Resumen mundo fragmentado

1. INTRODUCCIÓN:

El texto habla sobre la dificultad de definir la posmodernidad, haciendo una comparación con la naturaleza del tiempo según Agustín de Hipona. El término es contradictorio, ya que, si lo moderno es lo actual, ¿cómo podemos hablar de lo posmoderno? El texto explica que el término se utiliza para referirse a la sociedad y la cultura posmodernas, y no se profundiza en su impacto en áreas como la arquitectura, el arte, la literatura, la música y el cine. También se menciona que los autores posmodernos utilizan un lenguaje técnico y crean nuevos términos para expresar sus ideas

1. UNAS DEFINICIONES

El texto aborda la definición de posmodernidad a partir de la idea de la incredulidad hacia los metarrelatos o las grandes interpretaciones universales de la realidad y la sociedad, como el marxismo, la razón, la ciencia, la religión y el progreso. Según el autor, la posmodernidad es una reacción contra la cultura y los productos de la modernidad, entendida como el período histórico que se inicia en el Renacimiento y llega hasta la actualidad. Se afirma que los metarrelatos han perdido su capacidad para unificar el entendimiento de la realidad y, por tanto, la posmodernidad representa un desencanto frente a la modernidad y una crisis de las grandes ideologías. Aunque esto puede ser positivo para los cristianos al cuestionar teorías y perspectivas no cristianas, también implica la pérdida de cualquier concepto de verdad y valores absolutos.

1. EN CONTRA DE LA AUTORIDAD

El texto describe la posmodernidad como una reacción contra todo tipo de autoridad, incluyendo sistemas políticos, ideológicos, psicológicos, tecnológicos y religiosos. Esta reacción se basa en la búsqueda de libertad y en la filosofía de la sospecha, asociada con Marx, Nietzsche y Freud. Los protagonistas de la posmodernidad, incluyendo a Lyotard, rechazan los metarrelatos y el control que ejercen sobre los seres humanos. La posmodernidad cuestiona la autoridad inherente en el lenguaje, los sistemas psicológicos como el psicoanálisis y la obsesión por el control de la tecnociencia. Sin embargo, esta reacción también deja sin piso cualquier concepto de verdad absoluta o de valores morales absolutos.

1. LA CUESTIÓN DEL LENGUAJE

El texto aborda el problema de la conexión entre lenguaje, control y autoridad, y cómo los metarrelatos, como perspectivas globales que interpretan la realidad, el universo y el hombre, están siendo cuestionados por el posmodernismo y la deconstrucción. Se señala que la visión objetiva de la realidad es imposible, que la existencia del universo y la idea de una interpretación global están siendo cuestionadas, y que la lectura y la interpretación de textos son procesos subjetivos y no pueden recuperar el sentido original del autor. La posmodernidad ve cualquier intento de imponer una interpretación determinada como intolerancia, y la tolerancia ahora significa no creer que las convicciones propias son correctas y ser abierto a otras opiniones. Todo intento de presentar una verdad absoluta es visto como una forma de dominar a los demás, lo que Nietzsche llamó "voluntad al poder".

1. LA POSMODERNIDAD COMO REALIDAD SOCIAL

El texto de Cruz Kronfly aborda la posmodernidad desde una perspectiva social y económica, y señala tres características principales: consumismo, nihilismo y hedonismo. En la actualidad, la identidad se establece a través del consumo y el valor del individuo se mide en su capacidad de consumir bienes y servicios. La muerte de Dios, según Nietzsche, llevó al nihilismo y a la pérdida de todo valor absoluto. Además, la mentalidad posmoderna valora el placer personal por encima de todo, lo que lleva a un egoísmo absoluto y a la dificultad de relacionarse con personas diferentes. Se plantea la pregunta de si el aumento de la homosexualidad en las últimas décadas está relacionado con esta mentalidad posmoderna de valorar solo a aquellos que son iguales a uno mismo.

1. ANTÍTESIS CON LA MODERNIDAD

El texto discute las características de la modernidad y la posmodernidad, presentando una lista de rasgos que los autores consideran típicos de cada una. Según los autores, la modernidad enfatiza la objetividad del conocimiento, el pensamiento científico, el empirismo cuantificador, el progreso histórico y el individualismo autónomo, entre otros aspectos. Por otro lado, la posmodernidad se caracteriza por la falta de absolutos en verdad y sentido, la relatividad de la interpretación, la carga ideológica del lenguaje y la ausencia de una verdad racional. El texto destaca que, al igual que la modernidad, la posmodernidad también tiene sus propios dogmas.

1. LA CONTINUIDAD

El texto explora la relación entre la posmodernidad y la modernidad, argumentando que la posmodernidad es en cierta medida una continuación de las tendencias críticas y escépticas que ya estaban presentes en la modernidad. El autor señala que la posmodernidad comparte el escepticismo de los sofistas griegos en cuanto a la posibilidad de un conocimiento certero y objetivamente válido. A través de un recorrido por la historia de la filosofía occidental, el autor muestra cómo diferentes filósofos han cuestionado la capacidad de la razón humana para conocer el mundo, y cómo los románticos dieron mayor importancia a las emociones y los sentimientos por encima de la razón. El texto también destaca la influencia de Hegel en la posmodernidad, en particular su dialéctica que resuelve las contradicciones en una síntesis que toma de ambas partes y su afirmación de que toda cultura tiene su propia identidad y desarrollo histórico que no se puede juzgar desde una perspectiva externa. El autor concluye que la posmodernidad es lo que hay y que no se debe cuestionar su perspectiva.

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