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UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA


Enviado por   •  13 de Junio de 2014  •  5.659 Palabras (23 Páginas)  •  237 Visitas

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Hugo Rafael Chávez Frías

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

Carmen Meléndez Rivas

Ministra del Poder Popular del Despacho de la Presidencia

y Seguimiento de la Gestión de Gobierno

Madele ine Montilla Parra

Directora General de Gestión Comunicacional

Alejandro Valdez Gómez

Director de Archivos y Publicaciones

Gladys Ortega Dávila

Jefa de la División de Publicaciones

© Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia

y Seguimiento de la Gestión de Gobierno

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA

Ediciones de la Presidencia de la República

Caracas - Venezuela, 2012

www.venezuela.gob.ve

Depósito Legal: lf53320123204448

ISBN: 978-980-03-0430-3

Portada y Maquetación: Julio Añón, Glorilib Montilla

Corrección de Textos: Talia Ruiz, Marisela Montiel

Fotografías: Prensa Presidencial

Unidad, Lucha

Batalla y Victoria

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PRESENTACIÓN

El pasado 27 de noviembre el Comandante Presidente

de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez

Frías, partió a la hermana República de Cuba para recibir

un tratamiento de oxigenación hiperbárica que contribuiría

a la recuperación de su salud, a más de un año y medio

de haber anunciado a la nación venezolana y a todos los

pueblos del mundo, su intención de seguir librando una

gran lucha por la vida.

En el campo de batalla, reaparece la adversidad y la

obligación de enfrentarla con decisiones estratégicas. Con

la voluntad y entereza que lo caracterizan, el Comandante

Chávez asumió la necesidad de volver a Venezuela −el 7

de diciembre de 2012− para reafirmar su lealtad con el

Pueblo y su compromiso con la Revolución.

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Tan sólo un día después, el Presidente volvió a hablar

a la nación entera. Cuarenta minutos bastaron para estremecer

al mundo. Con una gran responsabilidad y el corazón

lleno de amor, el Comandante reveló los peligros del

camino al cual se enfrentaría, con la nueva operación

dando una clase magistral de fortaleza, una batalla más

donde confronta el problema de la salud con mucha mística,

fe y esperanza.

En una demostración de grandeza, el Chávez pueblo

superó al Chávez hombre para abrir el camino de

la irreversibilidad del camino socialista, naciendo verdaderamente

su ideología como forma de pensamiento

político y moral que trasciende lo físico y

reivindicando la unidad de las fuerzas revolucionarias,

civiles y militares, para seguir construyendo Patria.

Su entrega y responsabilidad fueron retribuidas con

miles de manifestaciones de apoyo, desde su natal Sabaneta

hasta los lugares más recónditos del planeta.

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Una fuerza recorre el mundo y se escucha en un clamor

popular, entre lágrimas y esperanzas, entre alegría

y coraje. Frente a la nueva batalla elevamos plegarias

para su retorno, sano, con su sabiduría, orientaciones,

liderazgo; desde aquí su casa sus hijos e hijas, sus soldadas

y soldados le irradiamos fuerza, amor, alegría, energía

positiva y unidos a las voces de los Pueblos para

lanzar, en una sola voz, el grito libertador:

¡Que viva Chávez!

¡Que viva la Patria!

¡Viviremos y Venceremos¡

¡Chávez somos todos!

CARMEN TERESA MELéNDEz RIVAS

Ministra del Poder Popular del Despacho de la Presidencia

y Seguimiento de la Gestión de Gobierno

¡Eficiencia o nada!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Unidad, Lucha,

Batalla y Victoria

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¡Hoy, por fin, después de tanta lucha tenemos Patria a

la cual seguir haciendo el sacrificio!

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PALABRAS DEL PRESIDENTE

HUGO CHÁVEz FRÍAS A SU

ARRIBO A VENEzUELA

Aeropuerto Internacional de Maiquetía

Viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Cómo están ustedes muchachos?, ¿qué tal? Estaba

saliendo de Cuba a buena hora y Fidel Castro me agarró

en el lobby, ahí nos sentamos un rato y no se por

qué caímos en unos poemas; yo le entré a poemas de

Andrés Eloy Blanco, de César Rengifo y hasta de Luis

Alberto Crespo; no sé por qué estábamos hablando

del ardimiento, del arder, entonces yo le recordaba un

poema de Alberto Arvelo Torrealba dedicado a Bolívar,

es bellísimo, Por aquí pasó: Por aquí pasó compadre/

hacia aquellos montes lejos/ por aquí vestido de

humo/ mi general que iba ardiendo. Entonces le pregunto

a Fidel: Fidel, ¿desde cuándo tú ardes? Me dijo:

“creo que desde que pasé hambre”, y empezó a echarme

el cuento de cuando lo mandaron a estudiar no se a

dónde y pasaba hambre. Ese cuento él lo explica muy

bien en varios libros, como el de Cien horas con Fidel,

pero hay otro de Katiuska Blanco, Guerrillero del

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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tiempo, ese libro es memorable y hay que leerlo. Mientras

sigo conversando con Fidel me dice: “Y tú, ¿desde

cuándo ardes?”. Y yo le respondo: desde que era el arañero

de Sabaneta, porque es un ardimiento. Entonces

agrega: “Y nunca se apaga Chávez, ni que uno quiera

se apaga”.

