Produccion Y Distribucion
ahndyy12 de Julio de 2015
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Socialismo y comunismo Unos diez años después de la aparición de los términos «socialismo» y «socialista» surgieron en Francia las palabras «comunismo» y «comunista» y su uso se difundió rápidamente. Étienne Cabet y el neobabuvista Jean-Jacques Pillot las emplearon de inmediato y el adjetivo «comunista» fue usado para referirse a un banquete organizado por Pillot celebrado el 1 de julio de 1840 en las afueras de París en el que participaron más de mil comensales, en su mayoría obreros, y en el que se defendió la necesidad de aplicar reformas que no fueran meramente políticas para alcanzar la «igualdad real».12 En junio de 1843 el poeta alemán Heinrich Heine, quien desde hacía más de diez años vivía en París, advirtió de su crecimiento: «Los comunistas son en Francia el único partido que merece atención».13 Desde Francia los términos «comunismo» y «comunista» se difundieron por los Estados alemanes y por Suiza, gracias al libro de Lorenz von Stein publicado en 1842 en Leipzig con el título El socialismo y el comunismo en la Francia de hoy (Der Sozialismus und Communismus des heutigen Frankreichs) —Wilhelm Weitling, August Becker y otros los utilizaron enseguida—, y también por Gran Bretaña a través de otros canales. Así el término «comunismo» fue sustituyendo progresivamente al originario de «socialismo» o al menos se confundió con él.14 Según Jean Bruhat, en la década de 1840 «comunista» y «socialista» no eran términos completamente equivalentes ya que los comunistas se distinguían por unas ideas que en ellos estaban más claramente afirmadas que en los socialistas, como la realidad de la lucha de clases de la que se derivaba la necesidad de la revolución —la conquista del Estado— para alcanzar la nueva sociedad, pues para cambiar al hombre había que cambiar el régimen económico y social en el que vivía, como lo advirtió el neobabuvista Théodore Dézamy cuando criticaba a los que creían «que para modelar al hombre a su gusto bastaría proponérselo de un modo testarudo y enérgico».15 Estas diferencias fueron las que motivaron que Karl Marx y Friedrich Engels adoptaran el término «comunista» y no el de «socialista» para llamar a la Liga que fundaron en 1847 y al manifiesto de la misma hecho público al año siguiente. Engels explicó en 1890 que en aquellos años «la parte de los obreros que, convencida de la insuficiencia de las revoluciones meramente políticas, exigía una transformación radical de la sociedad, se llamaba entonces comunista» mientras que la mayoría de los que se hacían llamar «socialistas» «se hallaban fuera del movimiento obrero y buscaban apoyo más bien en las clases "instruidas"», «y como nosotros ya en aquel tiempo sosteníamos muy decididamente el criterio de que "la emancipación de la clase obrera debe ser obra de la clase obrera misma", no pudimos vacilar un instante sobre cuál de las dos denominaciones procedía elegir».16 Después de 1848, los términos «socialismo» y «comunismo» se afirmaron y se superpusieron, identificándose en unos períodos y diferenciándose en otros, y también se utilizaron para caracterizar etapas de desarrollo histórico distintas.17 El sociólogo francés Émile Durkheim afirmó que en el «comunismo», a diferencia del «socialismo», la contribución a la producción común era libre y no planificada mientras que el consumo se vivía en común.18 Poco después Lenin en El Estado y la revolución (1917) utilizó la palabra «socialismo» para referirse a la primera etapa en la consecución de la sociedad sin clases o «comunismo», caracterizada por la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto que el consumo seguiría siendo particular.19 Según el marxismo, en un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes
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