PENSAMIENTO MILITAR EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Lorenaycv4Ensayo1 de Diciembre de 2022
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUERLA
MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA
INGENIERIA CIVIL 1S-1310-D1 CÁTEDRA: DEFENSA INTEGRAL I.
PENSAMIENTO MILITAR EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
PROFESORA:
LIC/CRISTINA, YEPEZ
ALUMNA:
YULETXY TORRES
CI: V- 25.206.479
CARACAS, 15 DE NOVIEMBRE 2022
INDICE:
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………pag1.
DESARROLLO:
Pensamiento Militar del libertador Simón Bolívar durante la Guerra Independentista de América ……………………………………………………………………………………….pág. 2,3
Declaración de la guerra de independencia de Venezuela……………………………..pág. 3,4
La Carta de Jamaica………………………………………………………………………. pág. 4, 5,6 Creación de La Gran Colombia…………………………………………………………….pág. 6,7
Principales aportes al pensamiento militar contemporáneo....................................... pág. 7,8
CONCLUCIÓN………………………………………………………………………………..pág. 9
ANEXO………………………………………………………………………………………....pág10
INTRODUCCIÓN
La acción de Simón Bolívar y del ejército libertador, pasó a la historia universal, Por ser el primer ejército que salió a liberar pueblos, no a sojuzgarlos, ni ha Oprimirlos. El ejército Bolivariano lucho, no para conquistar territorios, ni para Esclavizar pueblos, ni apoderarse de tierras o riquezas, sino para darles la libertad, Inclusive fue creador de Estados y nuevas Repúblicas, como el caso de Bolivia. No aceptó Bolívar, recompensas y las que se le otorgaron, las devolvía para la Inversión social, para pagar deudas públicas, o gastos militares.
El pensamiento de Bolívar sigue hoy vigente, en su clara posición en contra del Imperio español y también avizoró el peligro del Imperio de Estados Unidos que Estaba en proceso de formación.
PENSAMIENTO MILITAR DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR DURANTE LA GUERRA INDEPENDENTISTA DE VENEZUELA
Ver el sueño bolivariano dentro de este marco sería no comprender el alcance de su visión, la fuerza de su voluntad y la grandeza del designio que él propuso. Porque lo que Bolívar tenía en mente era nada menos que la creación de un imperio hispánico independiente en América. Deseó reinventar el concepto –conocido desde hacía 400 años– dotándolos de reglas nuevas y formas modificadas, pero tras el exterior modernizado, quería mantener los eslabones esenciales que habrían hecho el imperio español una entidad política tan duradera.
El propósito de su re-creación del imperio español en América sin España era, desde luego, llevar a los hispanoamericanos al centro mismo del dinámico comercio de Atlántico Norte, conquistar un lugar en la naciente hegemonía, obtener para la América española las mismas cosas que venía avecinarse de los Estados Unidos, y esto es, sin duda, un sueño que la mayoría de los hispanoamericanos han acariciado desde la independencia, sueños expresados de mil maneras distintas, pero cuya esencia se ha mantenido constante a través de los muchos cambios de regímenes políticos o ideologías de moda.
Dimensión Militar:
Condicionados por su pasado hispánico a considerarse en lo individual como independientes y dúctiles ante a España, los dirigentes de las guerras de independencia hispanoamericanas a menudo dieron su esfuerzo por obtener la independencia como conflicto unidimensional, entablado entre cada región y la metrópoli. Aunque les interesaban las noticias de los acontecimientos que ocurrían en otras partes de América, rara vez concibieron su lucha vinculada con algo más de los intereses de su enclave colonial inmediato. San Martin podría preocuparse por Chile y aun interesarse en el Perú, pero los sucesos de Venezuela le parecían remotos y los de México simples curiosidades. Aunque muchos caudillos independistas comprendieron quizás que aquel esfuerzo era de envergadura continental, su experiencia personal con España les señalaba una solución que, en el mejor de los casos, sería local.