Fidel leyó, o alguien le comentó del relato de El capitán

sin nombre, de los que publicó Luis Alberto Crespo, hace

poco, con motivo de los 20 años del 4 del febrero de 1992,

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en un libro muy bueno y muy bonito de relatos, anécdotas

y reflexiones. Luis Alberto Crespo fue por Elorza y llegó

a la plaza en unas fiestas patronales, eso él lo escribe ahora,

20 años después, y dice que aquello era como un realismo

mágico, con el Arauca por este lado y que ahí había de

todo: borrachos, indios, contrabandistas, amansadores de

potros, coleadores, pero todos se paraban ahí en la plaza

Bolívar de Elorza, a 100 metros del Arauca, y él se paró

también y vio a un hombre de uniforme, con un megáfono

hablando y se quedó ahí oyendo con todo el mundo

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que estaban como ensimismados, y que el Arauca no sé

qué hacía cuando la tarde se iba con el sol. Andaba con

José León Tapia, y cuando iban por los caminos polvorientos

de Elorza rumbo a Barinas, tres días después de las

fiestas, le preguntó a José León: “¿Tú conoces a ese Capitán?”.

Y este le respondió: “Si, como no”. Y Luis Alberto

agrega: “Ese Capitán va a echar una vaina en este país porque

anda ardiendo”, y por ahí es que viene el cuento del

ardimiento.

Recuerdo a César Rengifo y le digo a Fidel: Ay, Fidel,

tú no has leído a César Rengifo. Y me responde: “¿Rengifo?

sí, Lo que dejó la tempestad”, y más o menos le hago

un resumen de cómo termina esa historia de cuando a

Ezequiel zamora lo asesinan y se lo llevan los soldados y

Grusca La loca llorando pega un grito que dice: “¡Ezequiel

zamora en mis manos está tu llamarada!”, y así termina

esa obra maravillosa, otra vez la llamarada, el fuego. Me

despedí de Fidel que se quedó ahí sentaíto, y le dije: ¡Fidel

Castro en mis manos llevo tu llamarada! Duramos como

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

dos horas echando cuentos y poemas y todo, de Maisanta

también; Fidel dice que las cargas de caballería de Maisanta

eran la mismas que las del general y prócer cubano Antonio

Maceo, que eran los de a caballo, las cargas de machete.

Estábamos recordando también que hoy amanece 7 de

diciembre −es temprano para parrandear, es la hora buena

pa´la pachanga− y se cumplen dos meses del triunfo de

octubre, pero ayer se cumplieron 14 años de la victoria del

6 de diciembre de 1998 y estamos a ocho días de la victoria

que viene el 16 de diciembre.

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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Fíjate cómo venimos, Nicolás Maduro, vicepresidente,

de victoria en victoria, porque es la voltereta de la historia,

nosotros somos los descendientes de los derrotados de

siempre. A Simón Bolívar lo echaron de aquí y acabaron

con todo lo que había construido, lo patearon; lo escupieron

a él y a todos los patriotas como a zamora, pero ahora

han vuelto triunfantes y nos toca a nosotros la enorme responsabilidad

de encarnarlo en el medio del ardimiento.

Fidel me dijo también: “Chávez, hay otra cosa del ardimiento

ese del que tú hablas: se regó por América Latina

y quién lo va a apagar; está regado por todos lados y quién

va a apagar ese ardimiento, Chávez, si no hay agua en todo

el universo para apagar el ardimiento ese”. ¡No! ¡Nadie lo

va a apagar!

Estoy muy feliz, como ustedes ven, de llegar aquí de

nuevo a Maiquetía, tengo mucho optimismo y mucho

ánimo; estamos a nueve días de las elecciones regionales.

¿Ya pagaron todos los aguinaldos? No gasten los aguinaldos,

hay que ahorrar lo que se pueda, ahora son tres meses

de aguinaldos y otros beneficios mas. ¿Cuántas gobernaciones

vamos a ganar? He estado leyendo informes y

viendo imágenes y hay mucha motivación en las calles,

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

mucha fuerza ¿Cuándo nosotros tuvimos una Fuerza Armada

como la que hoy tenemos? ¡Cuándo en 200 años!

Ahora está primero el sentido patrio y la unidad interna;

las nuevas generaciones ya adquieren la consciencia de la

unión con el pueblo, nunca antes eso existió.

Veinte años atrás, apenas, no había Patria; aquí no

había pueblo porque pueblo no es sólo la sumatoria de

gente, como decía Jean-Jacques Rousseau; para que exista

un pueblo tiene que haber una multitud o un conjunto de

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seres humanos que beban de la misma fuente histórica con

consciencia y, además, que tengan un proyecto común,

eso no es un pueblo sino es un reguero e´gente, un país

anarquizado, sin liderazgo, sin Fuerza Armada, enfrentados,

matándonos unos a otros militares contra civiles, la

burguesía llevándose el dinero y el imperio haciendo lo

que le daba la gana. Cuántas cosas han pasado en 20 años,

no es poca cosa lo que hemos logrado pero lo que tenemos

que hacer es mucho más grande aún.

