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Mujer, Símbolo De Vida


Enviado por   •  27 de Mayo de 2015  •  936 Palabras (4 Páginas)  •  161 Visitas

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Existe mucho énfasis en la diferencia de sexos en nuestra sociedad, lo cual tiende a destruir el respeto que le pertenece a la mujer. Por otro lado las Escrituras ponen a la mujer en alta estima. Tanto la mujer como el hombre son importantes para establecer la “imagen de Dios” en la humanidad. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gen. 1.27).

Y aunque la mujer está subordinada al hombre en ciertas actividades de la iglesia, tiene el mismo acceso a la gracia de Dios. “Y ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal. 3.28). Los esposos, aunque son la cabeza de sus hogares, han de dar honor a la mujer, “como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida” (1 Pedro 3.7).

Si esta enseñanza fuera comprendida en general, la mujer no perdería el respeto que le corresponde. Si fuera tomada en serio por los varones, ella no sería maltratada ni explotada en nuestra sociedad.

La común falta de respeto por la mujer

En varios segmentos de nuestra sociedad es común denigrar a la mujer, ya sea en manera directa o en manera sutil. En nuestra cultura, que está obsesionada con el sexo, las mujeres son tomadas como objetos sexuales. En muchos clubs se presenta desnuda a la mujer, y en el cine se exhiben películas de violencia contra ella (por ejemplo en la violación).

Estas situaciones han llevado a establecer una imagen estereotipada de la mujer. Se considera que la mujer es un cuerpo físico que carece de cerebro. Es presa del hombre. Es el “bocado favorito” para satisfacer la lujuria animal del varón.

Hay pensadores que han estudiado el lenguaje que se usa en referencia a la mujer, el cual usualmente consiste en términos denigrantes. En lugar de usar términos neutros tales como: mujer, dama, señorita, señora, aquellos que no son cristianos emplean apelativos que hacen referencia a ciertas partes anatómicas sugestivas —y hasta contornean las manos para decir, por ejemplo: “¡qué curvas!” o “¡qué mango el que va ahí!”

El lenguaje vulgar que es empleado por los varones y que se difunde hasta en la propaganda comercial es ofensivo a la mujer.

Mujeres, no se dejen explotar. Ustedes estimulan a los hombres que las traten así cuando se visten con ropa muy sugestiva —usan maquillaje provocativo, o permiten que ellos les digan cosas que estimulan la sensualidad. Sean conscientes y muestren indignación ante individuos que buscan como avergonzarlas.

Humillaciones de la mujer que trabaja

Las mujeres que trabajan son especialmente vulnerables. Las secretarias, las maestras y obreras no solamente tienen que conformarse con lo poco que ganan sino que también tienen que sujetarse al hostigamiento

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