PROFESORES

La Secretaría de Educación Pública y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) presentarán el Programa de Evaluación Universal de Maestros, cuyo propósito no sólo será aplicar exámenes a un millón 200 mil profesores de preescolar, primaria y secundaria sino emprender una evaluación integral de su labor.

De acuerdo con el planteamiento en las negociaciones entre ambas representaciones, la evaluación deberá ser “integral”, esto es, considerar lo que ocurre cotidianamente en el aula, el desempeño de estudiantes, lo que sabe el maestro y las competencias o formación con la que cuenta para superar las deficiencias en la labor educativa.

“Más allá de un examen, se deberán considerar otros instrumentos como los portafolios de experiencias docentes, que permiten medir no sólo lo cuantitativo sino también lo cualitativo”, se propuso en la mesa de análisis, a partir del programa piloto que se realiza en varias entidades.

Otros elementos que tienen que tomarse en cuanta en esa evaluación, son la preparación de profesores, su desempeño, los cursos que toma y el valor curricular que tienen. Para ese propósito se deberá contar con un diagnóstico preciso sobre las condiciones de las escuelas normales del país, indicaron.

De acuerdo con la propuesta de “Ampliación de la oferta educativa en zonas de concentración de la matrícula de las escuelas normales”, en 12 entidades se encuentra 70% de los alumnos normalistas.

A poco más de dos semanas de que la presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo solicitara al presidente Felipe Calderón “que en fechas próximas autorice la aplicación de la evaluación universal al magisterio nacional”, este día se realizará la ceremonia en la que se dará a conocer el marco general de ese programa. La propuesta, reiteró en ese momento la lideresa, es que “seguimos creyendo que resulta indispensable una profunda transformación de la educación normal y las reglas que la rigen para formar a los maestros con las competencias que ahora se demandan”.

En el diagnóstico del SNTE lo que se tiene es que hay entidades en donde existen hasta 39 escuelas normales y provoca que los egresados sea un número considerable a los que ya no se les pueden ofrecer espacios laborales.

Para la SEP, “la apertura de nuevas normales a menudo suele recurrir a criterios de negociación política en lugar de consideraciones propias de planeación”, detalla un documento.

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