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¡Debemos garantizar la marcha de la Revolución

Bolivariana, la marcha victoriosa de esta Revolución!

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CONSEJO DE MINISTROS

Cadena nacional

Despacho Uno, Palacio de Miraflores

Sábado, 8 de diciembre de 2012

Buenas noches Venezuela, buenas noches a todo el pueblo

venezolano, desde este querido recinto, el llamado Despacho

Uno de la Presidencia de la República. Aquí estoy al

lado de Nicolás Maduro, vicepresidente de la República Bolivariana

de Venezuela; de Diosdado Cabello, presidente

de la Asamblea Nacional; Yadira Córdova, vicepresidenta

del Consejo de Ministros para el Área Social; Jorge Giordani,

vicepresidente del Consejo de Ministros para el Área

Económica Financiera; Rafael Ramírez, vicepresidente del

Consejo de Ministros para el Desarrollo Territorial y Vivienda;

Ricardo Menéndez, vicepresidente del Consejo de

Ministros para el Desarrollo Económico Productivo; y los

ministros Jorge Arreaza, de Ciencia y Tecnología; el almirante

Diego Molero Bellavia, de Defensa; Ernesto Villegas,

de Comunicación e Información; Carmen Teresa Meléndez,

del Despacho de la Presidencia; el general Ornella Ferreira,

jefe de la Casa Militar, el ayudante Teniente Escalona

y el batallón de Teresa Maniglia en Prensa Presidencial.

Buenas noches a todos y a todas. Ustedes saben,

mis queridas amigas y amigos venezolanos, que no es

mi estilo realizar una cadena nacional un sábado por

la noche −y menos a esta hora, 9:30 de la noche−,

pero me veo obligado por las circunstancias a diri-

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

girme a ustedes, pueblo venezolano, nación venezolana,

compatriotas todos.

Como es bien sabido, pues, nosotros hemos venido

dando −además de todas las batallas políticas, económicas

y sociales−, esta batalla histórica que nos ha tocado. Gracias

a Dios que nos tocó retomar las banderas de Simón

Bolívar, las banderas desgarradas, mancilladas y pisoteadas

durante casi todo el siglo XIX después de la epopeya y durante

casi todo el siglo XX. Y nos ha tocado a nosotros,

pues, terminando el siglo XX y comenzando el XXI, comenzar

aquí una nueva era.

Antenoche me decía Fidel Castro, despidiéndonos en

La Habana: “Bueno Chávez, esa llamarada”. La llamarada

se hizo continente, ¡la llamarada!, ¡el fuego sagrado! Fue

como una resurrección lo que hemos visto, lo que hemos

vivido. Aquí había un continente dormido, un pueblo

como muerto, y llegó el Lázaro colectivo y se levantó a finales

de los ochenta y noventa, terminando el siglo XX,

pues. Aquí en Venezuela se levantó una Revolución, un

pueblo, y nos ha tocado a nosotros, a muchos de nosotros

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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–mujeres y hombres− asumir responsabilidades, papeles

de vanguardia, papeles de dirección y de liderazgo

por distintas razones civiles y militares, y hemos confluido

distintas corrientes terminando un siglo y comenzando

otro.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

En Venezuela se desató la última Revolución del siglo

XX y la primera del siglo XXI, Revolución que − ¿quién

lo puede dudar? − ha tenido y seguirá teniendo impactos

en la América Latina, en el Caribe y más allá. Pues además

de todas esas batallas se presentó una adicional, imprevista,

repentina para mí y para todos nosotros porque

tengo la dicha de sentirme acompañado, de no ser un solitario;

y luego hemos estado enfrentando el problema de

la salud con mucha mística, con mucha fe, con mucha esperanza,

con mucha dedicación en lo individual, en lo familiar

y en lo colectivo, como una gran familia. Hemos

enfrentado, además, manipulaciones, miserias, etcétera,

pero por encima de todo con la frente en alto, con la dignidad

incólume, como pueblo, como nación y yo como

individuo, como uno más de esta gran corriente bolivariana

que aquí se desató.

Comenzando el año tuvimos una recaída que fue

enfrentada, sin duda, con gran éxito, por cuanto terminábamos

el tratamiento de la radioterapia en mayo

y unos días después, apenas estábamos inscribiendo la

candidatura a la Presidencia de la República. Como

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recordamos, yo insistí −y así lo hicimos− en hacerme

todos los chequeos médicos antes de inscribir la candidatura

aquí en Venezuela, y bueno, todos los resultados

fueron favorables. Si hubiese surgido algún

resultado negativo en esos exámenes, tengan ustedes

la seguridad que yo no hubiese inscrito y asumido la

candidatura presidencial.

Afortunadamente esta Revolución no depende de un

hombre; hemos pasado etapas y hoy tenemos un liderazgo

colectivo que se ha desplegado por todas partes.

