Movilidad Social

El siguiente ensayo tiene como base principal el texto titulado La igualdad y sus aplicaciones de Peter Singer. El mismo comienza poniendo de manifiesto que, igualdad no significa que todos los seres humanos son iguales. Para miles de personas -destacando a racistas y sexistas- las personas son diferentes y no se les puede considerara como iguales.

En palabras simples, los que se pronuncian a favor de la igualdad en los seres humanos, no se refieren a rasgos físicos o a características especiales como tener más aptitudes para cierto tipo de actividades que otros. En realidad se refieren a la igualdad de derechos, de ser reconocidos moralmente como personas; en palabras de Singer, “la igualdad es un principio ético básico y no una afirmación de hecho”.

En primer lugar, Singer distingue tres principios de igualdad: el principio de igual consideración de intereses, el principio de igualdad de oportunidades y el principio de acción afirmativa.

La igualdad de consideración de intereses se refiere a tomar en cuenta los intereses que se comparten con otras personas. En otras palabras, a que nuestros actos y decisiones no afecten los de los demás. Este principio excluye al sexismo y al racismo; pues en este tipo de igualdad se incluyen todos aquellos intereses que son comunes en las personas.

Dentro del principio de igualdad de oportunidades Singer considera que son normales las diferencias de estatus económico y social, mientras se parta de condiciones de igual oportunidad. En una sociedad en la que las personas viven en condiciones sumamente

disparejas, no se puede esperar que todos los integrantes de ésta obtengan los mismos resultados con respecto a logros y, sobre todo, las mismas remuneraciones. Los factores que rodean al individuo y las situaciones dentro de las que se desenvuelve son pieza fundamental para el desarrollo de éste. Por lo cual, si dos individuos no parten de las mismas condiciones, difícilmente tendrán igualdad de oportunidades.

Para Javier Núñez, Doctor en Economía por la Universidad de Oxford, el principio de igualdad de oportunidades es una idea utópica, ya que posee la virtud de establecer una noción de igualdad que trasciende al orden material, que respeta la agencia y responsabilidad individuales, y que abre espacio para concebir políticas afirmativas o compensatorias para aquellos que tuvieron poca fortuna en la asignación de talentos y atributos.

El mismo Núñez cita a John Roemer el cual presenta la teoría de que se debe hacer una distinción entre las circunstancias no seleccionadas por el individuo, tales como el origen social y familiar, y la educación recibida, entre otras, de aquellas características que los individuos adquieren por acciones que ellos realizan a lo largo de su vida, como el esfuerzo en el trabajo y en los estudios. Para Roemer la igualdad de oportunidades debiera definirse sólo en el ámbito de las dimensiones igualables en la crianza.

Como un ejemplo del principio de igualdad de oportunidades puedo señalar el caso de dos mujeres: Luz madre de dos niños pequeños a los cuales cría sola y Ana, quien es soltera y sin hijos. En esta

situación, ambas cuentan con un mismo nivel de educación y conocimientos para el trabajo en el que se desenvuelven. Sin embargo, Luz sólo puede laborar medio tiempo, pues el resto del día lo dedica a sus hijos, además de que frecuentemente solicita permisos para atender los asuntos de los niños. Ana, en cambio, trabaja tiempo completo, nunca falta y cuenta con la disponibilidad de viajar en caso de que el trabajo lo requiera.

En el ejemplo anterior, pese a su trivialidad, puede notarse que el principio de igualdad de oportunidades no se cumple; pues a pesar de que ambas mujeres son capaces de desenvolverse laboralmente, no parten de las mismas condiciones. El hecho de que Luz tenga que atender asuntos familiares, mismos que han mermado su desempeño, la colocan en desventaja con Ana al tratar de obtener un puesto mayor o una mejor remuneración.

Un ejemplo más, el cual he tomado de Sonia Montecino, el cual refiere al tema de la globalización y en el que advierte que bajo la lógica del crecimiento económico, el mercado juega un papel central generando los incentivos para que la oferta y la demanda se expresen, busquen su cauce y se materialicen en un mayor desarrollo económico. Sin embargo, ello

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