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Movimientos Inquilinarios De Panamá (1925-1932)


Enviado por   •  21 de Mayo de 2015  •  1.589 Palabras (7 Páginas)  •  2.779 Visitas

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En el año de 1924 se constituyó el Sindicato General de Trabajadores, el cual llegó a tener Miles de miembros inscritos y cotizantes. Sus Líderes principales fueron anarcosindicalistas, Opuestos a la creación de partidos políticos y Partidarios de la acción directa. Entre los extranjeros Que auspiciaron su fundación estaban Los hermanos José María y Martín Blásquez de Pedro, españoles anarquistas; Sara Gratz, polaca, anarquista; los peruanos desterrados del Régimen dictatorial de Leguía, Esteban M. Pavletich, que más tarde se incorporó a la guerrilla Sandinista. Luis Francisco Bustamante y Nicolás Terreros, socialistas, y el colombiano Carlos Manuel Céspedes, también socialista. Entre los panameños era numeroso y variado ideológicamente el grupo destacado Domingo H. Turner, Diógenes de la Rosa, Elíseo Echevez, Eugenio Cossani, Samuel Casís, Rogelio Cortés, Manuel L. Rodríguez y Julia Palau de Gómez.

Una vez constituido el Sindicato General de Trabajadores, formaron dentro de él un departamento especial; la Liga de Inquilinos y Subsistencias, que tenía a su cargo la lucha por resolver el problema de la vivienda. Correspondió a La Liga, antes de la existencia de los partidos proletarios en Panamá, dirigir la huelga inquilinaria de 1925, haciendo las veces, al mismo tiempo, de central obrera y de organización política.

El planteamiento de huelga inquilinaria permitió vertebrar, en un solo movimiento, bajo la consigna de "no pago de alquileres", a los obreros ocupados, a los obreros desocupados y al pueblo en general de las ciudades de Panamá y Colón.

El movimiento se inició a raíz de la promulgación de la Ley 29 de 1925 que disponía gravar la propiedad urbana en un cinco por mil sobre el valor catastral de la propiedad en vez del impuesto del dos por ciento sobre la renta bruta probable anual.

Para hacer recaer el peso del nuevo impuesto sobre la masa de inquilinos pobres, los casatenientes elevaron el precio del alquiler de sus barracones de madera construidos fundamentalmente desde el auge de trabajo propiciado por la construcción del canal. La respuesta obrera al aumento de los alquileres fue la huelga de "no pago”.

El movimiento llegó a paralizar las dos ciudades terminales del canal, Panamá y Colón, y, alarmado el Presidente de aquel entonces, Rodolfo Chiari, pidió la intervención estadunidense. Las tropas norteamericanas entraron a Panamá y sofocaron la lucha. Con esta huelga surgen los primeros mártires obreros de la etapa republicana. Ellos son Marciano Mirones, Ferdín Jaén, Lorenzo Brown y Emilio Olivardía, muertos a bala por la represión panameña, y Damián Cabrera y Julio Camarena, asesinado a bayonetazos por el ejército yanqui. En cuanto a los extranjeros participantes, todos fueron desterrados.

El 30 de octubre de ese año, Horacio Alfaro, secretario de Relaciones Exteriores y primer presidente fundador de la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá, expresó al gobernador de la Zona del Canal su "agradecimiento por la cooperación eficaz prestada por las fuerzas militares de los Estados Unidos para mantener el orden en la ciudad de Panamá, durante los disturbios ocurridos en el presente mes”.

Del movimiento inquilinario de 1925 se pasa al de 1932. La crepitación social de esta última fecha se sirve de la experiencia de los cuadros que promovió la fiesta del 25. Uno de los más prominentes, el dirigente obrero panameño, Eliseo Echevez, concurre a uno de los congresos del Profintern o Internacional Sindical Roja, constituida en Moscú en el año de 1921, ante la inoperancia de la Federación Sindical de Ámsterdam y ante la necesidad de organizar firmemente a los trabajadores en sindicatos de industria y no en simples grupos.

En 1926, la agitación obrera, secuela de la de 1925, tiene el mérito de presionar para que el proyecto de convención negociado con Estados Unidos, conocido con el nombre de Alfaro Kellog, y que no resolvía sino agravaba la situación de protectorado en que se encontraba el país desde 1903, sea rechazado por la Asamblea Nacional. La responsabilidad de esta lucha descansó de nueva cuenta sobre el Sindicato General de Trabajadores y también sobre Acción Comunal, grupo de la pequeña burguesía, fundado en 1923, que empezaba a cuestionar el monopolio del poder político de la oligarquía.

Dos acontecimientos cardinales para la orientación del movimiento inquilinario de 1932 son la fundación, el 4 de abril de 1930, del Partido Comunista, y, en septiembre del mismo año, aunque su formalización se produjera después, del partido Socialista. En el caso de Panamá, a diferencia del de otros países, el Partido Comunista no salió de una escisión del Partido Socialista. En términos estrictos, lo antecede. Algunos de los iniciadores del movimiento comunista en Panamá militaron previamente en dos organizaciones de vida efímera: la Liga Antiimperialista, concebida como una entidad de frente único, y el Partido Laborista, que envió a Eugenio Cossani y a Jacinto Chacón como sus representantes a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, celebrada en Buenos Aires, en junio de 1929. Pero

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