Desde los casi 10 días que estuvimos en La Habana y en

estas horas desde nuestra llegada ayer −casi al amanecer−,

me ha dado mucho gusto verificar y constatar, una

vez más, ese liderazgo colectivo. ¡Dígame la campaña

para las elecciones de gobernadores! Andan desplegados

nuestros líderes, nuestros cuadros, hombres y mujeres

con un gran fervor patrio, un fervor participativo, organizativo,

con propuestas, con ideas, con altura de debate;

un fervor organizativo de las bases populares, de participación;

eso nunca se vio aquí ¡Jamás! Creo que casi en

200 años jamás se vio, en verdad.

Yo les felicito y estoy seguro que escribiremos otra página

grandiosa el próximo domingo 16 de diciembre.

Bueno, también me ha dado mucho gusto verificar y

constatar cómo marcha, cómo estamos cerrando ciclos

¿no? Hicimos un esfuerzo grande para asegurar el pago

de aguinaldos, bonificaciones para todos los empleados,

trabajadores, trabajadoras, y no sólo del gobierno central,

sino también de las gobernaciones y alcaldías.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Y, bueno, hay un fervor −además del fervor político

electoral, rumbo al 16 de diciembre− también familiar,

navideño, desatado por todas partes como marchan los

proyectos fundamentales del Gobierno: la Gran Misión

Vivienda Venezuela, el tema económico, el ingreso al Mercosur.

¡Todo eso marcha y a buen paso! El tema de las inspecciones,

como lo dije en esta misma mesa, también

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marcha muy bien con los inspectores corrigiendo a

tiempo, con mano firme y orientadora.

Allí está la almiranta Carmen, la llaman “La inspectora”,

¿no? Y andan desplegados los inspectores. Tengo ya

bastantes informes y se están tomando medidas correctivas,

y hay que seguirlo haciendo en todos los ámbitos.

Bien, ahora, volviendo al tema central, como decía, comenzó

la campaña electoral, una recuperación exitosa;

todos los eventos militares que hicimos; luego la campaña,

las giras por el país; luego enfrentamos las inundaciones

de Cumanacoa; luego la tragedia de Amuay, terminando

agosto; y en septiembre el remate de la campaña electoral

para la elección presidencial: las giras, la última avalancha

de Sabaneta a Miraflores y el diluvio que nos cayó aquí en

las siete avenidas que se desbordaron de Patria.

Digo todo esto porque por ahí han surgido versiones

de que todo fue un engaño. ¡No! Enfrenté esa campaña

con todo mi fervor, como siempre, y acompañado por ese

pueblo, fervoroso también, y haciendo un esfuerzo, como

siempre lo hemos venido haciendo.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Inmediatamente al terminar o al coronar la gran victoria

del 7 de octubre, a los pocos días, me repetí los

exámenes, aquí en Venezuela y allá en La Habana, y

todo salió bien. Sin embargo empezó alguna inflamación

y algunos dolores, seguramente producto del esfuerzo

de la campaña y del mismo tratamiento de la

radioterapia −en una zona que es muy sensible− y le

empezamos a prestar mucha atención a ello. Yo reduje

mis apariciones públicas para enfrentar la problemática,

con los médicos, el tratamiento, y bajar los niveles de

inflamación y de molestias.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

En todo este proceso surgió la recomendación médica

de someterme al tratamiento de la cámara hiperbárica.

Motivado a esta recomendación para acelerar la recuperación,

el 27 de noviembre solicité a la Asamblea Nacional

la autorización para ausentarme del país y viajar a la hermana

República de Cuba donde se me ha venido siguiendo,

pues, todo este proceso. Salimos el 27 y el 28

comenzamos en la cámara hiperbárica.

Fueron varios días de tratamiento y de seguimiento; sin

embargo, por algunos otros síntomas decidimos −con el

equipo médico− adelantar exámenes, hacer una nueva revisión

exhaustiva y, bueno, lamentablemente, así lo digo al

país, en esa revisión exhaustiva surge nuevamente la presencia,

en la misma área afectada, de algunas células malignas.

Eso nos ha obligado a revisar el diagnóstico, la evolución

del tratamiento, a consultar expertos, y se ha decidido

−es absolutamente necesario e imprescindible− someterme

a una nueva intervención quirúrgica, y eso debe

ocurrir en los próximos días. Incluso les digo que los médicos

recomendaban que fuese, a más tardar, ayer, o este

fin de semana. Yo dije: ¡No! ¡No! Yo solicité permiso para

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el tratamiento hiperbárico, pero se presenta esto y yo

quiero ir allá, yo necesito ir a Venezuela.

Y vine fue a esto. Fidel estuvo muy pendiente con

Raúl, nos reunimos y evaluamos. Llegamos ayer de madrugada,

descansamos un poco y revisamos documentos.

Por ahí firmé unas cartas que estaban pendientes, unas designaciones

de embajadores, unos recursos del Fondo

Chino; el informe del viaje que hizo Rafael Ramírez con

Ricardo Menéndez a la reunión del Mercosur; y la Comisión

Mixta a Pekín –en la que estuvieron los ministros

Jorge Giordani, Rafael Ramírez y Edmée Betancourt, la

ministra para el Comercio− que fue muy exitosa también.

