ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LA NARIZ HUMANA
maria10003 de Abril de 2013
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ANATOMIA Y FISIOLOGIA DE LA NARIZ HUMANA
Para entender la rinoplastia es necesario comprender la compleja y delicada anatomía de la nariz. La nariz es una estructura arquitectónica maravillosa cuyas formas están diseñadas para cumplir su función respiratoria.
Las variaciones anatómicas y el hecho de que en un espacio tan reducido tengamos tal variedad de tejidos (piel, mucosa, grasa, músculos y ligamentos, cartílago, hueso, nervios y vasos), hacen de esta intervención la más compleja de la cirugía plástica.
Fisiología nasal
Fisiológicamente, las fosas nasales tienen dos funciones principales: la respiración y la olfacción. Además, en la formación del lenguaje, las fosas nasales actúan como órgano de resonancia para la voz.
Como órgano respiratorio, la nariz tiene por objeto calentar y humedecer el aire de la respiración, purificándolo de partículas de polvo. El relieve de los cornetes y la forma de los meatos hace que se formen unas turbinas de aire que favorecen esta función.
La lámina cribosa, en la porción superior de la fosa nasal, es donde se localizan las células olfatorias. Las podemos encontrar también en la parte media del cornete superior y, una superficie equivalente, en la parte alta del tabique. Si la nariz se encuentra taponada, la voz pierde timbre y resonancia, quedando así apagada. Este trastorno del lenguaje se denomina rinolalia.
La nariz también desempeña la función de ventilación y drenaje de los senos paranasales, así como del aparato lacrimal.
Otras funciones accesorias son las motoras, sensoriales, tróficas y vasomotoras. Por ejemplo, si se excita la mucosa nasal, se produce una contractura refleja de los músculos faciales, un movimiento de los globos oculares y de la cabeza hacia un lado. Estos fenómenos van acompañados de una congestión de la mucosa nasal y de un aumento de la secreción de las glándulas nasales, todo lo cual termina con el estornudo.
POSICIÓN DEL PACIENTE
Para las operaciones en la cara, el paciente debe colocarse apoyado sobre la espalda (decúbito supino) y con la cabeza ligeramente elevada por encima del nivel del corazón para facilitar el retorno venoso y disminuir el edema.
ASEPSIA Y ANTISEPSIA
La asepsia consiste en el lavado con agua y jabón, secado y la aplicación de líquidos antisépticos (Betadine ® quirúrgico) sobre la zona a tratar.
La antisepsia comprenderá todos los procedimientos encaminados a evitar la contaminación del área quirúrgica: colocación de campos quirúrgicos estériles de manera que cubran el cuero cabelludo y el resto del cuerpo y preparación adecuada del equipo quirúrgico. Cirujano, ayudante e instrumentista deberán vestir ropa de quirófano, utilizar calzado quirúrgico, llevar gorro y mascarilla, proceder al cepillado de manos y antebrazos y, finalmente, ponerse una bata y guantes estériles.
MARCACIÓN
Para evitar los tatuajes provocados por la tinta de los rotuladores convencionales, utilizaremos tinta biológica: azul de metileno, violeta genciana o un rotulador dermográfico. Con la ayuda de un palito de naranjo o de un pincel muy fino esterilizados marcamos sobre la piel la planificación quirúrgica, principalmente la línea de incisión, la zona de despegamiento, el área del tumor, su margen de seguridad, etcétera.
INFILTRACIÓN
Aunque la rinoplastia puede ser realizada bajo anestesia general o local acompañada de sedación, siempre realizamos la infiltración de una solución anestésica con adrenalina, ya que evita el sangramiento y nos facilita la disección anatómica de las estructurA
arteria esfenopalatina y nasopalatina) y oftálmica (rama de la carótida interna: arteria etmoidal anterior). Terminan en un plexo capilar que riega la mucosa nasal, las glándulas y la piel. Las venas de la nariz forman una red cavernosa cerrada situada inmediatamente por debajo de la mucosa. Se anastomosan entre sí libremente y terminan en la vena facial y en la oftálmica. Los linfáticos nasales, por su parte, asientan en el tejido conectivo. El grupo anterior está entre los cartílagos nasales y la piel, sus troncos colectores se vacían en los ganglios submaxilares. El grupo posterior asienta en la vecindad de la Trompa de Eustaquio y sus colectores terminan en la cadena cervical profunda y en los ganglios retrofaringeos.
