TENDENCIAS DEL COMPORTAMIENTO DE LA ECONOMIA MEXICANA EN EL MARCO DE LA PANDEMIA DE COVID-19
Michel LezcanoEnsayo2 de Noviembre de 2022
8.080 Palabras (33 Páginas)79 Visitas
[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]
[pic 5]
DIVISION ACADEMICA DE CIENCIAS ECONOMICO-ADMINISTRATIVAS
Asignatura:
MACROECONOMIA
GRUPO: 5°C
AULA: G5
LICENCIATURA EN ADMINISTRACION
CICLO ESCOLAR
: FEBRERO — AGOSTO 2020
DOCENTE:
MENDEZ MAGAÑA WILVER
TENDENCIAS DEL COMPORTAMIENTO DE LA ECONOMIA MEXICANA EN EL CORTO Y MEDIO PLAZOS, EN EL MARCO DE LA PANDEMIA DE COVID-19
PRESENTAN: [pic 6]
LEZCANO RAMIREZ EDWIN MICHELL
Introducción.
La contingencia sanitaria internacional provocada por la enfermedad COVID-19 amenaza la vida de millones de personas en el mundo. Aunque es una crisis sanitaria, la pandemia también tendrá un inevitable impacto en la economía, el comercio, los empleos, el bienestar y las condiciones de vida de la población. Para México, esto representa un reto de enorme complejidad por las múltiples implicaciones de la crisis y las fragilidades estructurales con las que se enfrenta.
Este ensayo busca identificar los principales factores que se verán involucrados por la contingencia sanitaria y las consecuencias macroeconómicas que esta traerá a la economía mexicana. Analizando cada uno de ellos en corto y largo plazo buscando contribuir a los esfuerzos del estado mexicano para enfrentar esta difícil coyuntura, aportando elementos para la discusión pública y la toma de decisiones, especialmente en materia de desarrollo social posterior a la pandemia.
La pandemia de COVID-19 no solo nos enfrenta a la urgente necesidad de promover la construcción de un sistema de protección social que asegure la resiliencia y el avance progresivo de la sociedad en México si no de enfrentar los impactos macroeconómicos potenciales por el coronavirus.
Diagnostico
El 31 de diciembre de 2019 inició una de las peores epidemias que ha tenido el planeta en
su historia reciente. En Wuhan, capital de la provincia de Hubei, China, fueron detectados
los primeros casos del nuevo virus denominado coronavirus En todos los países hay preocupación no sólo por los impactos en la salud pública y en los decesos causados por la enfermedad, sino también por la existencia de un gran riesgo de una crisis económica que ya algunos consideran anticipadamente como la peor desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el momento es imposible prever con exactitud los efectos económicos de la actual pandemia, ya que no se conoce con precisión cómo se desenvolverá en el tiempo y en los territorios. Sin embargo, se han comenzado a realizar algunas estimaciones que permitirán detonar acciones de recuperación económica.
Una estimación de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo que el virus causará una desaceleración con tasas por debajo del 2.5% en el crecimiento mundial, lo cual se considera el umbral de una recesión económica o bien el Fondo Monetario Internacional anticipa que podría darse una contracción del 1.5%. Para la economía mexicana se han dado a conocer una amplia variedad de pronósticos, los cuales van desde una contracción del 1.5% hasta una de 4.5%.
Ante la crisis que se avecina, los gobiernos, empresas y familias están interesadas en conocer los niveles esperados de las principales variables macroeconómicas para establecer estrategias que les permita verse afectadas lo menos posible. Ante el aumento de casos confirmados por COVID-19 en México, la moneda mexicana se depreció más de 30 % a finales de febrero el dólar cerró en 19.64 pesos y el 23 de marzo en 25.68 pesos. Sin embargo, el choque en la producción apenas comienza.
La epidemia puede presentar diferentes impactos en la economía mexicana debido
a los diversos canales de su transmisión, tanto internos como externos. Por un lado, está su efecto a través del comercio exterior, el cual depende en más del 80% de la economía de los Estados Unidos. Un segundo efecto internacional proviene de los choques sobre los precios del petróleo; la desaceleración de la economía mundial por el virus reduce la demanda de dicho energético y da lugar a guerras de precios entre los grandes países productores para mantener sus cuotas de mercado. Finalmente, hay un efecto interno que depende de los impactos sobre la producción, empleos y gastos en prevención y atención a los que da lugar la extensión del virus en el territorio mexicano.
