UNACAR: pasado y presente de cara al futuro

UNACAR: pasado y presente de cara al futuro

Tener una planta académica sólida implica que, por un lado, esté debidamente habilitada y, por otro, se encuentre certificada.

El desempeño de un académico tiene dos niveles: Nivel individual, cuando está a cargo de la impartición de docencia y la realización de tutorías y/o asesorías; Nivel colectivo, cuando realiza investigación, esto último a través de los cuerpos académicos.

En la tarea del alcanzar más y mejores estadios de calidad se requiere no partir de cero sino aprender del pasado para interpretar el presente y sentar bases sólidas para el futuro. Esta es la razón del presente apartado, que tiene como propósito señalar la evolución y el estado que guarda la universidad considerando los indicadores que hemos reconocido y aceptado para saber en dónde nos encontramos y sustentar hacia dónde queremos ir.

Un elemento presente en la vida de la universidad es el relativo a la inestabilidad de la planta docente, provocada por la presencia de PEMEX que ofrece salarios muy por arriba del tabulador de nuestra institución, factor que ha incidido de manera permanente en que los académicos con posgrado no se arraiguen al ejercicio de la academia.

Aún cuando la institución generó las condiciones para arraigar a sus académicos, este fenómeno se sigue dando y, en todo caso, esperamos que la caída de la industria de la extracción del petróleo tenga al menos una secuela positiva al impactar en que nuestra planta docente se vaya estabilizando.

Habrá que señalar que una de las debilidades de la institución se ubica en el desarrollo de los cuerpos académicos, ya que solamente dos cuerpos académicos se encuentran en consolidación desde el año 2006, sin que se observe ninguna mejoría en el resto del padrón de los cuerpos académicos. Esta situación obliga a una revisión profunda de ellos.

La estructura de la planeación del corto plazo contempla como columna vertebral la Visión 2012 de la universidad, en la cual confluyen las aspiraciones de la comunidad universitaria por construir una universidad de calidad reconocida nacionalmente.

Para el logro de esta Visión se establece un conjunto de ejes estratégicos que en una primera aproximación orientarán y ordenarán la construcción que subyace en la Visión.

Esta Visión con sus respectivos ejes estratégicos se debe visualizar en un conjunto de metas que debe cumplir para mostrar de manera objetiva que ha construido la universidad que la sociedad carmelita demanda.

Ejes estratégicos

I Eje estratégico. Consolidar el modelo educativo.

Propósito: que el modelo educativo sea la columna vertebral del diseño, puesta en operación y funcionamiento de toda la oferta educativa de la universidad.

II Eje estratégico. Fortalecer y consolidar la oferta educativa.

Propósito: que se fortalezca y consolide una oferta educativa de calidad y pertinen¬cia, que armonice con la equidad y las necesidades regionales y estatales, primor¬dialmente.

III Eje estratégico. Impulsar la consolidación de los cuerpos académicos.

Propósito: que los cuerpos académicos sean el eje del quehacer académico integral de la universidad.

IV Eje estratégico. Fortalecer la investigación y el posgrado.

Propósito: que se revaloren, reestructuren y se detonen de manera integral la investi¬gación y el posgrado.

V Eje estratégico. Consolidar la extensión de la cultura y los servicios.

Propósito: consolidar las tradiciones, los valores y todas aquellas manifestaciones de la cultura que dan identidad tanto a la universidad como a la sociedad carmelita. Propiciar un acercamiento de los productos y servicios universitarios en apoyo a la cultura popular.

VI Eje estratégico. Mantener una infraestructura física acorde con el quehacer aca¬démico.

Propósito: remodelar y acondicionar la infraestructura física y académica acorde con el modelo educativo.

VII Eje estratégico. Asegurar una administración

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