La inervación sensitiva de la parte externa de la nariz deriva: del ramo infratroclear (inerva la piel de la nariz), del nasal (se extiende por la raíz, el ala y el vértice), y del infraorbitario (partes laterales). Sus músculos están inervados por ramas del nervio facial.
EL DORSO NASAL
Cuando estudiamos el cuerpo humano y, por lo tanto el rostro, la posición es vertical o erguida. Lo mismo para el estudio de la nariz. Podemos imaginarnos la nariz como una obra arquitectónica. La cara sería como un muro en el que está colgada y del que sobresale la nariz, a modo de balcón, en forma piramidal. En posición horizontal, los huesos de la cara serían los cimientos de esta construcción.
La nariz comienza en su raíz (radix) a nivel de la inserción de los huesos propios de la nariz con la frente (nasión), inmediatamente por debajo de la glabela, y se extiende hacia abajo por el dorso hasta la punta nasal, que es la parte más prominente de la nariz.
La piel a nivel de la glabela es gruesa y muy móvil, mientras que en el dorso y paredes laterales es más fina y continúa siendo móvil, aunque menos.
La estructura ósea de sostén, o dorso óseo, es la parte más dura y resistente de la nariz y está formada por los huesos propios de la nariz en la parte anterior y, lateralmente, por las apófisis ascendentes de la maxila. Las características del dorso óseo son fundamentales a la hora de realizar una rinoplastia: unos huesos cortos hacen que la fractura sea más inestable y que se produzca fácilmente un colapso de la válvula cartilaginosa superior. En estos casos es más prudente evitar la fractura o colocar, de manera profiláctica, unos injertos expansores del dorso.
Los cartílagos triangulares o cartílagos laterales superiores forman, junto con el borde anterior del septo, el dorso nasal cartilaginoso y participan en el buen funcionamiento de la válvula superior o válvula interna. Estos cartílagos laterales, en su parte superior, entran por debajo del borde inferior de los huesos propios y de las apófisis ascendentes de la maxila (estructura ósea superior de la apertura piriforme) a los cuales está unido por finos ligamentos, que pueden ser rotos durante el raspado. En su porción anterior se unen al septo formando una cúpula o vértice cuyo ángulo forma la válvula interna, fundamental para el buen funcionamiento de la mecánica respiratoria nasal. Inferiormente se articulan con el borde cefálico o superior de los cartílagos alares (cartílagos laterales inferiores). Esta unión fibrosa también forma parte de la válvula interna y puede ser alterada durante la cirugía si la vía de abordaje es intercartilaginosa.
En su parte inferior, el ángulo normal entre el septum y el borde anterior de los cartílagos triangulares es de aproximadamente 15º. Por el efecto Venturi, al inspirar fuertemente, el flujo de aire produce un acercamiento al septo de los cartílagos laterales, tanto superiores como inferiores, disminuyendo así este ángulo. Esto es compensado por la contracción de la musculatura nasal, la cual provoca el aplastamiento del área de transición entre el cartílago lateral y el septal. De la misma manera, ocasiona el desplazamiento lateral del ala nasal y, por tanto, el aplanamiento del dorso nasal, con el consiguiente aumento del ángulo valvular y de la entrada de aire.
LA PUNTA NASAL
Es la parte más compleja de la nariz. La punta nasal posee una piel más gruesa que la del dorso, es muy poco elástica y presenta características muy diferentes dependiendo de la zona. En el lóbulo, por ejemplo, es gruesa, muy poco móvil y está adherida a los planos profundos. Puede presentar una importante capa de tejido celular subcutáneo (grasa) y contiene abundantes glándulas sebáceas. En la columela es mucho más fina y está fija a los cartílagos, mientras que en las alas nasales está fuertemente adherida a un tejido conectivo o fibroso subyacente. También encontramos una capa músculo-ligamentosa de grosor variable y una estructura cartilaginosa que le da sustentación a modo de trípode.
La porción anterior de la cavidad nasal o
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