Todo lo que es el proceso de las alianzas estratégicas,

que esa es otra cosa que aquí no había, Venezuela en Mercosur,

imagínense. Venezuela ha hecho alianzas estratégicas

con China, Rusia, y con muchos otros países del

mundo. La Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra

América (Alba), la Comunidad de Estados Latinoamericanos

y Caribeños (Celac), son, parte de estas cosas

que han venido ocurriendo, paso a paso, como producto

de esta Revolución que se desató en América Latina.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Bueno, yo decidí venir, haciendo un esfuerzo adicional,

en verdad, porque los dolores son de alguna importancia.

Pero, bueno, con el tratamiento, calmantes,

estamos en una fase preoperatoria, preparando todo. Yo

necesito retornar a La Habana mañana, así que aquí tengo

la carta de solicitud a la Asamblea Nacional. Voy aprovechar

que aquí está presente el compañero Diosdado Cabello,

el Presidente, para firmarla de una vez y para que

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por favor la soberana Asamblea Nacional me autorice a

ausentarme ahora −aquí está explicado− con el objetivo

de la nueva intervención quirúrgica.

Hago entrega de la solicitud, señor Presidente, para

ir a enfrentar esta nueva batalla. Con el favor de Dios,

como en las ocasiones anteriores, saldremos victoriosos

y adelante. Tengo plena fe en ello, hace tiempo

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

estoy aferrado a Cristo. Uno siempre ha vivido de milagro

en milagro; siempre lo he dicho: llegamos al 4

de febrero de 1992 como de milagro.

Cierto, Molero, eso fue como de milagro, después de

tantos años, de tantos ires y venires. Recuerdo los días de

teniente, ya andábamos nosotros allá en los Blindados de

Maracay, metidos atrás en el polígono, reuniéndonos,

entre tanques y soldados. Y allá en con los paracaidistas

en San Jacinto, en La Placera al fondo, allá nos íbamos a

trotar. Y, bueno, fue como de milagro llegar al 4 de febrero

y después al 27 de noviembre de 1992; y luego llegar aquí

a esta casa del pueblo. Fue como de milagro el 11, 12 y 13

de abril de 2002 ¡Eso fue como un milagro! Yo sigo aferrado

a ese milagro.

Ahora, sin embargo, y a pesar de que se planifican bien

los detalles de esta nueva batalla, como en todos procesos

hay riesgos, ¿quién puede negarlo? En toda operación contra

este mal implica un riesgo, eso es innegable. Y tenemos

nosotros la dicha, ya lo dije hace rato, y ayer en la madrugada,

que creo que fue el almirante Molero que me lo decía

ahí en Maiquetía: ¡Hoy tenemos Patria! ¡Tenemos Patria!

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Venezuela ya no es hoy la misma de hace 20 años, de

hace 40 años. ¡No! Tenemos un pueblo, y una Fuerza Armada,

la un idad nacional. Si en algo debo insistir en este

nue vo esc enari o, en esta nueva batalla, en este nuevo

trance −diría un llanero por allá−, es en fortale cer la unidad

nacional: la unidad de todas las fuerzas populares, la

unidad de todas las fuerzas re volucionaria s, la unidad de

toda la Fuerza Armada , mis queridos soldados, camaradas,

compañeros; la unidad del Ejérc ito, mi amado Ejército.

El Ejército, la Marina , la amada Marina. Lo digo p orque

los adversarios, los enemigos del país, no descasan ni descansarán

en la intriga, en tratar de dividir y, sobre to do,

aprovechando circunstancias como estas, pues.

Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? ¡Unidad ! ¡Unidad

y más unidad! ¡Esa debe ser nuestra divisa ! Mi amada

Fuerza Aérea, mi amada Guardia Nacional, mi amada Mil

icia. ¡La unidad, la unidad, la unidad!

El Par tido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), los

partidos aliados, el Gran Polo Patriótico, las corrientes po -

pulares revolucionarias, las corrientes nacionalistas. ¡Unidad,

unidad, unidad! ¡Unidad! Decía Bolívar: “Unámonos

o la anarquía nos devorará, sólo la unidad nos falta

para completar la obra de nuestra regeneración”.

Al respecto, porque no quiero alargar mucho estas palabras

−ya son casi las 10:00 de la noche− como está previsto

en la Constitución, allí está todo previsto, una vez

que se me autorice salir del país, pues, se encargará el vicepresidente,

el compañero Nicolás Maduro, un hombre

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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¡Chávez, corazón del pueblo! Y el pueblo está aquí en el

corazón de Chávez!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

revolucionario a carta cabal, de una gran experiencia a

pesar de su juventud, de una gran dedicación al trabajo,

una gran capacidad para el trabajo, para la conducción de

grupos, para manejar las situaciones más difíciles. Lo he

visto, lo hemos visto, con más de seis años en la Cancillería.

