Salud, ¿culpa del Estado?
gabibeaaEnsayo8 de Octubre de 2019
722 Palabras (3 Páginas)111 Visitas
Melanie Beatriz Ortiz Novoa
Lenguaje, Técnicas de Estudio y Expresión II
Viernes, 20 de julio del 2018
Salud, ¿culpa del Estado?
El sistema de salud en El Salvador tiene dos caras: por un lado, el sector administrado por el Estado; por el otro, personas particulares que administran clínicas de forma privada. Existe una amplia diferencia entre ambos extremos, ya que las condiciones en las que se encuentran los centros hospitalarios y el servicio que se recibe son totalmente opuestos.
La situación crítica en los hospitales públicos es un problema del cual la mayoría de los salvadoreños estamos enterados, pero ¿quién tiene la culpa? ¿Acaso se debe a la mala administración de fondos, correspondiente a los funcionarios del gobierno, o son los trabajadores los principales causantes de esta problemática social? ¿Es una casualidad que los médicos, en sus clínicas privadas, brinden mejor servicio y calidad a sus pacientes en comparación con los hospitales nacionales, cuando se sabe que estos doctores, en algunos casos, son los mismos?
A medida avanza el tiempo, más nosocomios y unidades de salud se encuentran en ambientes de precariedad y carentes de medicamentos e insumos quirúrgicos, sin los cuales se les es imposible cumplir con su labor eficientemente. Un verídico ejemplo de lo mencionado anteriormente es el caso del Hospital Rosales, pues en consecuencia a la decadencia de suplementos, pasaron de realizar 35 intervenciones al día a tan solo ocho; médicos de otros centros de salud informan que operaciones de hernias o cálculos deben posponerse hasta un año y medio. No es sorpresa alguna, en realidad; si hay problemas en mantener funcionando la lavandería o la máquina de Rayos X, ¿qué podemos esperar de artefactos más complejos e imprescindibles?
Igualmente, aunque a los pacientes no se les exija pagar consulta, es deprimente observar cómo llegan y se van solo con un papel en las manos, viéndose la institución incapaz de solventarles su problema de salud. Incluso en el Hospital de Niños Benjamín Bloom, hay quejas de padres de familia desesperados porque a sus hijos, en delicadas circunstancias, no se les puede otorgar su tratamiento por ausencia de recursos. En los hospitales nacionales se tienen que racionalizar jeringas y recortar el número de ambulancias porque no hay suficiente presupuesto para financiar su combustible. Cuando tenemos escasez de camillas para atender a los pacientes y a todo el personal hospitalario se les niega el derecho de alimentación, ¿cómo se les ocurre considerar a las autoridades solicitar préstamos para construir un nuevo hospital, si los que ya existen con esfuerzo sobreviven?
Los pacientes no caben dentro de las salas de espera e, incluso, se deben hacer extensas filas para poder ingresar y optar por una consulta médica. Es indignante ser testigo de estas condiciones que, día con día, tienen que afrontar los salvadoreños por mantener en buen estado su salud o hacerse revisiones periódicas. Los doctores comentan que hay desinterés y falta de apoyo por parte del Estado para cumplir con sus fines. El contraste es evidente, estos mismos trabajan tanto en hospitales públicos como en sus clínicas particulares dejando claro que bajo su propia administración son capaces de brindar un servicio más personalizado y atento a sus pacientes.
Durante el año 2016 y 2017 los empleados del sector Salud mantuvieron protestas constantes debido al Escalafón que se presupuestaba para los años 2017 y 2018 respectivamente, ¿Es este otro factor que influye en el servicio que prestan los hospitales en el sector público? ¿Acaso los empleados realizan su trabajo solo por dinero y dejan de lado el amor a la medicina que pudo, en un principio, impulsarlos a la elección de su vocación? Si se toma en cuenta que la manifestaciones y marchas que generaban los gremios conllevaron al paro de labores, podemos concluir que en efecto se cumplen las interrogantes planteadas.
...