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TIPOLOGIAS DE COMUNICACION PARA EL DESARROLLO


Enviado por   •  14 de Septiembre de 2012  •  7.285 Palabras (30 Páginas)  •  723 Visitas

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TIPOLOGÍAS DE COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO

Vigmar Vargas T.*

El desarrollo económico y social es una meta universal, no sólo un reto que atañe exclusivamente a los países llamados del Tercer Mundo, en realidad, todos los seres humanos estamos llamados a contribuir a este propósito y en este trabajo estudiaremos cómo la Comunicación ha estado y está relacionada al Desarrollo, entendiendo que “toda concepción y acción de desarrollo supone una otra comunicativa”. (Contreras, 2000 y Alfaro, 1993)

Por tanto, en el presente trabajo estudiaremos los pasos por los que ha transitado la Comunicación Latinoamericana relacionada al Desarrollo a partir de un estudio teórico del planteamiento del Dr. Luis Ramiro Beltrán quien propone tres encuentros a los cuales llama tipologías de Comunicación para el Desarrollo, las cuales son: “La comunicación de desarrollo”, “La comunicación de apoyo al desarrollo” y “La comunicación alternativa para el desarrollo democrático”.

PRIMERA TIPOLOGÍA: “LA COMUNICACIÓN DE DESARROLLO”

“Es, en esencia, la noción de que los medios masivos de comunicación tienen la capacidad de crear una atmósfera pública favorable al cambio, la que se considera indispensable para la modernización de sociedades tradicionales por medio del progreso tecnológico y el crecimiento económico”. (Beltrán, 1993)

EL DESARROLLISMO MODERNIZADOR

Existen tres elementos esenciales después de la Segunda Guerra Mundial que favorecieron el inicio de la teoría del desarrollo y la modernización: a) El surgimiento de Estados Unidos como una potencia, este país se convirtió en un líder mundial con la implementación del Plan Marshall para reconstruir a la devastada Europa Occidental; b) se difundió un movimiento comunista mundial. La ex Unión Soviética extendió su modelo no sólo a Europa Oriental, sino también a China y Corea, y c) hubo una desintegración de los imperios coloniales europeos en Asia y África, dando lugar a nuevas naciones–estados, quienes buscaban un modelo de desarrollo para promover sus economías y aumentar su independencia política.

A decir de Karina Herrera (2001) la primera aparición del término “desarrollo” fue establecida luego de la Primera Guerra Mundial, a través de Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos, en su discurso denominado Catorce Puntos para la Paz donde se concebía al desarrollo como progreso. El progreso entendido en la preocupación por el

* Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, docente de Comunicación y Desarrollo en la U.C.B. Tarija.

adelanto técnico y la aplicación de nuevos métodos para el mejor aprovechamiento del potencial productivo, además de la modernización de las instituciones sociales y de las formas de vida. (Sunkel, 1970)

Posteriormente cuando Harry Truman – Presidente de los Estados Unidos – asume la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial pronuncia en 1949 un discurso titulado PUNTO CUATRO donde se refiere al desarrollo como sinónimo de modernización, en ese discurso se refiriere de un sector de las naciones del mundo como privadas de los alcances de la modernización, así se da inicio a la asistencia técnica para los países menos desarrollados con el objetivo de igualar la riqueza de los países ricos y pobres. (Lerner, 1972)

Entendemos así que la modernización se caracteriza por los siguientes aspectos: constituye un proceso homogenizador, a través del cual las distintas sociedades tienden a converger; la fase inicial de proceso tiende a identificarse con el modelo europeo occidental o norteamericano de país moderno; constituye un proceso prolongado, donde el cambio social se concibe de forma evolutiva y gradual; la diferenciación conduce, por una parte a la autonomización de todas y cada una de las esferas sociales – economía, política, cultura, etc. – y, por otra parte a una creciente especialización de funciones.

La modernización tiene una visión lineal del desarrollo – lo que implica la noción de secuencia natural de cambio, de mutación gradual y espontánea – sumada a la idea del crecimiento económico como factor imprescindible de alcanzar estadios superiores. Se advierte además que la modernización es un proceso, basado más en la evolución que en un salto revolucionario.

En este contexto en sus primeras definiciones el desarrollo, se concibe como un proceso de extensión de modernas técnicas, capacidades y organización social, irradiado desde las sociedades industrializadas hacia los centros urbanos en los países periféricos y de estas áreas a las atrasadas zonas rurales (Pereira, 1998). El desarrollo se homologará a la modernización, es decir, al conjunto de transformaciones sociales, culturales y científicas que se dan como expansión de los grandes cambios que produce el desarrollo industrial y tecnológico. Desde este punto de vista, la tarea consistirá en emprender la transición a la modernización en los países rezagados, subdesarrollados, con el fin de que éstos superen etapas estructurales y mentales de atraso, y se incorporen más temprano que tarde a las fases institucionales de la integración nacional el crecimiento económico y sus principios reguladores de la eficiencia y la efectividad.

¿Y qué significaría en el contexto latinoamericano adaptar patrones de comportamiento modernos, originados en los centros de decisión capitalista más avanzados, capaces incluso de modelar las demandas y las aspiraciones más sentidas de la población? Ante todo, implicaría el cambio de mentalidades tradicionales, así como la internalización de racionalidades, básicamente técnico-económicas que venían desde afuera. Una vez apropiadas, se suponía que éstas conformarían valores, motivaciones y comportamientos orientados hacia la competitividad económica y la participación política garantizando así la expansión de los polos de la modernidad y sus promesas de integrar a los marginados y educar a los analfabetos. (Caletti, citado por Pereira, 1998).

Así se consideró a los pueblos latinoamericanos como sociedades resistentes al cambio cultural, entendiendo esta resistencia regida por valores que superan al individuo, tales como la tradición, la magia, la divinidad, los antepasados y lo sagrado.

Los programas para llegar a la modernización – pensados y elaborados afuera – tenían como destino principal el área rural. Así dice Schramm (1964), la agricultura

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