En cuántas situaciones, en cuántas circunstancias

hemos visto y yo, en lo personal, acompañándome en esta

difícil tarea; allí y en distintos frentes de batalla.

Pues él queda al frente de la Vicepresidencia Ejecutiva

de la República, como siempre hemos hecho, y en permanente

contacto. Pero yo quiero decir algo, aunque suene

duro, quiero y debo decirlo: si como dice la Constitución

se presentara alguna circunstancia sobrevenida, que a mí

me inhabilite para continuar al frente de la Presidencia de

la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar,

y sobre todo para asumir el nuevo período para el

cual fui electo por la gran mayoría de ustedes, Nicolás Maduro

no sólo debe concluir el período, como manda la

Constitución, sino también, en mi opinión firme, plena

como la luna llena, irrevocable, absoluta, total −en ese escenario

que obligaría a convocar como manda la Constitución

de nuevo a elecciones presidenciales− ser electo

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Yo se los pido desde mi corazón.

Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para

continuar, si es que yo no pudiera −Dios sabe lo que hace−

continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón

de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia,

con el reconocimiento internacional que se ha

ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la

República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado

a los intereses del pueblo, los destino de esta Patria.

Algunos compañeros me decían que no hacía falta, o

han opinado en estas últimas horas, que no hacía falta

decir esto. Pero en verdad yo he podido decir desde La

Habana casi todas las cosas que he dicho esta noche, en

esta media hora casi, pero yo creo que lo más importante,

lo que desde mi alma, desde mi corazón me dicta la conciencia,

lo más importante, o de lo más importante que

yo vine aquí a decir, haciendo el esfuerzo del viaje para retornar

mañana, una vez que se me conceda el permiso, ha

sido esto, Nicolás, de lo más importante.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Hoy tenemos Patria, que nadie se equivoque.

Hoy tenemos pueblo, que nadie se equivoque.

Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo

en llama sagrada, en fuego sagrado!

Y en cualquier circunstancias nosotros debemos garantizar

la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha

victoriosa de esta Revolución, construyendo la democracia

nueva que aquí está ordenada por el pueblo en Constituyente;

construyendo la vía venezolana al Socialismo,

con amplia participación, en amplias libertades, que se

están demostrando una vez más en esta campaña electoral

para gobernadores, con candidaturas por aquí y candidaturas

por allá, en plenas libertades.

En el marco de este mensaje, que por supuesto jamás

hubiese querido transmitirles a ustedes, porque me da

mucho dolor, en verdad, que esta situación cause dolor y

angustia a millones de ustedes, pues, quiero decirles que

hemos venido conformando un solo ente porque como

decíamos y decimos, ya en verdad Chávez no es este ser

humano solamente; Chávez es un gran colectivo, como

decía el eslogan de la campaña: ¡Chávez, corazón del pueblo!

Y el pueblo está aquí en el corazón de Chávez.

Y menos aún en estos días de Navidad, pero, bueno,

así son las circunstancias de la vida. Yo, sin embargo, estoy

aferrado a Cristo, aferrado a mi Señor, aferrado a la espe-

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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ranza y a la fe; espero −así lo pido a Dios− darles buenas

noticias en los próximos días y que podamos juntos seguir

construyendo lo que ahora sí tenemos: Patria. Tenemos

Patria, y cuánto costó recuperarla, revivirla, levantarnos

con ella entre dolores, entre pesares; recordemos cuanto

ha costado, cuanto nos ha costado a millones.

Recuerdo en este momento aquella frase del padre

Bolívar cuando en los últimos días de su batalla física en

este mundo, le decía al general Rafael Urdaneta “Yo no

tengo patria a la cual seguir haciendo el sacrificio”. Y lo

echaron, vilipendiaron y lo vejaron: “Mis enemigos me

quitaron la Patria”, dijo. Hoy, gracias a Dios, padre Bolívar,

cuán distinta es la situación para todos nosotros,

hombres y mujeres. Hoy sí tenemos Patria y es la tuya

Bolívar, es la que tú comenzaste a labrar junto a millones

de hombres y mujeres hace 200 años, y antes habían comenzado

a labrar también.

Hoy es Día Nacional del Cacique Guaicaipuro, y de

nuestros hermanos aborígenes en su lucha, en su resistencia,

¡500 años de lucha! Hoy, por fin, después de tanta lucha tenemos

Patria a la cual seguir haciendo el sacrificio.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Desde mi corazón de patriota reitero mi llamado a

todos los patriotas de Venezuela y a todas las patriotas de

Venezuela, porque somos revolucionarios, somos socialistas,

somos humanos, somos muchas cosas pero, en esencia,

somos patriotas. Cada vez que yo hablo del patriota recuerdo

aquella vieja canción de los solados tanquistas de

Venezuela que aprendí de casi niño y todavía llevo en el

alma: “Al rumor de clarines guerrero, ocurre el blindado,

ocurre veloz, con celoso dragones de acero que guardan

la Patria, que el cielo nos dio, patria, patria, patria querida,

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol, patria, tuya es mi vida, tuya

es mi alma, tuyo es mi amor”.

