacionales es por que su modelo tecnológico va en pro de garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas y que por supuesto las condiciones precarias de la minería en Colombia agudizan el problema de la contaminación.

Pero no es así, está comprobado que la minería a gran escala es mórbidamente perjudicial para los hábitats naturales. Según un estudio de César Padilla, director del Observatorio de Conflictos mineros de América Latina, OCMAL , las nuevas tecnologías mineras emplean cada vez menos mano de obra y la empleada proviene de sistemas de subcontrato, trabajo precario por la falta de protección y derechos de los trabajadores, y aumento de los riesgos y la inseguridad.

A ello sumamos los graves impactos ambientales asociados al uso de grandes volúmenes de sustancias químicas de alta peligrosidad, como el cianuro de sodio y el ácido sulfúrico. Junto a ello se agregan la liberación de arsénico

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