Perfilacion Criminal

PERFILACION CRIMINAL: FALACIAS EN TORNO AL PERFILADOR

En nuestros tiempos el público se ha creado una enorme fascinación que roza en la obsesión y el sensacionalismo con los crímenes y la forma en que son cometidos, a la gente le intriga y desea saber el cómo, el por qué y sobre todo entender el quién. Para el espectador de las series televisivas de Hollywood o dramas referentes a los crímenes la idea de que un tipo de agresor puede ser identificado a través de su conducta en la escena del crimen a menudo con muy poca o ninguna evidencia forense cautiva la atención, existe un cierto aire de misterio que rodea al perfilador, generalmente se le describe como un individuo que posee habilidades innatas para descifrar las señales de comportamiento que en última instancia conduce a la captura del sospechoso.

Sin embargo a la técnica que ahora nos referimos como perfiles tiene una historia relativamente corta que sin duda es fascinante, plasmada en una serie de diversas disciplinas a lo largo de su creación y evolución. Algunos de los primeros intentos de perfiles viables podrían ser atribuidos a principios antropológicos como Cesare Lombroso y sus intentos de vincular los atributos físicos a la actividad criminal. Otros incluso asocian los principios básicos de personajes de ficción como Sherlock Holmes.

Uno de los primeros ejemplos de la perfilacion criminal proviene del famoso caso de Jack el Destripador, que aterrorizo las calles de Withechapel, Londres a finales de 1800. El patólogo policial Dr. Thomas Bond fue quien infirió que el agresor padeció una condición conocida como satiriasis-excesiva e incontrolable del deseo sexual, contrario a la creencia popular Bond también manifestó dudas sobre la especulación anterior que el agresor era un cirujano o carnicero debido a lo habilidoso en el uso del arma elegida, mientras que en otros escritos de su época Bond habían especulado que el agresor no tenia conocimientos en anatomía especializada inferido en la evidencia del desmembramiento. Desafortunadamente y en una línea similar a muchos otros casos el agresor no ha sido identificado y la gente aun especula sobre el autor probablemente hasta hoy.

Existe una gama de escuelas a menudo contradictorias de pensamiento que proporcionan un paradigma teórico en el que el perfil está basado a menudo en informes contradictorios de los diversos elementos a partir del examen de la naturaleza de la evidencia en la investigación.

El FBI y sus afiliados ya no utilizan el término perfil criminal para describir su método de análisis de la conducta, este término ha sido sustituido hoy por el concepto Análisis de la Investigación Criminal, que abarca no solo la perfilacion criminal sino también otras prácticas como la evaluación de personalidad y las estrategias de interrogatorio, esta actividad tiene como objetivo proporcionar a los investigadores las características de los rasgos de personalidad de un agresor aun no identificado, esto con la finalidad de quien los investiga logre reconocerlo” (Hazelwood, Ressler. Depue y Douglas, 1995,p. 116)

Por lo tanto, debería ser evidente que a pesar de las diferencias de enfoques existe un grado de unanimidad en las formas de la definición de los perfiles, en general cualquier manera de interpretar las acciones de un agresor y sugerir rasgos de su personalidad y su conducta constituye una perfilación criminal.

Sin embargo, acerca de quién puede ser un perfilador criminal, uno debe iniciar por llamarse a sí mismo como perfilador criminal pero sobre todo demostrar que lo es con la metodología adecuada.

Deben evitarse las etiquetas para que no se genere escepticismo y no den lugar algún tipo de motivo dudoso en la práctica, como por ejemplo Godwin ( 1985 abogado estadounidense ) indica que los perfiladores juegan un papel

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