Terrenos de juego de un neoliberalismo de choque

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JUEGOS OLIMPICOS Y COPA DEL MUNDO

LUISA FERNANDA RABELO AMEZQUITA

ID 613874

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA UNIMINUTO

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

COMUNICACIÓN ESCRITA Y PROCESOS LECTORES

PRIMER SEMESTRE

FUNZA, CUNDINAMARCA

Martes 17 de junio de 2014

Juegos Olímpicos y Copa del Mundo

Terrenos de juego de un neoliberalismo de choque

Olivier Petitjean

Los grandes certámenes deportivos son muy costosos, y estos a su vez se tornan en comunidades financieras, de tal forma que generan como resultado inquietudes sobre el forzamiento sindical, el traslado de los habitantes infortunados para elaborar construcciones, la corrupción, que sólo benefician a los patrocinadores y a las mismas comunidades financieras. Existen diferentes tipos de eventos de esta índole y se permite cualquier manera de hacer publicidad; lo cual contrae un derroche de dinero en un alto nivel. Estas entidades no  tienen que presentar cuentas, ni sujetarse a evidenciar legalidad financiera; la sombra de su funcionamiento interno y de su liderazgo es objeto de críticas constantes. Por otra parte, estas comunidades financieras, en este caso la FIFA (La Fédération Internationale de Football Association), se han visto involucrada en controversiales escándalos de corrupción, de falsedad y fraude de fondos. Su presidente desde 1998, Sepp Blatter, ha sido inculpado de perversión y de conflictos internos que han llevado a la renuncia de varios miembros del comité. Los excesos de fondos que ha supuesto la organización de los Juegos Olimpicos de Sotchi, provocan fuertes sospechas de deshonestidad, son el habla de todos, el derroche colectivo de los estimados son de hecho el patrón en los vastos eventos deportivos. También es verdad que los grandes eventos deportivos atraen consigo una serie de ventajas económicas indirectas y sutiles, pero se ponen en duda cuando se estudia la inversión.

Los eventos deportivos sirven entonces de excusa para grandes operaciones de renovación y de construcción la que suele parecer una limpieza cívica, en las que se ven afectadas la clase más pobre de la comunidad en un sinfín de numerosas familias laceradas a causas de la construcción de estas sedes. En Sudáfrica, los residentes desterrados de las áreas de construcción, fueron llevados a albergues temporales. La reforma de las localidades trae consigo un proceso de privatización y de desglose a resistir más tiempo, de lo que tarda el evento y en los países hospedadores, prometen organizar los sucesos deportivos más “verdes”. Ya en 2011 los sindicatos denunciaron las situaciones de esclavitud a la que están sometidos los trabajadores inmigrantes en las obras de construcción para la Copa del Mundo en Catar. Por otra parte quedaron secuelas graves desde el punto de vista de la seguridad y de la degeneración de las condiciones de trabajo de los obreros.

 Los mensajes publicitarios difundidos nos llaman la atención en cualquier lugar, esta quimera comercial resulta costosa, ya que  ocurre que las grandes comunidades deportivas ocultan tras una portada relativa y festiva una violencia oculta y una conflictividad general. Por un lado, las victimas multiplican los actos de protesta, un fenómeno que los medios de comunicación suelen opacar para no dañar la festividad. En otra instancia el “festejo” fortalece formas más o menos sublimadas de violencia, a menudo de inspiración regionalista, Sin mencionar el aumento exponencial del tráfico de drogas y de la prostitución.

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