Problema Del Bloque Economico Que Estados Unidos Le Impuso A Cuba

Así entonces desde hace 50 años, cuando el gobierno de los Estados Unidos impuso el embargo comercial contra Cuba acabaría convirtiéndose en el bloqueo económico más prolongado en la historia de la Humanidad. Y a pesar de que ese bloqueo nunca ha sido de forma absoluta, ha constituido un importante experimento por llamarlo de alguna manera, puesto que después de aislar ese pequeño país de la economía más grande del planeta durante cinco décadas, ha podido demostrar que ha sabido solucionar sus problemas sociales, económicos, políticos y culturales, dando como resultado que en un mundo altamente globalizado como el actual, se puede sobrevivir sin tener contacto alguno con el principal “sistema económico mundial”.

Esto implicaba que “el final de la historia”, pronosticado por la élite intelectual estadounidense en los años 90 del siglo anterior, nunca va a ocurrir.

Es evidente que vivir aislado del principal “sistema mundial” es una experiencia muy dura. Ese hecho parcialmente lo confirmó el propio Fidel Castro, cuando hizo una declaración: donde el Comandante manifestó que no valía la pena “exportar” el modelo económico cubano, ya que no servía ni para Cuba.

Posteriormente, Castro precisó que: No se pudo conseguir “exportar la Revolución” a otros países, pero tampoco se confirmaron los planes de nueve presidentes estadounidenses que hicieron cuentas de que el régimen castrista no aguantaría con las dificultades económicas así con el paso del tiempo las apuestas en este “juego” aumentaron:

Porque en un principio, en 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder en Cuba, el Gobierno de Dwight Eisenhower apenas suspendió los viajes de turismo a Cuba, e introdujo un embargo a las exportaciones del azúcar cubano.

Al percatarse de que a los cubanos no les asustaba que su economía quedara paralizada por falta de piezas de repuesto para los equipos de fabricación estadounidenses, el presidente Kennedy autorizó las incursiones de “voluntarios” anticastristas e impuso un bloqueo marítimo. Entre 1963 y 1977 a los ciudadanos estadounidenses no pudieron viajar a Cuba.

Durante el Gobierno del demócrata Jimmy Carter dicha prohibición fue levantada y empezó a vislumbrarse la posibilidad del diálogo, pero Ronald Reagan, quien sucedió a Carter, no tardó en restablecer en 1981 la mencionada prohibición que, con ciertos retoques, se mantiene vigente hasta el día de hoy.

A lo largo de todos estos años, Cuba no ha dejado de culpar al gobierno estadounidense de haber alzado un muro que separa pueblos y familias.

Esta postura es apoyada por la Asamblea General de la ONU, que desde 1992 casi anualmente aprueba resoluciones donde trata que las autoridades de Estados Unidos levanten el embargo. Pero aun así en su postura obstinada, Estados Unidos suele ser apoyado sólo por Israel, y en algunas ocasiones ha obtenido el respaldo de aliados como Micronesia, las Islas Marshall o Uzbekistán.

Sin duda, este apoyo no es suficiente para respaldar un bloqueo total, y por esta razón, no es extraño que la opinión pública estadounidense, sobre todo su sector más liberal, no vea con muy buenos ojos ni el embargo comercial ni la prohibición de los viajes a la isla.

Pero aun así Cuba poco a poco se está integrando en el “sistema mundial”, del cual lleva medio siglo excluida. No obstante, los empresarios de Canadá y Europa desde hace tiempo ignorando las prohibiciones de Estados Unidos, operan con todo éxito en Cuba y por lo visto, no tienen planes de salir, puesto que es un país donde se hacen buenas inversiones. De esta forma en Estados Unidos también quedó atrás el período de fuerte “presión” hacia aquellas empresas extranjeras que no observaban el embargo.

Así hoy en día la Unión Americana da un giro político a 50 años de que el embargo entrara

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