POR UNA MATERNIDAD LIBRE, RESPONSABLE Y FELIZ

POR UNA MATERNIDAD LIBRE, RESPONSABLE Y FELIZ

Silvia Alemán Mundo

Acaba de pasar el Día del Niño(a) y estamos ante el festejo del Día de las Madres. Estas celebraciones son importantes y hay que festejarlas pero que ello no impida una reflexión acerca de las condiciones de vida de la mayor parte de la niñez y de las madres en México. El significado de estos dos días se puede unir. Entonces podremos visualizar la relación entre la madre y el niño(a). Se podría afirmar que según la calidad de vida que tenga la madre es la calidad de vida que tiene el niño(a). ¿Cuál es la calidad de la infancia para la mayoría de las niñas y niños y en qué condiciones desarrollan su maternidad la mayoría de las mujeres en México? En análisis de la maternidad se puede hacer desde distintos ángulos y a continuación se tocan algunos de éstos.

A) Ser madre es uno de los ideales mayores para una mujer sino es que es el mayor. Nada de negativo hay en ello. La idea Mujer-Madre es la idea dominante en nuestra cultura. De distintas formas y por distintos medios se induce a la mujer a serlo. Existe un doble discurso en la cultura patriarcal y machista: alaba la condición de una mujer joven y soltera pero cuando ésta se convierte en madre es relegada en términos valorativos, ya no recibe las mismas atenciones y cuidados, siendo que es en su condición de madre cuando más necesita recibirlos.

B) El problema desde mi punto de vista surge cuando no hay una elección libre para ser madre, cuando la mujer no tiene el poder suficiente para decidir cuándo tener a sus hijos y cuántos tener. Criar y educar a un hijo o hija no es una cuestión superflua, implica tiempo y atención adecuados por parte de la madre y del padre. ¿Qué pasa cuando un hijo o hija no recibe la atención necesaria del padre y de la madre? Ya se sabe que ello origina una serie de disturbios en la conducta que pueden dar al traste con el desempeño espiritual, emocional e intelectual del hijo o la hija. Entonces ¿cuáles son las condiciones necesarias para que una mujer pueda decidir libremente ser madre? Una de las condiciones es que la mujer tenga el poder suficiente para ello pero ¿cómo adquiere ese poder? Principalmente a través de la información y de la educación, aunado a una independencia económica.

c) Estas condiciones nos conllevan al siguiente punto. Si para desarrollar una maternidad libre las mujeres necesitamos información, educación e independencia económica, es decir, generar nuestros ingresos y tener un dominio sobre éstos, ¿cuántas mujeres en México tienen estas condiciones? ¿Las condiciones actuales en nuestro país abonan para que las mujeres tengan la información, la educación y la independencia económica suficiente para dirigir con autonomía su vida? Al final podemos advertir que la calidad de la maternidad está afectada por las condiciones económicas, sociales y culturales en que se desenvuelven las mujeres. Es aquí donde se ve claramente que el desarrollo de la maternidad para las mujeres trabajadoras, obreras, campesinas, indígenas y afro-mestizas se da en condiciones difíciles. La calidad de la maternidad va unida a la condición de clase social y generalmente desemboca en una pauperización de la mujer-madre. ¿Cómo una mujer puede tener una maternidad libre, responsable, feliz y amorosa cuando no tiene acceso a la información, a la educación y a la independencia económica?

D) Otro factor que incide en la calidad de la maternidad es la violencia de que es objeto la madre. Este hecho puede verificarse en cualquier clase social, sin embargo, la violencia hacia la madre puede tomar características crudas cuando se trata de una mujer trabajadora, obrera, campesina, indígena o afro-mestiza. Ya que además de las duras jornadas de trabajo cotidianas estas mujeres soportan, también de manera cotidiana, golpes y malos tratos de parte del esposo. En el cuerpo de la madre puede quedar grabada la historia de violencia que ha sufrido y en la mente las secuelas de odio, tristeza y subestima, afectando este entorno de manera negativa la emocionalidad de las hijas y los hijos, heredándoles este patrón de violencia que tendrá repercusiones posteriores, muy probablemente repitiéndose este ciclo de violencia.

Me tocó la gracia de conocer a una mujer campesina que había criado siete hijos. Tomé la decisión deliberada

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