Violencia Contra La Mujer

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

INTRODUCCION

La violencia intrafamiliar es un tema vital al cual se le da poca importancia, ya que en casa y en familia es donde se aprenden las bases del conocimiento, la educación y los valores fundamentales que nos ayudan a formar parte de una sociedad y poder convivir en ella.

Ahí es donde el ser humano aprende lo bueno y lo malo mediante el ejemplo de los padres, en la familia. Y si el ejemplo de los padres a los hijos es la humillación, los insultos, los golpes, las agresiones de todo tipo incluidas las de tipo sexual, no podremos esperar que la sociedad se desenvuelva en armonía cumpliendo su función en este mundo. Los casos de violencia hacia las mujeres deben ser castigados por las autoridades, y a las víctimas proporcionarles ayuda tanto física como psicológica ya que los daños no solo abarcan lo que podemos ver, también dejan secuelas emocionales.

La violencia hacia la mujer es un problema que se ha ido incrementando notablemente en los últimos años debido a la falta de educación de los ciudadanos. Identificarlo puede ser a simple vista difícil, porque hasta con una simple palabra se puede causar un daño irreparable en la persona, hay factores que se consideran como causas de que una persona sea violenta, se asocian principalmente al aspecto psicológico y al social. El agresor, generalmente carece de autocontrol y actúa impulsivamente. Esto puede deberse a experiencias infantiles de violencia que dejaron secuelas en él; también existe la posibilidad de que la causa se origine por la presión social y el estrés. Los asuntos económicos también pueden ser una causa importante de tensión que genera violencia.

Existen muchas variantes por las cuales existe el maltrato hacia la mujer, y esto depende del contexto sociocultural y económico; y que para fin de entenderlo debemos tomar referencias históricas, antropológicas y culturales. En México dicho fenómeno atiende a la tradición machista en la cual la figura del hombre de la casa y sus decisiones no se discuten se acatan, por el cual el punto de partida más importante para entender el maltrato hacia la mujer tiene su origen en la cuna familiar, donde por tradición se educaba a los varones como proveedores y jefes de la casa y las mujeres no tenían ni voz ni voto, su opinión carecía de valor alguno; sin incentivos para educarse y estudiar, además de que eran relegadas a las tareas domésticas y de crianza de los hijos, modelo mediante el cual al ser cien por ciento dependiente económicamente del hombre no tenían otra opción que la de obedecer y ser sumisa al cónyuge.

Hombres y mujeres, adquieren sus roles, normas sociales que son vitales y expectativas de la sociedad hacia ellos, de una manera muy distinta. Y estas diferencias son las que hace más vulnerable a las mujeres en el fenómeno de la violencia doméstica, siendo a la vez mayor la probabilidad de que el agresor sea el hombre, ya que al niño se educa como ganador, luchador; en tanto a las niñas como sumisas, obedientes, débiles.

Existen diversas circunstancias que se detectan en las mujeres que son maltratadas y las características más comunes (no obstante cabe decir que esta descripción no es exhaustiva ni tiene por qué coincidir con la totalidad de las víctimas), las victimas de violencia suelen poseer un nivel cultural mínimo, se dedica total o casi totalmente a las tareas domésticas, depende económicamente del cónyuge, y esto la hace vulnerable a que sea sometida a algún tipo de violencia.

Existen diferentes tipos de violencia entre las cuales se encuentran la violencia en la relación conyugal, la violencia doméstica, el maltrato físico, el maltrato sexual, y por supuesto el maltrato psicológico. Cabe mencionar que la Violencia de Género según la definición de la ONU en el año 1995: la define como "Todo acto de violencia sexista que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada" .

De igual manera se encuentran circunstancias y características personales tales como la ausencia o carencia de apoyos en la propia familia o en el círculo de amistades, el ser sumisa, y el desconocimiento total que se cuenta con derechos, son algunos factores que pueden llevar inevitablemente a la victimización por violencia de género y, por tanto, al maltrato de la mujer, pero ¿por qué aguantan las víctimas los malos tratos? Principalmente por miedo, dependencia económica, por los hijos, temor al juicio social y familiar, idea acerca de un cambio en la actitud del agresor, vínculo emocional víctima-agresor.

Hay diferentes tipos de agresores y podemos encontrarlos desempeñando cualquier trabajo, con cualquier nivel cultural, económico, etc. y dejando claro que no suelen sufrir enfermedad, síndrome o trastorno psiquiátrico alguno, se encuentran los agresores dominantes, estos suelen ser personas antisociales con una actitud violenta y agresiva tanto en el entorno doméstico, como fuera de casa; existe el agresor dependiente que suele ser introspectivo o depresivo y ejercen la violencia prácticamente, dentro del domicilio.

La mayoría de los agresores presentan comportamientos defensivos tales como negación, minimización ("sólo la empujé un poco"), racionalización ("A pesar de todo, ella es feliz conmigo"), justificación ("Si supiera lo que yo he aguantado"), desplazamiento de la culpa.

La conducta agresiva que presenta el agresor la manifiesta por medio de empujones, golpes en diferentes partes del cuerpo, cortes, torceduras, arañazos, alopecia por tirones de cabello, mordidas, ultrajes, Insultos, sometimiento sexual, crítica desmesurada o amenazas, anticipaciones de inmediatas palizas, etc.

La mujer sometida a cualquier tipo de maltrato presenta afectación en la autoestima y sensación de miedo y ansiedad ante el desenlace en un posterior maltrato físico, también presenta depresión, sentimientos de culpa, apatía, pérdida de ilusiones, sentimientos de indefensión, ansiedad extrema esto como fruto de una situación de amenaza e incertidumbre sobre la vida y la seguridad personal, provocados por la fluctuación de la relación en donde aparecen tanto periodos de violencia física y psíquica, como interrupciones por fases de arrepentimiento y "luna de miel" por parte del agresor.

Según la teoría de LEONORE WALKER, 1979, existen tres fases por la que pasan agresor y víctima en el denominado ciclo de la violencia. (Chamorro, 1995)

1ª Fase de Acumulación de la Tensión:

El agresor,

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