¡Hoy tenemos Patria! Y pase lo que pase en cualquier

circunstancia seguiremos teniendo Patria; Patria perpetua

−dijo Jorge Luis Borges−, Patria para siempre, Patria para

nuestros hijos e hijas. ¡Patria! ¡La Patria! Patriotas de

Venezuela, hombres y mujeres: ¡Rodilla en tierra! ¡Unidad

de los patriotas!

No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas

difíciles para mantener ese empeño de la restauración del

capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria.

No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades

−del tamaño que fueren− la respuesta de todas y de

todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos

a la Patria hasta en las vísceras, como diría Augusto Mijares,

es unidad, lucha, batalla y victoria.

Nicolás, allá está la Espada de Bolívar, a ver si la pueden

traer, la Espada de Bolívar, la espada del Perú, la que le dieron

a Bolívar en 1824. Bueno, delante de esa espada, delante

de esta bandera y delante de Dios pido todo el apoyo

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¡Unidad! ¡Unidad y más unidad!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

del pueblo y de todas las corrientes y los sectores de la vida

nacional, de los patriotas de Venezuela, civiles, militares,

hombres y mujeres. En estas circunstancias pido todo el

apoyo, en primer lugar, para el Gobierno Revolucionario

en esta coyuntura, para continuar arreciando la marcha

rumbo a lo que ya está ahí en el horizonte: la gran victoria

del 16 de diciembre, las gobernaciones de todo el país y el

apoyo, la unidad ante las decisiones que tengamos que ir

tomando en los próximos días, en las próximas semanas,

en los próximos meses.

Sea como sea y con esto termino, hoy tenemos Patria,

que nadie se equivoque. Hoy tenemos pueblo, que nadie

se equivoque. Hoy tenemos la Patria más viva que nunca,

ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado. Sólo me

resta decirles, con las buenas noches a las 10:10 de esta

noche del sábado ¡Hasta la victoria siempre! ¡Independencia

y Patria Socialista, Viviremos y Venceremos!

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¡Tenemos un pueblo, y una Fuerza Armada,

la unidad nacional!

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

PALABRAS DEL PRESIDENTE

HUGO CHÁVEz FRÍAS EN LA

JURAMENTACIÓN DEL MINISTRO DEL

PODER POPULAR PARA LA DEFENSA,

DIEGO ALFREDO MOLERO BELLAVIA

Y SU ASCENSO A ALMIRANTE EN JEFE

Palacio de Miraflores

Domingo, 9 de diciembre de 2012

Creo que desde que Juan Vicente Gómez, en este mismo

despacho, ascendió a General en Jefe a López Contreras,

aquí no ascendía nadie. Eso hace ya casi un siglo. Diosdado

Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, dignos soldados,

y es la primera vez que este grado es ostentado por un

digno oficial de nuestro entorno. Eso nació de mi alma, de

buscar siempre la igualdad, porque si hay generales en jefe,

¿Por qué no hay almirantes en jefe? Miranda fue generalísimo,

pero pudiera ser almirantísimo también, el espíritu de

la igualdad entre nosotros. Entre los componentes, las fuerzas,

con todas las jerarquías, los grados. Entonces, en este

lugar tan especial, queridos camaradas, soldado de la Patria

buena, te asciendo al grado de Almirante en Jefe.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Ustedes saben, compañeros, camaradas, de dónde

viene esta espada y lo que esta espada significó, significa y

significará siempre sobre todo para los soldados que nos

sentimos verdaderos herederos y más que herederos, hijos

de Simón Bolívar. Esta espada uno pudiera decir que, pa-

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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rafraseando a alguien, rozó el cielo por asalto, conoció la

gloria, conoció este continente liberado y el proceso y nacimiento

después de la colonia, pero igual, luego de haber

rozado el cielo por asalto, se vino dando tumbos y llegó a

las puertas del infierno.

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

Esta espada vio morir a Bolívar. Alguien dijo que las

espadas tienen vida, creo que hay que ser soldado para tratar

de entender eso. Esta espada tiene la estampa de Atahualpa

y los símbolos originarios de lo que fue el imperio

Inca, hecha por mano aborigen está mezclada con el oro

que sacaron los esclavos dominados por el imperio colonial,

quién pensaría que esta espada fuese del cielo al infierno,

ha vuelto a la tierra y hoy está más viva que nunca

y corresponde a todo un pueblo preservar su dignidad, su

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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historia, su gloria, pero, dentro de ese pueblo, corresponde

primero que nada a los soldados de la patria, que más

nunca esta patria, y he aquí el símbolo de la patria, sea humillada,

como lo fue durante tanto tiempo.

Dentro de tantas cosas que la vida a uno le ha

dado, una de las más grandes, para mí, ha sido ser soldado

y estoy seguro de que igual para ustedes. Todos

aquí somos conscientes y sabemos el papel que nos ha

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

tocado jugar, en estos años, el papel, gran papel, para decirlo

desde mi perspectiva vital, desde los años setenta,

ochenta y noventa, cuando brotó aquí una revolución y

nosotros como soldados, estuvimos, hemos estado y debemos

estar a la altura de esa revolución, que es la misma

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Delante de esta espada, delante de esta bandera

y delante de Dios pido todo el apoyo para continuar

arreciando la marcha!

revolución que comenzó Bolívar, las circunstancias que

estamos enfrentando, que ya ustedes conocen.

