Votaciones

Del Calpulli al IFE, la sinuosa historia del voto en México

23 agosto 2012

Los cronistas españoles del siglo XVI dejaron testimonio de un sistema de selección de dirigentes en Mesoamérica, los mexicas de la nobleza, los militares y los ancianos prestigiados escogían al Tlatoani entre los varones mayores de 30 años de la familia gobernante, también se votaba por los 4 principales consejeros del monarca. En la base social, el pueblo de Tenochtitlán escogía a sus líderes del barrio o calpulli, el cual estaba regido por un consejo de ancianos y un jefe de barrio.

Durante la época colonial, la legislación española contemplaba la elección de regidores y alcalde en los ayuntamientos, en donde votaban todos los vecinos varones. Pero con restricciones de castas y participando solamente los propietarios con determinado número de recursos.

Al final del período colonial, la Revolución Francesa, y la invasión de Napoleón Bonaparte a España influyeron para que la sociedad tuviera una mayor injerencia en la selección de sus líderes. Destaca la elección para representantes o diputados a las Cortes de Cádiz en 1812. De donde se generó una Constitución, que planteaba un régimen monárquico pero con división de poderes y leyes liberales sustentadas en la soberanía popular. El método para determinar a los diputados fue tomado como modelo de sistema electoral en México después de la independencia.

Era un mecanismo de elección indirecta: los habitantes de un ayuntamiento votaban por sus representantes ante un partido (un especie de distrito electoral) los integrantes de los diferentes partidos o distritos de una provincia seleccionaban a electores, quienes a su vez votaban por los diputados que representarían a la provincia, Este sistema se utilizó para escoger a diputados, senadores y en ocasiones presidente de la república.

A lo largo del siglo XIX paulatinamente se fueron retirando limitaciones de casta, capacidades económicas, edad, se creó la Cámara de Senadores e inclusive se establecieron colegios electorales.

El Porfiriato se sustentó legalmente en la Constitución liberal de 1857 que, estableció el sufragio universal y simplificó el sistema electoral. Durante los 31 años que duró el régimen autoritario de Porfirio Díaz religiosamente hubo elecciones a presidente de la República cada cuatro años como marcaba la ley, así como a gobernadores, alcaldes y diputados. Siempre ganaron los candidatos oficiales, este período fue fundamental para la institucionalización del fraude electoral. Aunque legitimados legalmente no lo fueron socialmente como demostró la Revolución Mexicana.

La Constitución de 1917, que nos rige actualmente con sus múltiples modificaciones, fue un gran avance para el fortalecimiento legal de la soberanía popular, pero el régimen emanado de la Revolución generó un sistema

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