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Sustentabilidad, Economía y medio ambiente


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  1.818 Palabras (8 Páginas)  •  275 Visitas

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REPORTE DE LECTURA

Materia: DESARROLLO SUSTENTABLE.

Nombre (Alumno):  BAUTISTA MORALES JARED EDUARDO

Numero de control:

Semestre y Grupo:

206P0532

2° “A”

Tema principal:

Sub temas o palabras clave:

Sustentabilidad, Economía y medio ambiente

  • • Lucha por sustentabilidad
  • • Medio ambiente y economía
  • • Naturaleza la base de todo

• Un solo planeta para todos

Bibliografía (estilo APA):

Panceri, J. (2021). Sustentabilidad: economía, desarrollo sustentable y medioambiente. Editorial Biblos. Recuperado de https://www.elibro.net/es/ereader/itspozarica/173414?page=17. 

Citas interesantes

 << Identifica 4 momentos interesantes y explica por qué te son de interés >>

1) El texto nos habla de una forma muy directa y concreta en el cual se nos explica que a pesar de todo lo que hemos crecido generalmente como raza humana, no nos hemos puesto a pensar de todo lo que en un futuro nos va a afectar a todos porque todos estamos viviendo en un solo planeta, este es nuestro único hogar y no hemos podido corresponderle de la misma manera en la que él nos ha brindado todos sus recursos para que nosotros tengamos una mejor calidad de vida

2) Como población somos millones de personas las cuales dependemos de los recursos que hay en el planeta

Tierra, y las proyecciones futuras dicen que la población aumentará conforme vayan pasando los

3) Este cuarto elemento de la matriz de la sustentabilidad, es el que más repercusiones ha tenido acerca de las decisiones del modelo económico que hemos elegido con todos los aciertos y errores que este modelo ha venido trayendo a lo largo del tiempo, el problema central es la degradación y contaminación del ambiente

4) Lo cierto es que como población somos millones de personas las cuales dependemos de los recursos que hay en el planeta

Tierra, y las proyecciones futuras dicen que la población aumentará conforme vayan pasando los años y esto traerá como consecuencia una mayor demanda de comida, y otros productos de primera

calidad lo cual si no es administrado y controlado apropiadamente    se         podrían         producir         varas afectaciones

Momentos aplicables a la vida cotidiana.

Se puede usar en la vida cotidiana ya que es por el bien del planeta y de nosotros mismos

Estos temas pueden servir para nuestras futuras generaciones y educarles sobre el desarrollo sustentable

Se puede usar para crear conciencia en el mundo

Resumen

Sustentabilidad: ¿de qué hablamos?

Aunque como individuos estamos tomando conciencia de que existe un problema con la degradación del medioambiente, todavía no hemos dimensionado la magnitud de ese problema ni las consecuencias futuras que enfrentaremos generacionalmente. Cierto es que hemos avanzado en calidad de vida y que el sistema tiende a incluir cada vez más habitantes en esa mejora, pero debemos reconocer que no hemos evaluado los costos que implica adoptar un modelo de desarrollo y crecimiento que ha sido despiadado con el uso de los recursos naturales. Nos cuesta entender que el costo de un bien no solo está formado por lo que demanda obtener y transformar la materia prima más servicios de comercialización, impuestos y logística, sino que, además, existe el deterioro del medioambiente y de los ecosistemas, difícil de medir en términos monetarios. Y aunque lleguemos a darle un valor a este deterioro, lo que más intranquiliza es que el daño está hecho y en la mayoría de los casos no se puede remediar, no existe el “volver atrás”; por lo tanto, todo depende de cuán inteligentes podamos ser en el consumo razonable y sustentable de los recursos, como también respecto de los procesos de industrialización que adoptemos.

 El modelo de producción, innovación tecnológica y consumo que hemos adoptado en los últimos setenta u ochenta años no ha sido gratuito para la humanidad, ni tampoco ha arrojado todos los beneficios que suponemos: las inequidades y desequilibrios han quedado demostrados, y no es una novedad la falta de posibilidades de acceder al crecimiento y desarrollo que sufre una importante franja de la sociedad.

Asimismo, las desigualdades sociales son visibles y van desde el acceso al alimento hasta la posibilidad de tener educación o un digno sistema de salud. El problema ambiental ya dejó de ser un tema académico y pasó a convertirse de conocimiento general para la sociedad.

Esto nos obliga a tratar de encontrarle una solución, y conseguir el desarrollo de acciones y procesos sustentables es un camino factible. Con una población en constante crecimiento, en un mundo finito y con recursos limitados, debemos comenzar a tratar el tema de la sustentabilidad como un objetivo alcanzable y no como un tema abstracto que solo se luce en algunos discursos, mensajes y campañas publicitarias.

La idea que tenemos sobre sustentabilidad, en términos generales, es la de “cubrir las necesidades presentes, sin alterar la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”, según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia. Ahora bien, lo que debemos tener en cuenta es que no se puede ser sustentable por un simple deseo, ley o decreto –ello es como querer ser feliz porque lo dice una ley– y de un día para el otro, pues la sustentabilidad es un proceso que se va alimentando y perfeccionando con la determinación de metas por cumplir y el aporte de todos los actores que intervienen en la sociedad. Lo que denominamos “sustentabilidad” lleva implícito una constante interrelación entre el presente y el futuro, pero además contiene un alto grado de responsabilidad, ya que las prácticas (económicas, sociales, etc.) que ejecutamos no solo deben asegurarnos un digno nivel de vida, sino también deben asegurárselo a las futuras generaciones, considerando que la cantidad y disponibilidad de recursos del planeta son acotadas y la demanda de ellos va creciendo.