Los resultados potenciales que más esperaríamos serian principalmente que los impactos macroeconómicos causados por el coronavirus serian la caída de la productividad en México, existen diversos factores que provocaran la reducción en el crecimiento económico nacional del 3.3% por motivos de la desaceleración económica del 2% que se ha estimado para la economía de los Estados unidos que afectara directamente a los precios del petróleo. Toda esta perdida traerá como consecuencias el descenso de un millón de trabajos, menos presiones inflacionarias en la economía mexicana y problemas en las finanzas publicas de 2020.
En un informe publicado el 26 de marzo del 2020 por la UNAM se describen en grandes rasgos los puntos anteriormente mencionados pues la caída esperada para la economía mexicana en el primer trimestre del año será resultado de la combinación de la restricción interna en México y la desaceleración económica en Estados Unidos debido al COVID-19. Sin embargo, después de esos efectos, el riesgo principal de la profundidad que alcance la crisis provendrá de los ajustes en la economía internacional.
El impacto de la caída de los precios del petróleo será marginal en el crecimiento económico, pero será la causa principal de los desequilibrios en las finanzas públicas. Los mayores impactos esperados provendrán de la reducción del consumo, de las exportaciones petroleras y no petroleras, de los servicios y de la demanda de importaciones. En el segundo y tercer trimestre del año se espera ocurrirá la mayor desaceleración económica y en estos trimestres las personas desocupadas podrían sobrepasar el millón.
Con estos impactos macroeconómicos se espera que la economía mexicana vuelva a poner al centro de la discusión la necesidad de medidas urgentes la reactivación económica sustentada en la inversión pública y privada.
Mientras más personas dejen de laborar en México, la presión sobre el tipo de cambio aumentará debido a seis principales factores, la primera de ellas es el colapso del sector turístico, que representó el 8.7 % del PIB en México en 2018. Las restricciones de vuelos, cierre de hoteles, playas y atracciones turísticas harán que el sector sea uno de las más afectados por un tiempo indefinido. Además, el sector emplea al 6 % del sector formal remunerado del país.
Otro factor importante es la disminución en las exportaciones debido a la reducción de la demanda por bienes mexicanos en el extranjero. La actividad manufacturera representó 15.9% del PIB en 2019 y las exportaciones manufactureras representaron 89 % de las exportaciones totales. El cierre de plantas en el sector automotriz y otros sectores tendrán repercusiones fuertes sobre la actividad económica, así como en el mercado laboral. De la misma forma, y como ya habíamos mencionado el colapso en el precio del petróleo cayó a un mínimo histórico de 14.54 dólares por barril, lo cual implica una menor cantidad de dólares entrando a la economía mexicana. La disminución de los ingresos de Pemex representa un reto adicional para el sector público, debido a la posición financiera deficitaria de la empresa. Está por verse la reacción de las agencias calificadoras con respecto a la calificación de su deuda y su repercusión sobre el valor del peso.
Todos estos factores perjudicarán de una manera u otra a la economía mexicana, puesto que, además de ellos las inversiones extranjeras se verán afectadas ya que la depreciación de la moneda mexicana frente al dólar provocara que los agentes de inversión busquen otros lugares más seguros para invertir y estos inversionistas perderán la confianza la confianza en el peso mexicano, incluso antes de que dicho escenario se haga realidad.
Entonces ¿Bajo qué contexto tiene que enfrentar la crisis el gobierno mexicano? Durante 2019, el PIB en México decreció 0.1 % y la deuda neta total cerró en 35.2 % del PIB, de la cual el 27.5 % del PIB constituye deuda interna y 7.7 % del PIB deuda externa. La depreciación actual ya está aumentando el costo del servicio de la deuda y se anticipa que dicha tendencia continúe, Sin embargo, la administración federal mantuvo su promesa de generar un superávit primario (1.1 % del PIB).
A diferencia de la crisis de 2009, en donde México tenía suficiente espacio para contraer deuda e inyectar dinero en la economía, la actual pandemia sorprendió a México en una posición fiscal delicada. No obstante, el gobierno puede utilizar a su favor el compromiso que cumplió de tener un superávit primario para dar certidumbre sobre el futuro comportamiento de las finanzas públicas.
Todos estos factores económicos presentaran diversos escenarios, a corto y largo plazo, sobre el impacto macroeconómico que tendrá México por lo causado por el COVID-19 mediante una serie de simulacros y modelos econométricos trimestrales realizados por la UNAM. En dicho modelo se definieron tres escenarios individuales que buscan comprender las causas y los canales de los efectos a los que ya se hizo referencia, además de un cuarto escenario que integra los tres escenarios individuales.
...