Desde luego Bolívar a veces se vio limitado por estos mismos conceptos. En sus primeras campañas y acciones, ante el congreso de Angostura de 1819, se centró en el esfuerzo de tomar Caracas y, desde allí, conquistar Venezuela. Esto, claro está, refleja directamente la administración imperial española, y habría podido dar resultado; pero España tenía profundas raíces en tierra venezolana, no sólo en la ciudad central, Caracas, sino también en los centros principales de Coro y Maracaibo, en las regiones agrícolas de Valencia y por doquier en los campos de Venezuela. Gradualmente, por la experiencia de ver la guerra desde el caribe, desde Colombia y desde diversas partes de Venezuela, Bolívar llegó a comprender que se trataba de una empresa continental; que el Imperia español, siendo nunca entidad continental, sólo podría ser remplazado con esfuerzo de todo el continente. He aquí el giro que represento el ataque lanzado sobre Colombia desde Angostura, por encima de los Andes, las ulteriores campañas para quebrantar el dominio español de toda Venezuela, Ecuador, Perú y Chile.
Algunos aún considerado esta impresionante visión militar como un reflejo del inmenso ego de Bolívar, como demostración de su voluntad de ordenar y mandar, sin duda, Bolívar tenía un increíble ego, su vasto sentido de su propia competencia y fe abrumadora en su capacidad de prescribir lo adecuado para América. Pero la imagen que imbuye el gran designo de Bolívar para América no guarda semejanza con un simple afán de poder, con un plan de enriquecimiento personal o con una mezquina busca de satisfacción.
DECLARACION DE LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA
El 3 de julio en la Capilla Santa Rosa de Lima se inició el debate del Congreso, y el día 5 a comienzos de la tarde se procede a la votación que terminó hacia las 2:30 de la tarde, resultando aprobada la Independencia con cuarenta votos a favor. De inmediato, el Presidente del Congreso, diputado Juan Antonio Rodríguez, anunció que estaba Declarada solamente la Independencia absoluta de Venezuela.
En la misma tarde del 5 de julio el Congreso celebró otra sesión, en la que se acordó redactar un documento, cuya elaboración fue encomendada al diputado Juan Germán Roscio y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi. En este documento debían aparecer los motivos y causas que produjeron la Declaración de la Independencia, para que sometido a la revisión del Congreso, sirviese de Acta y pasara al Poder Ejecutivo.
El Acta fue aprobada el día 7 de julio por todos los diputados, con la sola excepción del padre Fernando Vicente Maya, diputado por La Grita. Poco a poco la fueron firmando los representantes, pasada al libro de Actas del Congreso el 17 de agosto, hasta que el 18 de ese mes estamparón las últimas firmas.
LA CARTA DE JAMAICA
Carta escrita por Simón Bolívar a su secretario Pedro Briceño Méndez en la colonia británica de Jamaica. La Carta de Jamaica es un texto dictado por el político y militar Simón Bolívar a su secretario Pedro Briceño Méndez el 6 de septiembre de 1815 en Kingston, capital de la colonia británica de Jamaica, en respuesta a una misiva de Henry Cullen, un comerciante jamaiquino de origen británico residente en Falmouth, cerca de Montego Bay.
En la carta, cuyo título era Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta isla, Bolívar expone las razones que provocaron la caída de la Segunda República de Venezuela en el contexto de la independencia de Venezuela. Bolívar pretendía atraer a Gran Bretaña y al resto de potencias europeas hacia la causa de los patriotas independentistas americanos. La edición en inglés de la carta se titula A friend y, en español, Un caballero de esta isla. Se publicaron dos ediciones en inglés: en 1818 en The Jamaica Quarterly Journal and Literary Gazette y en 1825, en The Jamaica Journal and Kingston Chronicle. La primera publicación conocida de la Carta en español apareció impresa en 1833, en el volumen XXI, Apéndice, de
La Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador, compilada por Francisco Javier Yánez y Cristóbal Mendoza. El original más antiguo que se conocía era el manuscrito borrador de la versión inglesa conservado en el Archivo General de la Nación (Bogotá), en el fondo Secretaría de Guerra y Marina, volumen 323. No se había podido localizar el manuscrito original español, hasta que el 4 de noviembre de 2014 se informó del hallazgo en un archivo ubicado en Ecuador del manuscrito original en idioma español del documento.
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