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TEMA - LOS REFORMADORES.

noriegitamurilliEnsayo29 de Noviembre de 2016

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LA CONSTRUCCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

1. LOS REFORMADORES SOCIALES

Desde que el hombre existe, se ha interesado por sus semejantes en mayor o menor grado. Pero, sin dudas, fue a partir del cristianismo, cuando la caridad, con su sentido de amor al prójimo, cobró significación. La idea de salvación por las obras que los hombres realizan durante su vida, es básica para entender los comienzos de lo que llamaremos asistencia social, y cuya acción fue, en gran medida, ayudar a los carenciados con bienes concretos (dinero, alimentos, vestimentas, alojamiento). La limosna, la exhortación y la persuasión, como medios elementales, caracterizan este largo período en el que la fe, el sentimiento y la intuición, reemplazan al conocimiento científico frente a las situaciones que genera tal estado de carencia. De ese período, rescataremos sólo aquellos nombres que marcaron un hito, un camino que, con el tiempo conduciría a nuestra profesión.

La obra de Juan Luis Vives (1492-1540), compuesta por más de sesenta libros, con la calidad, el valor de la innovación y la variedad de su creación intelectual que abarcó, como humanista, la filosofía, la filología, la antropología, la pedagogía y la reforma social, acreditan que sea señalado como el primer precursor del Trabajo Social, ya que en toda ella aparece como una constante su preocupación por lo humano. Nacido en Valencia, España, e hijo de judíos conversos, en 1511 se alejó de su patria, a laque no volvería más, rumbo a París, atraído por el prestigio de su universidad a la que, sin embargo, encontró escolástica y formal, por lo que se trasladó a Brujas (Bélgica), y luego a Lovaina y Oxford, donde se desempeñó como profesor, aunque luego regresó a Brujas, ciudad en la que permaneció hasta su muerte.

Destacado pedagogo y humanista, influido por Tomás Moro (1480-1535) y por Erasmo (1467-1536), fue construyendo un pensamiento profundamente cristiano, a la vez que crítico, de una cultura que consideraba exclusiva de una minoría, y de una sociedad que no satisfacía las necesidades de una mayoría y que, además, desde lo religioso, limitaba la expresión de ideas. "Estamos pasando por tiempos difíciles, en que no se puede ni hablar ni callarse sin peligro", escribió en carta a Erasmo el 10 de mayo de 1534. En sus libros De disciplinis e Introducción a la Verdadera Sabiduría, sostuvo que los sentidos abren el rumbo hacia el conocimiento, anticipándose a los empiristas John Locke (1632-1704) y David Hume (1711-1776). En el primero, planteó una reforma de la pedagogía, propugnando una democratización de la cultura y de la enseñanza, introduciendo la necesidad de un planteamiento más científico de la educación, que debería realizarse de acuerdo con la naturaleza y personalidad de los alumnos. Dictó reglas para el funcionamiento de las escuelas: ambiente sano pero austero, buena alimentación, profesores cultivados y bien remunerados, pedagogía experimental partiendo del análisis de las cosas.

Introducción de juegos y un importante esfuerzo para el aprendizaje de lenguas vernáculas; además insistió en la educación intelectual y moral de las mujeres. Valioso aporte sin cabida en su época, al que debemos sumar el que haya abierto el camino para un tratamiento personalizado y racional de las discapacidades de cada individuo, eliminando el sentido de castigo divino con que estaban consideradas hasta ese momento. En 1526 publicó Del socorro a los pobres, verdadero tratado de política social dedicado a las autoridades de Brujas, en tanto que señaló que es una obligación del municipio y del Estado llevarla a cabo, sustituyendo el derecho tradicional del mendigo a la limosna por el derecho del pobre al trabajo, desvinculando, en gran medida, los problemas sociales del ámbito sacralizante de la Iglesia, con una concepción más laica y racional y de aspiración a un modelo humano de perfección dentro del ámbito terrenal. Escrito luego de investigar casa por casa las necesidades de sus habitantes y las posibles causas de la miseria, este libro está dividido en dos partes. La primera fundamenta teológica y filosóficamente el origen de la miseria, no como una bendición de Dios, sino como resultado de los errores y ambiciones de los hombres y su injusticia, o de un accidente, o de la precariedad de condiciones de nacimiento. En la segunda se refiere al modo en que la sociedad y sus gobernantes deben ocuparse de los necesitados.

