Tipos de Tejidos
MaryoriLTutorial9 de Julio de 2013
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TEJIDOS
Un tejido (del latín texere = tejer) es un conjunto de células que cooperan para llevar a cabo una o varias funciones en un organismo. Para ello se relacionan entre sí mediante interacciones celulares directas o mediadas por la matriz extracelular. Distintos tejidos se asocian entre sí para formar los órganos
Tipos de tejidos:
1.- TEJIDO VEGETAL
Para superar un medio ambiente variable y seco, aparece un sistema epidérmico formado por dos tejidos: la epidermis y la peridermis. Las células de estos tejidos se revisten de cutina y suberina para disminuir la pérdida de agua, controlando de esta manera la transpiración y regulando el intercambio gaseoso. Para mantenerse erguidas sobre la tierra las plantas tienen un sistema fundamental representado por tres tejidos: parénquima, colénquima y otro más especializado denominado esclerénquima. Sin embargo, uno de los hechos más relevantes en la evolución de las plantas terrestres es la aparición de un sistema vascular capaz de comunicar todos los órganos del cuerpo de la planta, formado por dos tejidos: xilema, que conduce mayormente agua, y floema, que conduce principalmente sustancias orgánicas. Sólo hablamos de verdaderos tejidos conductores en las plantas vasculares. Finalmente, las plantas producen semillas, dentro de las cuales se forma el embrión, que se desarrolla y crece gracias a la actividad de los tejidos embrionarios o meristemáticos. Los meristemos están presentes y activos a lo largo de toda la vida de la planta. Todos estos tejidos, excepto los meristemos, han derivado a lo largo de la evolución de otro tejido poco diferenciado llamado parénquima, que se mantiene en las planta actuales y que realiza múltiples funciones.
1.1 TEJIDOS EPIDÉRMICO: EPIDERMIS y PERIDERMIS
Los tejidos de protección forman el límite externo de las plantas y se encuentran en contacto con el medio ambiente. Hay dos tipos dependiendo de si la planta tiene crecimiento primario o secundario, epidermis y peridermis, respectivamente.
1.1.1Epidermis
Durante el crecimiento primario de la planta la epidermis constituye el tejido de protección de tallos, hojas, raíces, flores, frutos y semillas. Se acepta que no existe en la caliptra de la raíz y que no está diferenciada en los meristemos apicales. Se origina a partir de la capa más externa del meristemo apical, también denominada protodermis. Se considera como tejido de protección ya que esa es una de sus funciones. Sin embargo, la epidermis desarrolla otras funciones trascendentales para la vida de la planta como la regulación de la transpiración, el intercambio de gases, almacenamiento y secreción, entre otras.
La epidermis está formada comúnmente por una sola fial de células, salvo algunas excepciones donde se aprecian disposiciones estratificadas, como es el caso de las raíces aéreas o de determinadas hojas como en las adelfas. Las células epidermicas propiamente dichas son las más abundantes y las menos especializadas. Entre ellas se encuentran otros tipos celulares como las células oclusivas de los estomas o los pelos epidérmicos denominados tricomas.
Las células epidérmicas se disponen unidas muy estrechamente, sin dejar espacios intercelulares, y tienen forma muy variada que se suele adaptar a la forma de la estructura que recubren, por ejemplo son alargadas en el tallo. La mayoría de las células epidérmicas no tienen cloroplastos, presentan una gran vacuola y, por lo general, su pared celular es primaria aunque de grosor variable. Pocas veces lignifican su pared depositando pared celular secundaria.
En las partes aéreas, las células epidérmicas se caracterizan por sintetizar y secretar una sustancia lipídica impermeable denominada cutina, que se deposita en la parte externa de la pared celular para formar una capa continua llamada cutícula. En la raíz, así como en los pelos radiculares, la sustancia secretada es la suberina. El grosor de la cutícula varía dependiendo de la función y localización celular. A veces sobre la cutícula se depositan otras sustancias lipídicas como las ceras que pueden cristalizar o estar disueltas en forma de aceites.
Entre las células epidérmicas propiamente dichas existen otros tipos celulares que suelen tener carácter taxonómico. Así, algunas células epidérmicas se especializan en almacenar agua, como hacen las células buliformes de las hojas de las gramíneas y otras monocotiledóneas. Éstas se caracterizan por ser mucho mayores que las células epidérmicas, por su alto contenido en agua y su escasa cutícula. Parece que intervienen en el mecanismo de pliegue y despliegue de las hojas por transpiración.
