PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA: ¿ESQUEMA DE IMPUNIDAD PARA LAS FARC?

PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA: ¿ESQUEMA DE IMPUNIDAD PARA LAS FARC?

Carlos Albeiro Mejía Hernández

Nuestro país se encuentra inmerso en el cuarto intento de diálogos para el proceso de paz desde el año 2012 en La Habana, Cuba. Dicho proceso de paz tiene como objetivo la desmovilización y entrega de armas por parte del grupo paramilitar Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para así poner fin al conflicto armado que se ha venido desarrollando desde hace ya casi 50 años. Este grupo armado conformado especialmente por  paramilitares de extrema derecha y personas criminales extremadamente violentas que han venido ideando y participando en acciones violentas con el pueblo Colombiano, abarcando violaciones a los derechos humanos como el secuestro, tortura, asesinato, terrorismo, desaparición forzada, expropiación de tierras e inclusive vejámenes de índole sexual. A simple vista se podría entender que el conflicto interno del país está cargado de todo tipo de violencia y ultraje hacia los derechos fundamentales de las personas vulnerables.

No obstante, la FARC no han sido los únicos responsables de la violencia generada en el país, también se encuentra nexos de paramilitares con políticos, fuerza pública y hasta grupos no estatales que han tomado partido por razones de beneficio propio. Se encuentran casos como los falsos positivos por parte del Ejercito Nacional, favores militares a políticos para ayudar en sus carreras de ascenso y por supuesto entidades que han pagado o servido como lavado de activos para el financiamiento de dicho grupo armado.

 El Proceso de Paz sería el principio del final al conflicto o al menos eso es lo que se espera, por ella dentro de los múltiples aspectos trabajados dentro del dialogo de proceso en el 2014 se llegó al acuerdo de un cese bilateral del fuego para amenizar el ambiente entre ambas partes, sin embargo este cese no fue cumplido por la FARC, a pesar de que los diálogos se están llevando a cabo se siguieron presentando secuestros, ejecuciones a militares, desapariciones forzados, tráfico de drogas y ataques terroristas en ciudades como Bogotá, Tumaco, Choco y otras. Teniendo en cuenta que los diálogos de Paz son precisamente para cerrar la brecha de violencia y terror en nuestro país, se puede poner en duda las reales intenciones del grupo paramilitar y los resultados que puede traer consigo el ser aprobado completamente el Proceso de Paz, surgen dudas como ¿Y qué pasa con los autores de dichos crimines? ¿Qué pasa con quienes ejecutaron dichas acciones? ¿Cómo van a resarcir los daños hechos durante tantos años? ¿El realmente suficiente la reparación?.

Estas son solo algunas de las miles de preguntan que dejan el desarrollo de los diálogos del Proceso de Paz en La Habana. Así pues y de manera personal se expone la tesis central de este ensayo, la cual es el escepticismo de los reales resultados del Proceso de Paz y como ello terminara siendo un esquema de impunidad que favorece a los victimarios con mayor historia en el país. Al hacer una revisión bibliográfica de algunos autores y además de lo que se puede encontrar en los diarios y comunicados acerca del proceso es que no todo el mundo puede salir bien librado y quedar satisfechos al mismo tiempo, ya que implicaría el doble del trabajo y dedicación que ya tiene llevar a cabo un proceso de tal magnitud pero que si se buscan caminos más viables para no pasar por alto toda la historia de violencia que tienes nuestro país. Por lo cual en el presente ensayo se expondrá las penas que serán impuestas a los que cometieron delitos y crímenes de lesa humanidad si colaboran con el proceso de paz, posteriormente se mencionara las razones por la cual a pesar de que se llegue al cumplimiento de los acuerdos hechos por ambas partes en los diálogos de paz, se percibe que finalmente todo terminara en impunidad, se mostraran algunas ideas opositoras de lo que muchos asumen como impunidad del proceso de paz y para finalizar la reafirmación de la tesis.

Dentro de los diálogos del Proceso de Paz se propuso la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz, la cual ejercerá funciones judiciales y especiales con el fin de garantizar la satisfacción del derecho de las víctimas a la justicia, obtener la verdad para la sociedad colombiana, contribuir a la reparación de las víctimas, luchar contra la impunidad, lograr una paz estable y duradera y otorgar seguridad jurídica a quienes participaron de manera directa o indirecta en el conflicto interno armado; esta última siendo una de las más controversiales ya que le permitirá al Tribunal para la Paz tener la jurisdicción y el poder para juzgar e imponer sanciones a los responsables y participes de delitos cometidos de lesa humanidad, genocidio, crímenes de guerra y entre otros, ello permitirá a aquellos que reconozcan y acepten su responsabilidad en tales delitos y dejando las armar poder tener beneficios durante el proceso.

Una vez finalizado el proceso de paz y se empiece a llevar a cabo y según lo establecido por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) a los responsable por delitos políticos se les otorgara amnistía o indulto si fuese posible, es decir que serán extintas las responsabilidades penales y pasaran a considerarse inocentes o en el caso del indulto donde seguirá siendo culpable pero le será perdonada la pena. Mientras tanto, los que comieron delitos de lesa humanidad el Tribunal para la Paz les impondrá sanciones de “restricción efectiva de la libertad” de 5 a máximo 8 años, dicho tiempo de sanción será aplicada tanto a los que reconozcan su responsabilidad de manera temprana o tardía, pero aquellos que no reconozcan su responsabilidad y aun así sean declarados culpable tendrán hasta una sanción máxima de 20 años. ¿Es justa esa sanción para aquellos que acabaron con vidas humanas? ¿Es suficiente castigo para quienes desplazaron, torturaron, secuestraron y desaparecieron a personas que tenían familias? Es fácil imaginar y suponer que dichas investigaciones y sanciones tomaran bastantes tiempo en hacerse efectivas ya que si se trata de todo el número de combatientes, estaríamos hablando de cerca de 16.000 hombres, es decir, un largo y doloroso camino para las víctimas del conflicto armado.

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