Recordar Y Aprender Del Pasado Es Construir Un Futuro

El siglo XX fue decisivo para la humanidad ya que marcó pauta por su carácter jacobino en todas las expresiones, tanto culturales como literarias y administrativas. Para Colombia no fue diferente guerra de los mil días comienzan los roces que serán materializados en futuras guerrillas tras el pacto del frente nacional y esto que deja más que un buen aporte a la administración una situación desastrosa con poco beneficio para la nación. No es nuevo entonces, el concepto de violencia en Colombia, el limitante en muchos campos como el económico, lo político o lo social. Las consecuencias cercanas han sido devastadoras para los profesionales colombianos, quienes a nivel general se preguntan: ¿Vale la pena tanto esfuerzo con un panorama laboral tan incierto? Según las últimas encuestas del DANE la tasa de desempleo en el mercado laboral entre 2008 y 2009 ha aumentado en 1.3 % lo que es preocupante. Frente a un directo crecimiento del desempleo lo que es acorde que ciertamente que desde estos tiempo la confianza del consumidor a disminuido, es de primera mano explicar el desconcierto actual que obedece a causas pasadas. En el siguiente ensayo se pretende argumentar que la incertidumbre profesional obedece al alto índice de desempleo actual, producto de la cruel violencia armada explicándola con sucesos que nos dan a ver una mala aplicación de la administración en nuestro País.

Y como refiere Henri Ibsen,” Es necesario aprender a nuestra propia costa, porque de esta forma lograremos aprovechar nuestro pasado”1; aunque es oscuro, violento, triste, manipulado y transgredido, es colectivo. El primer paso para alcanzar confianza y seguridad, es valernos de las debilidades que hemos tenido como pueblo colombiano, de los errores de armar a la población civil, de los errores de tomar la justicia por las propias manos, de los errores de organizarnos para causarle daño al prójimo, de los errores que nos determinan y no nos han permitido hasta ahora seguir adelante. Grupos al margen de la ley que trascienden a pesar de los años, que persisten diariamente por imponer ideales utópicos manchados con droga, son solamente una muestra, que aun ahora estamos siendo ahogados por todas las causas de la intransigencia de la memoria. La violencia armada es la madre del muro que encuentran los cerebros colombianos, que deben huir para prevalecer en el mercado, que deben hacer grandes esfuerzos para aprender de la Colombia herida, y aprovecharla.

Desde el crack del 29 con la aparición del término desempleo, Colombia lo ha sufrido en carne propia. La tasa de crecimiento de personas sin ocupación ha tenido un desarrollo acelerado en comparación a la tasa natural, la relación entre población activa pero desocupada y el total era cada vez mayor y persistente. En un principio, este índice decrece hasta 1994, cuando gracias a la aplicación de la ley 100 de 1993 referida a un nuevo régimen de cotizaciones en la seguridad social, se experimenta un alarmante aumento del 18%, podemos concluir que los efectos de los cambios radicales en el mercado laboral colombiano , solo son vistos un tiempo después, podemos de esta forma evidenciar los miles de factores que han influido en el paulatino asenso del desempleo causada por una mala administración de todo tipo de factores explicados anteriormente; La baja de salarios es también una causa directa de desempleo y deserción, no ayuda al panorama nacional en materia de oferta laboral.

La incertidumbre profesional de un colombiano es producto del alto índice de desempleo y el corto horizonte de desempeño y acción. En la visita que realizó Obama

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