Las células oclusivas de los estomas son células epidérmicas especializadas que se organizan para dejar una abertura u ostiolo entre ellas a través del cual se pone en contacto el medio interno de la planta con el exterior. Existe una cámara de aire bajo el ostiolo denominada cámara subestomática. Ambas estructuras, junto con las células oclusivas, forman lo que típicamente se denomina estoma. Las células oclusivas tienen forma arriñonada, presentan cloroplastos y una pared celular engrosada de manera no uniforme que posibilita que los cambios de turgencia puedan variar su morfología y de éste modo aumentar o disminuir el diámetro del ostiolo.
Los tricomas o pelos también son células epidérmicas especializadas que se alargan y/o proliferan. Pueden ser de protección o glandulares (que veremos en el siguiente apartado). Los tricomas de protección pueden ser unicelulares o pluricelulares. No sólo protegen frente a luz intensa sino que ayudan a crear una capa aérea limítrofe superficial sobre la epidermis que permite una atmósfera menos fluctuante. Estos tricomas son especialmente abundantes en estructuras jóvenes de la planta, de las cuales pueden desaparecer cuando se hacen adultas.
1.1.2Peridermis:
Se forma en aquellas partes de la raíz y del tallo que presentan crecimiento secundario, por la actividad del cambium suberoso o felógeno. Este meristemo secundario se origina de la desdiferenciación de las células parenquimáticas o colenquimáticas que se encuentran debajo de la epidermis, con lo que puede formar un cilindro completo o incompleto. Las células de felógeno se dividen periclinalmente dando lugar a filas de células que se distribuyen de manera desigual hacia dentro o hacia fuera. Las capas más externas son más numerosas, sus células se suberifican y mueren formando el suber o corcho. Hacia dentro las células están vivas en una disposición apilada formando la felodermis
1.2 TEJIDO VASCULAR
La característica más llamativa que distingue a las plantas vasculares de las no vasculares es la presencia en las primeras de tejidos vasculares especializados en la conducción de agua y sustancias inorgánicas y orgánicas. Estos tejidos son el xilema y el floema. El xilema conduce grandes cantidades de agua y algunos compuestos inorgánicos y orgánicos desde la raíz a las hojas, mientras que el floema conduce sustancias orgánicas producidas en los lugares de síntesis, fundamentalmente en las hojas, y los de almacenamiento al resto de la planta. Ambos tejidos son importantes fisiológicamente, ya que las plantas para su crecimiento necesitan agua y sustancias orgánicas, y también filogenéticamente, puesto que algunas de sus células se han usado como caracteres para los estudios evolutivos.
Durante el crecimiento primario de la planta se forman el xilema y el floema primario a partir del procambium. Durante esta formación se pueden distinguir varios estados como el protoxilema y el protofloema que se forman en el estadio embrionario o en la fase postembrionaria, y posteriormente el metaxilema y el metafloema que sustituyen paulatinamente a los anteriores durante el crecimiento. Si la planta tiene crecimiento secundario se forma el xilema y floema secundario a partir del cambium vascular, mientras que el metaxilema y metafloema dejan de ser funcionales.
Los tejidos conductores son complejos y están formados por distintos tipos celulares, la mayor parte de los cuales se originan de las mismas células meristemáticas. Por ello el xilema y el floema se encuentran físicamente próximos en toda la planta.
1.2.1 En el XILEMA, también llamado leño, nos encontramos cuatro tipos celulares principales: las traqueidas y los elementos de los vasos, que son las células conductoras o traqueales, las células parenquimáticas y las fibras de esclerénquima, que funcionan como células de almacenamiento y sostén, respectivamente.
Los elementos conductores o traqueales son células con una pared celular secundaria gruesa, dura y lignificada, en las cuales el contenido protoplásmico se elimina tras su diferenciación. Estos engrosamientos no son homogéneos y forman estructuras que distinguen unos tipos celulares de otros. Así, el nombre de tráquea proviene de la semejanza con los engrosamientos de la tráquea de los insectos. Las traqueidas y los elementos de los vasos se distinguen a microscopía óptica por los característicos engrosamientos de su pared celular secundaria que pueden ser anulares, helicoidales, reticulados y punteados.
Las traqueidas son células alargadas, estrechas y fusiformes. El agua circula por ellas y pasa de unas a otras vía simplasto atravesando las punteaduras areoladas, que se encuentran en sus paredes laterales. Se considera que las traqueidas derivan durante la evolución de las fibras de esclerénquima y son filogenéticamente más primitivas que los elementos de los vasos. Son el único elemento conductor que aparece en pteridófitas y gimnospermas aunque también existen, pero en poca cantidad, en las angiospermas.
Los elementos de los vasos son células
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