Yo no digo ésto muy seguido, pero David tiene razón, Vanessa, ésto está absolutamente fabuloso

Demonios, ésto es el paraíso. Es tan delicioso. Mis pensamientos divagaban, lo que me encontraba probando era sumamente extraordinario. Debo admitirlo, la comida de Vanessa era la mejor del mundo, y si, mejor que la de mi propia madre también, no le digan que yo dije eso. Metí otro bocado a mi boca, degustando de la comida. !Por dios! Estaba buenísima.

—Debo admitirlo, mamá. Por más que viva contigo, que siempre coma tus comidas, no dejas de impresionarme. ¡Esto está delicioso! —exclamó David.

—Yo no digo ésto muy seguido, pero David tiene razón, Vanessa, ésto está absolutamente fabuloso —hablé.

—Basta chicos, sé lo que tratan de hacer —exclamó Vanessa —. Dejen de exagerar.

—Vamos mamá, lo decimos en serio, hasta Nick está solo concentrado en la comida —comento David, viendo como el pequeño Nicholas parecía un robot que solo fue hecho para comer —. Si deberías abrir un restaurante, tu comida es fantástica, así podrías cumplir tu sueño de ser una chef —expresó.

David y yo llevábamos casi un año intentando convencer a Vanessa de abrir un restaurante, para que siguiera con su vida, terminara de lograr su sueño de ser dueña de un restaurante y obviamente, ser chef. Después de la muerte del padre de David en el ejército, todo se colapsó de tal manera que, Vanessa dejó su trabajo como asistente de chef en uno de los mejores restaurantes en la ciudad, estaba devastada, no podía seguir adelante sin su esposo, David también estaba destrozado, su padre

lo había dejado... pero allí fue cuando algo les devolvió la chispa a su vida, Vanessa había quedado embarazada, un hermoso regalo por parte del destino. Nicholas les devolvió a ambos la felicidad. Durante los cuatro años del fallecimiento de Jhosep, vivieron con la indemnización que el gobierno le da a las familias que pierden a alguien en batalla. Pero ahora era el momento de que Vanessa volviera a recuperar su vida. Por eso ahora estábamos allí, David y yo, bueno, y el pequeño Nick tambien, a pesar de estar devorando su comida sin darnos el mínimo de su atención, alentando a Vanessa a dar éste gran paso.

—Es que.... no lo sé, chicos —comenzó a hablar Vanessa —. No quiero descuidar a Nick, no quiero descuidarte a ti David, quiero pasar tiempo con ustedes...

—Sé a lo que te refieres, mamá —habló David —, pero tu mereces recuperar tu vida, y hacer lo que en realidad te apasiona, sé que quieres pasar tiempo con nosotros, pero, que comiences a trabajar no quiere decir que dejaras de vernos. Mientras trabajas y yo éste en clases, Nick puede quedarse en una guardería, sería bueno para él que pasara más tiempo con niños de su edad. Vamos mamá, quieres hacerlo. Chris y yo podemos ayudarte si lo necesitas —dijo, viendome.

—Por supuesto que ayudaremos —comenté de inmediato —, con lo que necesites, hasta haremos publicidad, no preguntes como, pero lo haremos.

—¿Ves mamá? Ambos estamos dispuestos a ayudarte —hablo otra vez David —, sigue tus sueños....

"Sigue tus sueños" , esa frase hizo perderme en mis pensamientos un momento. La chica de mi sueño volvió a mi mente. Era tan hermosa.... ¿Y si debía buscarla? ¿Y si, por alguna razón, yo debía encontrarla? Eso tendría que averiguarlo.

—¿Chris? —salí de mis pensamientos luego de oír mi nombre.

— ¿Si? —pregunté, confundido.

— Estabas pensando en la chica, ¿Cierto? —preguntó David —. Ya te hemos perdido —anunció, con fingida nostalgia.

— ¿Chris está enamorado? —preguntó Vanessa, confundida —. ¿Como es que no me lo haz dicho? Se supone que somos una familia —habló, exagerando dramatismo.

— Solo fue un sueño, basta, y apenas lo tuve hoy —respondí

— ¿Un sueño? —pregunta Vanessa —, debió ser muy linda como para ponerte de esa manera.

—Si, pero solo fue un sueño nada más —respondo tratando de dejar el tema atrás — ¿Abrirás el restaurante? —le pregunté directamente, fue algo brusco, pero en verdad necesitaba oír su respuesta.

—Pues... es muy posible —dijo, con una sonrisa —. Ambos tienen razón, es mi sueño, intentaré que se haga realidad. David y yo chocamos las manos, llevábamos tanto tiempo intentando convencer a Vanessa, por fin lo habíamos logrado.

—Eso será increíble —dijo David. Yo solo seguí comiendo, con más felicidad que de costumbre.

Luego de terminar de comer y limpiar los platos, David y yo, subimos a su habitación nuevamente.

— Bueno —dijo David —, siguiendo por donde nos quedamos. El bosque. ¿Que nos falta? —preguntó, buscando una libreta en la cual anotar.

Yo comencé a enumerar cosas mientras el las escribía.

-1) Bolsas para dormir.

-2) Un kit de primeros auxilios.

-3) Cuerda.

-4) Un pedernal.

—En lugar del pedernal, podemos llevar encendedores, con ellos es más fácil hacer fuego —dijo David, interrunpiendome.

—Yo quiero encender la fogata con un puto pedernal, así que anotalo —decreté. Él lo escribió.

-5) Sedal.

-6) Anzuelos.

-7) Cuchillos.

—Creo que es todo —terminé de decir.

—¿Cuchillos? Pero, podemos tomar unos de nuestras casas. O unas navajas —replicó David.

—Voy a comprar cuchillos, ya lo dije —respondí.

—Bueno si, esta bien, eso lo compraras con tu dinero —respondió David. Por suerte en las vacaciones trabajamos, con lo que conseguimos dinero, y se nos ocurrió hacer ésto de acampar. Siempre lo habíamos querido hacer, pero nunca se nos dio la oportunidad. Lo más cerca que estuvimos de hacerlo, fue cuando pasamos la noche en el jardín trasero de nuestras casas, ni fogatas pudimos hacer, nuestras madres no

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