Primeras vías de latinoamérica

Grupo número tres

Nombres: Cristian Camilo Antonio Manrique 1103425

                 Juan Esteban Segura Rodríguez 1102889

Fecha: 12 de Febrero del 2021

Primeras vías de latinoamérica

Dentro de la gran historia de nuestro continente, hay una parte que ha sido, es y será siempre esencial en absolutamente todos los aspectos que nos ayudaron a desarrollarnos como civilización, los caminos. Y es que desde el punto de vista cultural, fueron los caminos los que contribuyeron al florecimiento de la cultura, el comercio, la prosperidad económica, el mestizaje, la migración, el correo, etc… No es exagerado decir que gracias a estos caminos, somos lo que somos hoy en día, son una parte muy importante de nuestro patrimonio histórico y debemos preservarlo.

Éste tipo de caminos más bien rudimentarios estuvieron vigentes durante varios siglos (algunos todavía son usados), pero con la llegada de la revolución industrial a latinoamérica, en el siglo XIX tardío, la forma de hacer caminos sufrió también un cambio de 180°, ya no solo se buscaban hacer caminos de herradura, se empezó a buscar caminos más anchos para que los flamantes automóviles pudieran andar por ellas, así como para mejorar el tiempo de conexión entre ciudades en general

Pero esta pequeña introducción nos conduce a otra diatriba. Entre los caminos pre y post revolución industrial ¿Cuál de los dos representa la contribución más importante a nuestra realidad actual? Para resolver ésta duda, es necesario adentrarse en la historia de ambos espacios temporales, y resaltar el entorno en el que sucedieron.

A priori, pude parecer una pregunta bastante fácil de responder, y hasta un poco desidiosa, ¿A quién se le ocurre comparar el avance de la humanidad con lo que quedó atrás? Bueno, pues de hecho esto sucede al no ser capaz de adentrarse en éste periodo de tiempo determinado, en pocas palabras, porque a la gente se le hace muy difícil ponerse en contexto con la situación.

Aunque los grandes imperios precolombinos son muy diferentes entre sí, al igual que la mayoría de pueblos, su proceso infraestructural es parecido, entonces acá vamos a tomar como referencia al imperio Inca, ya que es el más cercano a nosotros. En el imperio Inca, antes del siglo XVI, que abarcaba lo que hoy es el sur de Ecuador, Perú, Bolivia, el norte de Argentina y el norte de Chile; no existían los caballos, por lo que el medio de transporte rápido, no era otro que los pies. Por esta razón, los incas diseñaron un moderno sistema de vías, que interconectaban todo el imperio, incluso con países que no pertenecían a él, como por ejemplo Colombia.

La extensa red de estas carreteras incas es llamada red vial de Tahuantinsuyo, que consistía una ruta principal, de una longitud aproximada de 5200 Km, que se complementaba con un sistema de rutas secundarias a esta, cuya extensión total superaba los 30000 Km de extensión, tristemente, y al no haber calendarios en el antiguo imperio, no se conoce con certeza la época de construcción, pero cuando los españoles llegaron a sudamérica, el camino ya estaba totalmente construido, y paradójicamente, fue lo que ayudó a conquistar el imperio Inca.

Por estos caminos transitaban toda clase de bienes comerciales por todo el imperio, que contribuían a la economía del comerciante y de la nación en general.También es importante resaltar que los Incas tenían un complejo y muy eficiente sistema postal, donde los carteros, por así decirlo, eran ávidos corredores, pudiendo realizar estas entregas en tiempos cuasi comparables a los de los caballos euroasiáticos, esto demuestra que los pobladores de ese tiempo no eran tan atrasados como siempre se nos quiso hacer creer.

Adelantándose un poco en el tiempo, ya cuando la colonia estaba establecida, y al ver la excelentísima estructura que se encontraba en el continente, los españoles empiezan también a utilizar estas vías como principal medio de transporte, y construyendo nuevos caminos para interconectar los poblador que iban fundando. Para tomar dimensión de la monumental red de infraestructura vial, se puede aclarar que los caminos eran tan extensos, que hubo algunos que los españoles nunca usaron ni descubrieron, quedando muchos de estos abandonados, y siendo descubiertos hace relativamente poco tiempo, como es el caso de la mundialmente conocida Machu Picchu.

Ésta situación, la de aprovechar al máximo la infraestructura existente, siguió ocurriendo durante toda la colonia, con la salvedad de que en los lugares donde no existía una red vial de tal magnitud, claramente hubo que construir nuevos caminos. Esta construcción fue planificada, pues en la época tenían bastante claro que era prácticamente imposible construir caminos a través de la complicada topografía que presentaba casi todo el continente, por lo que, además del camino construido por los Incas, durante siglos no hubo un proyecto de igual magnitud.

Es de resaltar que, en todos los países, pero especialmente en Colombia, esta falta de infraestructura hizo que transportes que no la necesitaban como el fluvial, en el sentido de que los ríos y mares ya estaban desde un inicio, tomaran gran importancia y tuvieran gran efecto incluso en la distribución demográfica. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en poblaciones como Honda o Santa Cruz de Mompox, fundados para ser puertos fluviales en el recorrido de la costa norte hasta el centro del país por el río Magdalena, otrora la única forma de recorrer tales distancias.

Con el paso del tiempo, ocurrió el ocaso del colonialismo en América, y el auge de la independencia, pero aún así, en más de trescientos años, no hubo prácticamente avances en la malla vial de latinoamérica, con la salvedad de que los nuevos caminos fueron construidos para darle mayor cabida a los equinos traídos de Europa y Asia como principal medio de transporte.

Curiosamente, es precisamente en Perú, anterior corazón del imperio Inca donde se empezó a gestar la revolución industrial en latinoamérica, concretamente en su primera línea de ferrocarril, la línea Lima - El Callao, inaugurada y funcional desde el año de 1851. La llegada de las locomotoras a América Latina, impulsó la región a un crecimiento nunca antes visto, hizo que el intercambio de bienes de producción y de servicio se multiplicara de manera exponencial, llevando así el desarrollo industrial a todo lugar posible, siendo esta la primera vez que los países empezaban a estar verdaderamente conectados entre sí, y los viajes entre provincias se convirtieron en experiencias que podían ser recorridas con normalidad, en vez de ser travesías de meses y meses, lo que hacía que casi todo tipo de viajes fueran prácticamente insufribles para la mayoría de la población.

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