Seguridad En Quito

Graderíos y pasiones

El punto central de la arena deportiva concentra a futbolistas de equipos contrarios, los costados laterales mientras más altura alcanzan aglutinan más seguidores. Las emociones se condensan de abajo hacia arriba, la jugada precisa o el gol perfecto, por su fuerza centrípeta, son motivos de alegría vital que los presentes la disfrutan en los graderíos. Ellos, esperanzados en la victoria final, vibran, gritan, gesticulan sentimientos con efusiva actitud de espectador que co-actúa dinámicamente en el partido para contribuir al éxito de su equipo.

Antes del inicio del encuentro los hinchas preparan colores, caras pintadas, himnos, banderas, movimientos sincronizados y diferenciadores del bloque contrario, llegan al estadio como comunidad proyectada de su equipo. El desarrollo del partido es una tensión entre adversarios, en la cancha los jugadores y en los graderíos las hinchadas, que buscan poder sentir una de las satisfacciones humanas más profundas: derrotar al contrincante. La salida del campo deportivo esta marcada por el resultado del pitazo final (celebración o derrota).

Cada vez importa menos, solamente, el jugar, el competir y adquiere más relevancia el ganar; en la cancha el fair play impone sus reglas para limitar los excesos del juego violento. En el público del espectáculo deportivo, al momento de la contienda y después de su realización, se han dado hechos violentos relacionados al –real o esperado- desenlace futbolístico.

En las afueras del estadio Casa Blanca, el 23 de junio del 2009 falleció apuñalado un hincha de El Nacional, David Erazo (17 años). El 5 de marzo de 2012, Christian Calvache (35 años), un hincha de la Liga Universitaria de Quito murió debido a un golpe recibido en la cabeza durante el partido. Además de las pérdidas de vida humanas, la infraestructura física en mal estado, el exceso de espectadores, la falta de seguridad interna y externa de los escenarios deportivos son condiciones demandantes de control y regulación específica.

El Consejo del Distrito Metropolitano de Quito, a fin de evitar situaciones de violencia a suscitarse en torno a los espectáculos deportivos, el 23 de Julio de 2012, expidió la ordenanza Metropolitana De Regulación Y Control De Los Espectáculos Deportivos Masivos. Su objetivo último es garantizar la comodidad de los asistentes y la seguridad integral de los mismos; su implementación se la realiza con la participación de representantes de varios sectores (MDMQ, dueños de escenarios deportivos, organizadores de eventos y aficionados) coordinados a través de dos comisiones: Técnica de Aforo y Técnica de Seguridad.

La segunda es la encargada de calificar el nivel de riesgo de un evento deportivo masivo, éste es medido según la combinación de amenazas (importancia del partido en el contexto de campeonatos nacionales y/o internacionales, comportamiento de las hinchadas analizado según datos históricos, probabilidades de ocurrencia de incendios y/o explosiones) y vulnerabilidades (condiciones en las cuales se desarrolló en el pasado un torneo similar, características generales tanto de las instalaciones físicas del escenario deportivo como de sus localidades, presencia de espectadores vulnerables -personas con discapacidad y/o de la tercera edad y niños-). El riesgo puede categorizarse como alto, medio o bajo. Esta evaluación determinará los planes de contingencia y el perímetro de seguridad a ser ejecutados por el organizador de la contienda deportiva. Las inspecciones anuales y periódicas a estadios, con capacidad superior a cinco mil asistentes, a más del régimen sancionador también se establecen en la Ordenanza Metropolitana No.0267. Indiscutiblemente, asistir a espectáculos futbolísticos constituye una esfera de la vida social provocadora de excitaciones que pueden terminar en hechos de violencia. Desde Julio 2012 existe una ordenanza que no tendrá

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