Parto lleno de optimismo, somos unos guerreros de la

vida, llenos de luz, llenos de fe en Cristo, en Dios, en nosotros

mismos, y voy a seguir batallando y venciendo la enfermedad

que me llegó. Sin embargo, como lo dije aquí mismo,

anoche, al pueblo venezolano, más allá, todo esto lleva implícito

un riesgo, que es pequeño, que es mediano, que es

grande, un riesgo; y si las circunstancias nos llevaran por

senderos más difíciles, yo, confiado, plenamente estoy, en

este pueblo que ya lo ha demostrado en distintas ocasiones,

ha demostrado ser capaz de enfrentar conspiraciones, movimientos

desestabilizadores de afuera, desde dentro y confiado

plenamente estoy en mis soldados, ustedes, cientos de

miles de soldados, oficiales, de tropa, del Ejército, de la Marina,

de la Aviación, de la Guardia, de las Milicias, que están

dispersos y dispersas a lo largo y ancho del territorio.

Estoy totalmente seguro, me lo dice mi corazón, que

la patria está segura, que por más dificultades que nos

toque enfrentar y que por más conspiraciones que puedan

volver, porque el enemigo asecha, desde fuera y desde den-

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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tro, y cualquier circunstancia que ellos crean oportuna

para lanzarse de nuevo como hienas, contra la patria, para

destrozarla otra vez como lo hicieron durante cuánto

tiempo y entregarla al imperialismo, no la van a desaprovechar,

pero estoy seguro de que, como un solo hombre,

como una sola mujer, se encontrarían con este pueblo, con

ustedes, con nosotros, los soldados.

Gracias a esa vida les conozco, a ustedes, a unos más a

unos menos, pero les conozco, y sé de su desprendimiento,

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

de su patriotismo, de su sentimiento. Me voy y el alto mando

político, aunque no lo entrego, sin embargo, lo delego y está

en buenas manos. Ahí está Nicolás Maduro, y allí está todo

el cuadro político de mando de la República, y el alto mando

militar está en buenas manos, así que la República está en

buenas manos, la revolución está en buenas manos, con el

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

60

favor de Dios saldremos adelante, sólo les pido, como siempre,

una vez más, fortalecer la unidad, hacia adentro de cada

componente, trabajar unidos, siempre unidos, no ceder a la

intriga porque Bolívar lo dijo: “Más vale un intrigante en un

día que un hombre de bien en un mes, en un año”.

Es necesario fortalecer hacia adentro de la institución,

su conciencia, su dedicación, mucho liderazgo, fortalecer

la filosofía nueva, bolivariana, revolucionaria, socialista,

continuar fortaleciendo la operatividad, la estrategia, la

táctica, las operaciones de defensa; continuar fortaleciendo

la moral, la mística, una de las columnas fundamentales

de esta Revolución y de esta Patria, la Fuerza

Armada, estas son las tres cosas que yo quería antes de partir,

hablar con ustedes y darles la mano, y darles un abrazo.

Ascender a mi Almirante, juramentarle, que estaba pendiente,

y darles mis palabras que yo quisiera fueran con

más tiempo, fueran más largas, pero creo que es suficiente,

les dejo mi corazón, mi agradecimiento, y espero volver

pronto con buenas noticias.

¡Viviremos y Venceremos!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Cuente con la unidad de sus cuadros y del Pueblo!

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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PALABRAS DEL PRESIDENTE

HUGO CHÁVEz FRÍAS A SU

SALIDA DE VENEzUELA

Aeropuerto Internacional de Maiquetía

Domingo, 9 de diciembre de 2012

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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¡Hasta la Vida Siempre!

¡Seguiremos Venciendo!

Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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¡Viviremos y Venceremos!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Pa’ lante Comandante!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Unidad somos el equipo de Chávez!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Independencia y Patria Socialista!

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Unidad, Lucha, Batalla y Victoria

¡Hasta la Victoria Siempre!

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¡Viva la Patria!

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Jamás hubiese querido transmitirles a ustedes, porque

me da mucho dolor, en verdad, que esta situación cause

dolor y angustia a millones de ustedes, [...] porque como

decíamos y decimos, ya en verdad Chávez no es este ser

humano solamente; Chávez es un gran colectivo.

¡Hoy tenemos Patria! Y pase lo que pase en cualquier

circunstancia seguiremos teniendo Patria.

¡Unidad! ¡Unidad y más unidad!

No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas

difíciles para mantener ese empeño de la restauración del

capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria.

Ante esta circunstancia de nuevas dificultades −del tamaño

que fueren− la respuesta de todas y de todos los patriotas

[...] es unidad, lucha, batalla y victoria.

HUGO RAFAEL CHÁVEz FRÍAS

Caracas, 8 de diciembre de 2012

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