Shooting Dogs

DISPARANDO A LOS PERROS

Es una película dirigida por Michael Caton-Jones.

ARGUMENTO DE LA PELÍCULA

Joe Connor es un joven profesor británico que viaja a Ruanda para dar clases en el centro que regenta el misionero Padre Christopher, cuando estalla la Guerra en Ruanda, se le plantea un dilema: quedarse para ayudar a sus alumnos o escaparse del país.

ACERCA DE LA PELÍCULA

La película está basada en la obra de Richard Alwyn y David Belton, sobre hechos reales protagonizados por el padre Vjeko Curic, sacerdote católico que salvó la vida a un número de tutsis de las matanzas de los hutus, siendo él mismo asesinado. Entre otros protegió y salvó a David Belton, un reportero de la BBC que viajó a Ruanda a cubrir la guerra. El sacerdote le acompañó y le protegió en numerosas ocasiones, y gracias a sus reportajes muchos supieron de los horrores de aquel genocidio. Cuando tiempo después Belton supo del asesinato del padre Curic, decidió escribir el argumento junto a Richard Alwyn y producir la película. El título de la película hace referencia a las acciones de los soldados de la ONU que disparan a los perros callejeros que rescatan los cuerpos de los muertos. Puesto que los soldados de la ONU no se les permitía disparar a los extremistas hutus que habían causado la muerte de los tutsis, los perros vienen a ser un símbolo de la locura de la situación que la película intenta capturar.

ACERCA DE LOS HECHOS:

Luego de realizar una lectura histórica, sociológica, antropológica y política sobre Ruanda, comprendida de forma ampliada en los anexos de este texto, observamos que diversos factores intervinieron en el genocidio de Ruanda de 1994. Creemos que hubo una participación de las potencias en base a sus intereses económicos (subsuelo de Ruanda) e intereses de carácter geopolítico.

Ruanda no fue reconocida internacionalmente como nación el primero de julio de 1962

El 5 de julio de 1973, ocupando el cargo de Ministro de Defensa, Juvénal Habyarimana tomó el poder derrocando a su primo Grégoire Kayibanda y al gobernante partido Parmehutu. Habyarimana era el líder del Movimiento Republicano Nacional para la Democracia y el Desarrollo. Durante los 20 años en los que gobernó Ruanda, favoreció a los Hutus, el grupo social mayoritario al que él mismo pertenecía y que había estado en el poder desde 1959. El FPR era una fuerza compuesta sobre todo por expatriados Tutsis que habían desertado en masa del ejército de Uganda y cruzado la frontera.

En octubre de 1990, mientras Paul Kagame participaba en un programa de entrenamiento militar en Fort Leavenworth (Kansas), el FPR invadió Ruanda. Sólo dos días después de la invasión, Rwigema muere, convirtiendo a Kagame en comandante del FPR. A pesar de sus éxitos iniciales, una fuerza compuesta por militares belgas y franceses, hutus, y soldados de Zaire forzaron a la retirada del FPR. Intentaron una nueva invasión a finales de 1991, también con éxito limitado. La invasión incrementó la tensión étnica en la región, incluido en el vecino Burundi donde era de carácter similar. Las conversaciones de paz entre el FPR y el gobierno de Ruanda concluyeron con los acuerdos de Arusha, que incluían la participación política del FPR en Ruanda. Pero a pesar del acuerdo, las tensiones étnicas permanecieron.

El 6 de abril de 1994, el avión privado de Habyarimana, un Falcon 50 jet (regalo del Primer Ministro francés Jacques Chirac) se estrelló cerca del aeropuerto de Kigali. En la colisión murieron tanto Habyarimana como Cyprien Ntaryamira, un Hutu Presidente de Burundi. Un juez francés que investigó la muerte de los pilotos franceses del avión donde viajaban los dos presidentes, concluyó que Paul Kagame dio la orden de derribo, así mismo un juez español ha llegado a las mismas conclusiones. Kagame ordenó el ataque, aunque otros dicen que los responsables fueron extremistas hutus cercanos al gobierno del propio Habyarimana. Las muertes de ambos presidentes fue el detonante del genocidio de Ruanda. Aproximadamente 800.000 ruandeses, sobre todo de la etnia tutsi, fueron asesinados sistemáticamente por el gobierno Hutu y miles de mujeres fueron infectadas con el virus del VIH mediante violaciones. En respuesta, el FPR de Paul Kagame dio un paso adelante en sus esfuerzos para derrocar al gobierno genocida. En julio de 1994 lo consiguieron, expulsando a los genocidas del poder y acabando con los asesinatos de tutsis. Se cree que también ellos atacaron a civiles desarmados. Los cálculos sobre el número civiles hutus muertos en masacres de represalia por parte del FPR en Ruanda, van desde los 25.000 a más de 100.000.

El 4 de agosto de 1993, en Arusha, Tanzania, el gobierno de Ruanda y el Frente Patriótico Ruandés, FPR, firmaron el Acuerdo de Paz de Arusha. Las disposiciones del acuerdo incluían un compromiso con los principios del estado de derecho, la democracia, la unidad nacional, el pluralismo, el respeto de las libertades fundamentales y los derechos individuales. El acuerdo además regulaba sobre el reparto de poder, la formación de un único ejército nacional y una nueva gendarmería nacional, a partir de las dos partes enfrentadas, y una definitiva solución al problema de los refugiados ruandeses.

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda (UNAMIR, por sus siglas en inglés) fue una misión patrocinada por la ONU para contribuir con la implementación del Acuerdo de Paz de Arusha, que se firmó el 4 de agosto de 1993 con el fin de terminar la Guerra Civil de Ruanda. La misión duró desde octubre de 1993 hasta marzo de 1996. Sus actividades básicas eran las de colaborar con el proceso de paz entre el territorio dominado por el Hutu y el territorio dominado por el Frente Patriótico Ruandés. La UNAMIR se estableció por la resolución n° 872 del 5 de octubre de 1993, del Consejo de Seguridad de la ONU, para ayudar a cumplir el Acuerdo de Paz de Arusha firmado por las partes en Rwanda. El mandato de la UNAMIR era el de: contribuir a la seguridad de la ciudad de Kigali; supervisar la observancia del acuerdo de cesación del fuego, incluyendo la demarcación de la nueva zona desmilitarizada y otros procedimientos de desmilitarización; supervisar la situación en lo que se refiere a la seguridad durante el período final del mandato del Gobierno de transición, hasta que se celebrasen las elecciones; contribuir a la limpieza de las minas, en particular mediante programas de capacitación; y ayudar en la coordinación de las actividades de asistencia humanitaria en conjunción con las operaciones de socorro.

Desde el momento que se había firmado un acuerdo

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