 Para Vives, el pecado es causa de todos los males, incluida la pobreza, y "es de buen cristiano socorrer al hermano indigente en la medida de nuestras posibilidades."Todo indigente tiene derecho a una asistencia efectiva y organizada, basada en el conocimiento de las causas de miseria, por medio de una encuesta que tome en cuenta las circunstancias y particularidades de cada asistido." "La acción debe prolongarse tanto como sea preciso, para que el pobre pueda valerse por sí mismo y ganar el propio sustento trabajando." Vives resaltó que ningún pobre debe estar ocioso, si su salud y su edad le permiten trabajar. La mejor manera de ayudar a los pobres es capacitarlos en un oficio. Por lo tanto, la ayuda no debe limitarse al dinero, sino que debe incluir consejos, trabajo y el intento de fortalecer su capacidad intelectual, social y física. Asentó, así, las bases de la Asistencia Social, en los siguientes principios:

•El derecho del individuo a obtenerla;

•La individualización de cada situación a través de un diagnóstico, de una clasificación, de un análisis de soluciones posibles y la aplicación de medidas racionales;

•La aceptación de quien pide ayuda;

•La rehabilitación y prevención a través del trabajo;

•La acción prolongada hasta resolver definitivamente la situación.

 Finalmente, destaquemos que propugnó que el gobierno de las ciudades asumiera la administración de la asistencia a los pobres, lo que logró concretar en el municipio de Brujas, con la creación de la primera dependencia abocada a tal tarea. Esta concepción organizada de la asistencia le atrajo duras críticas de parte del clero, que defendía ese campo como propio.

En el seno de la Iglesia católica, debemos destacar a Vicente de Paúl (1576-1660). Fundó la Congregación de los Sacerdotes de la Misión, o padres paúles, también llamados lazaristas, en 1625.También organizó, en 1633, junto a una distinguida señora, Luisa de Marillac, las Damas de la Caridad, entidad integrada por mujeres pertenecientes a familias aristocráticas, dedicadas a visitar a los enfermos en los hospitales y a los pobres en sus domicilios, para llevarles la ayuda necesaria, encargándose cada una de un cierto número de familias. Perola organización no prosperó, debido a los prejuicios imperantes en la época con respecto a las mujeres, las que debían ocuparse sólo de la casa y de sus hijos.

 De ahí que Vicente de Paúl decidiera reclutar jóvenes campesinas, a las que llamó primero Siervas de los Pobres, pasando luego a ser las Hijas de la Caridad y, finalmente, Hermanas de la Caridad, lo que fue cuestionado en su momento, ya que no se concebía una congregación religiosa femenina que no fuese de clausura. La acción de Vicente de Paúl y de Luisa de Marillac se concretó también en la creación de instituciones para niños abandonados, casas de tránsito para familias sin hogar, talleres de capacitación en oficios, y por medio de asistencia material y espiritual en hospitales y cárceles, procurando en todos los casos educar a las personas, para que mejoraran sus condiciones de vida. Preocupado por las condiciones laborales de los niños y los galeotes, de cuya situación hizo denuncia, logró en Francia las primeras leyes en beneficio de ambos. Ellos serían posteriormente canonizados.

Federico Ozanam (1813-1853) continuó la obra de Vicente de Paúl, organizando en París, en 1833, las Conferencias de San Vicente de Paúl. El concepto de conferencias equivale a conversaciones, que sus integrantes realizaban haciendo rondas de visitas a los indigentes para proveerles de ayuda material y efectuar una acción moralizadora mediante una relación amistosa y frecuente.

 También en el seno de la Iglesia católica debe destacarse a Bartolomé de las Casas (1474-1566). Se graduó como bachiller en artes; ya clérigo obtuvo una plaza de doctrinero de los predicadores. En enero de 1502 embarcó en la expedición de Nicolás de Ovando, enviado por la Corte para poner orden en la colonia, y sobre todo liberar a los indios de la esclavitud a la que habían sido sometidos por los Colón. El 15 de abril de 1502 llegó a La Española (la isla caribeña de la que hoy forman parte la república Dominicana y Haití).

 En 1510 ofició de traductor de los sermones del dominico fray Pedro de Córdoba. Por aquella época decidió su incorporación a esa orden. En 1511 pasó a Cuba, donde se le adjudicó una encomienda de indios a la que poco después renunció, y dedicó su vida a luchar contra esa institución y a defender los derechos de los indios, hasta lograr, en1542, las llamadas Leyes de Indias, que suprimían las encomiendas. Consagrado obispo en Sevilla en 1544 se lo designó a su pedido en Chiapas, desde donde impone una serie de medidas disciplinarias contra los abusos del sistema colonial vigente, incluso la negación de la confesión contra todo colono que tuviera indios a su servicio". Merecen destacarse sus trabajos Memoriales sobre la reformulación de las Indias (1513), De único vocationis modo (1531) en el cual demanda por una justicia social y la Historia general de las Indias1492-1550, publicado en 1875.

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