Entonces, esta responsabilidad que implícitamente tenemos se vincula con lo social y está íntimamente relacionada con las acciones que el ser humano realiza.

Esta es la razón por la cual decimos que nuestras acciones y decisiones deben tender a asegurar el bienestar de las futuras generaciones, sin perjudicar el ecosistema y sus recursos. Con los elementos que hemos descripto podemos conceptualizar, de manera simple, la sustentabilidad como las acciones y decisiones que realiza y toma el individuo en su vida diaria, sin perjudicar el ecosistema y sus recursos, aceptando y respetando el compromiso de asegurar el bienestar de las futuras generaciones. Seguramente la idea de prosperidad, bajo las condiciones que socialmente nos hemos impuesto, no nos permite ver más allá de cierto umbral (corto plazo) y tomar dimensión de que estamos enfrentando un problema bastante serio –aunque tampoco tenemos que caer en ideas apocalípticas– que no solo nos perjudica en la cotidianidad, sino que lo arrastramos a próximas generaciones. En la segunda mitad del siglo XX se comenzó a hablar de sustentabilidad, ya no como un hecho aislado o como un tema destinado a la comunidad científica: el tratamiento fue abierto y enviando mensajes de alerta a la sociedad entera. Entre los mensajes de alerta emitidos, encontramos en noviembre de 1992 la advertencia que realizan 1680 científicos que representaban a 49 países y entre los que se encontraban 104 premios Nobel. Ese manifiesto se denominó “Advertencia de los científicos del mundo a la humanidad” (World Scientist Warning to Humanity). Del documento rescato estos párrafos:

Los seres humanos y el mundo material se encuentran abocados a colisionar. Las actividades humanas están infligiendo daños graves y muchas veces irreversibles al medioambiente y a un gran número de recursos esenciales. Si no se frenan, muchas de nuestras prácticas cotidianas pondrán en serio peligro el futuro que deseamos para la sociedad humana, la fauna y la flora, y alterarán de tal manera el mundo vivo de manera que este pueda tornarse incapaz de sustentar la vida tal como la conocemos. Es urgente que emprendamos cambios fundamentales para evitar la colisión a la que nos conduce nuestro rumbo presente.

La Tierra es finita, su capacidad para absorber desperdicios nocivos es finita, su capacidad para proporcionar alimentos y energía es finita, su capacidad para abastecer un número creciente de habitantes es finita […] Aceptar esto no es altruismo, sino mirar con inteligencia por el interés propio pues, industrializados o no, todos tenemos el mismo y único bote salvavidas.

El objetivo del desarrollo sustentable:

del crecimiento al desarrollo Es innata a la esencia del ser humano la necesidad de crecer y desarrollarse. Por ello nos hemos organizado socialmente y, en materia económica, la meta del crecimiento para llegar al desarrollo siempre está planteada en cualquier organización. Estos dos conceptos son distintos entre sí, pero tienen mucha relación con el medioambiente: tanto la obtención de un estatus de crecimiento como de desarrollo por parte de un país o región en el actual modelo económico están arrastrando al deterioro de los elementos que conforman el medioambiente.

Crecimiento. La idea de crecimiento está asociada a la cantidad: cuánto producimos y de qué manera evoluciona en un período. Con esta realidad a la vista, tomamos el concepto de crecimiento difundido por Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía de 1971, en su libro Crecimiento económico moderno (1973): “Existe crecimiento económico cuando aumenta la población y su producto per cápita en modo constante”. Así definido el crecimiento, podemos decir que la condición para su existencia es un aumento en los niveles de inversión y producción que llevan a la economía de una región a incrementar su producto bruto per cápita, beneficiando a la población con su mayor actividad. Pero en los últimos años hemos escuchado algunas definiciones particulares sobre crecimiento asociado con el tema ecológico y medioambiental, en las cuales vale la pena detenerse por un instante y observar sus características y particularidades.

Entre ellas, quizá la más escuchada es la de “crecimiento verde”. Si definimos que la idea de crecimiento está asociada con el PBI (con la idea de cantidad), no resulta extraño pensar que la pérdida de biodiversidad y la reducción de la capacidad de los recursos naturales para satisfacer necesidades o generar bienes repercutan en forma negativa en la evolución del producto bruto.

Desarrollo. Cuando comenzamos a hablar de desarrollo, estamos describiendo una situación de mejora en la calidad de vida de los individuos que habitan en una comunidad (aspecto cualitativo), pero aquí entran en escena elementos como educación, salud, libertades individuales, adquisición de derechos por parte de la población, igualdad, etc.

Desarrollo sustentable. Fijarnos como meta alcanzar el desarrollo, pero de manera sustentable, implica que existen límites y elementos que debemos considerar pertinentes. Es indispensable que producción, innovación tecnológica y consumo evolucionen teniendo en cuenta el concepto de sustentabilidad, pero además hay otro elemento que no debemos olvidar: la necesidad de lograr un estatus creciente de equidad. El gran problema es que la equidad supone sacrificios y está asociada al estilo de desarrollo que anhelamos y su impacto. No solo tener mayor riqueza material nos acerca a la idea de desarrollo, sino también la posibilidad de tener incorporado el derecho a la libertad, la vivienda, la educación, la salud, el trabajo, el hábitat protegido, etcétera.

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