PATRIMONIO

TURISMO, PATRIMONIO Y TERRITORIO

El patrimonio, se puede entender relacionándolo con dos condiciones, la primera, se relaciona con la condición de legado o herencia, algo dejado del pasado, o que se posee porque fue resultado de la naturaleza; la otra relación hace referencia a la condición de algo compartido por todos.

De acuerdo a esto, definimos el patrimonio como un elemento heredado de una sociedad, como un legado que se transmite de una generación a otra, debido a que proviene del pasado y por lo tanto asegura la presencia y permanencia en la actualidad de dicho pasado; es decir, adquiere un carácter estático, indiscutible e inmodificable, al mismo tiempo supone una concepción de la sociedad actual.

Desde el punto de vista de varios autores, la activación patrimonial consiste en un proceso de legitimación de referentes simbólicos a partir de fuentes provenientes de más allá del orden social, de la naturaleza, la historia o la genialidad; donde no intervienen los criterios de obsolescencia porque no todos los elementos obsoletos se conservan, algunos de ellos son desechados, el criterio de nobleza y escasez, para la definición del patrimonio.

Cualquier cosa procedente de la naturaleza o la historia, son elementos potencialmente patrimonizables, una vez que ellos son activados como patrimonio, se constituyen en una versión de la identidad legitimada por la cantidad y calidad de adhesiones que suscita. En este proceso de activación tienen también un rol importante los científicos y los expertos, ya que cuentan con la capacidad de proponer interpretaciones y significados para establecer nuevos repertorios patrimoniales.

La condición de patrimonio, puede ser interpretada no como un atributo inherente del objeto clasificado como tal, sino como el resultado de la intencionalidad de determinados individuos o grupos de la sociedad actual, cuando el objeto es convertido en patrimonio, se carga un valor y una universalidad que le es propia o emana sus cualidades intrínsecas. Con estos procesos de selección y activación, queda mediada la condición de legado o herencia.

El patrimonio se podría pensar, como un espacio de conflicto, lucha, tensión y negociación entre diferentes sectores, atendiendo a las relaciones de poder entre algunos grupos involucrados, en la activación patrimonial. La relación entre patrimonio, identidad y cultura, esta puesta en interrogación, para advertir sobre las dimensiones ideológicas implicadas en las versiones de identidad y cultura que, en tanto dominantes, son expresadas por el patrimonio.

Los atractivos turísticos, han sido analizados fundamentalmente en términos de sus características, ya sea, naturales, históricos, culturales; son grandes categorías de uso habitual para referirse a ellos, además, son asumidos como atributos propios de los lugares, y como tales, preexistentes a su valoración turística. Para su valorización se debe en primera instancia descubrir aquel lugar y luego adecuarlo o acondicionarlo para posibilitar la practica turística.

En estos atractivos turísticos, se reconoce la existencia de rasgos sociales, culturales, históricos y comúnmente naturales, lo que hace diferenciarlos entre sí, para la práctica turística; de cierta forma, la atractividad seria socialmente construida, recurriendo a los intereses específicos de los actores sociales involucrados, los hábitos y costumbres, las modas, entre otras.

El turismo, es el desplazamiento territorial con fines de ocio, motivado por la existencia en el lugar de destino de condiciones aptas y deseadas para la realización de estas actividades de esparcimiento, pero a su vez, esta práctica turística, ha tenido impactos negativos para tales atractivos, debido a que el turismo, acaba por diferentes mecanismos, degradando o destruyendo estos atractivos.

Los lugares de origen y de destino, están articulados por los turistas, que impulsan el crecimiento del turismo. En relación con estas sociedades de origen se definen aquellos rasgos sin importar cuan destacados, únicos o excepcionales sean; que propios de otros lugares, serán concebidos y valorizados como atractivos turísticos. Lo que se le muestra al turista es una mera escenificación, del lugar de destino turístico.

El análisis de A. Corbin, sobre el proceso que lleva la transformación de las playas marítimas en lugares atractivos, siendo antes lugares del peligro, hace referencia a la complejidad de estas transformaciones, mas vinculadas con los procesos sociales específicos de las sociedades y lugares de donde provienen los turistas, que con las condiciones objetivas de los lugares de destino.

Otro ejemplo, son los procesos similares que se han observado a partir de la investigación realizada, en Quebrada de Humahuaca en Argentina, reconociendo cómo, a lo largo del siglo XX, fueron cambiando los rasgos naturales, sociales y culturales, en la actualidad no incluye algunos aspectos culturales que se promocionan, como los vinculados a una cultura indígena con raíces en el pasado prehispánico del área. Ejemplo de esto lo afirma Sánchez, en un documento presentado al Primer Congreso Argentino de Turismo y Comunicaciones, donde dice, que para el turista, la Quebrada es, esencialmente, una sucesión de maravillosos paisajes de montaña.

Las características que acompañan la descripción de estos paisajes, se atribuyen al clima, la vegetación, las guerras de la independencia que acontecieron en el área, al tiempo que indica la presencia de ruinas arqueológicas e iglesias coloniales, pero sin referencia alguna a la población aborigen.

El patrimonio es un atractivo turístico, está cargado de una serie de atributos: el valor universal, el carácter compartido y consensuado, el estar más allá de cuestionamientos, el ser la vía de acceso a un conjunto de significados que van más allá del lugar u objeto de que se trate, entre otros, lo que convierte al patrimonio en un recurso turístico de primer nivel.

El turismo es una práctica que resignifica el patrimonio a partir de procesos sociales de construcción de atractividad turística; a través de la cual, el patrimonio entra al mercado para ser consumido, pues dicha práctica lo convierte en una mercadería. El proceso de patrimonializacion, recurre a argumentos y justificaciones de tipo identitario y cultural; en si constituye un proceso social conflictivo, su articulación para el turismo representa una segunda instancia de conflicto.

También se puede decir, que el turismo es también una actividad económica, que pone en valor económico un patrimonio ya reconocido o instituido como tal, al igual que el patrimonio, es un recurso que puede ser puesto en valor económico a través del turismo. Solo en algunos casos se reconoce que la adecuación

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