Adaptaciones morfologicas de las plantas en un ecosistema
hans3119 de Abril de 2014
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I. INTRODUCCION
Las plantas siempre están bien adaptadas en su organización morfológica y fisiológica al ambiente o biotopo donde viven. Según el factor climatológico que reina, todas las plantas de una comunidad tienen ciertos trazos fisionómicos comunes. Si en diferentes partes del mundo existen condiciones climatológicas muy similares, es de esperar que las adaptaciones de las plantas residentes en estas áreas muestren cierta similitud y un aspecto parecido.
El factor ambiental de mayor influencia en la configuración morfológica de las plantas es, sin duda, el agua. Para la supervivencia de una planta terrestre es de primordial importancia que tenga disponibilidad de agua cuando la necesita. Su provisión depende del clima y de los factores edáficos.
Las condiciones mas favorables para el crecimiento continuo existen en los trópicos siempre húmedos, de lo cual da cuenta la enorme variedad de especies.
Objetivos:
- Determinar las adaptaciones morfológicas de las plantas en un ecosistema.
II. REVISION DE LITERATURA
2.1 Adaptación
Toda característica de un organismo o sus partes que tenga valor definitivo en lo que respecta permitirle a dicho organismo existir en las condiciones de su habitad; puede llamarse adaptación. Tales rasgos pueden asegurar cierto grado de éxito, ya sea permitiéndole a la planta hacer uso total de las cantidades de nutrimentos, agua, calor o luz disponibles, o bien confiriéndole un alto grado de protección contra algunos factores adversos, como son las temperaturas extremas, la sequia y los parásitos. Al acumular adaptaciones, los organismos utilizan los recursos del planeta cada vez mas eficientemente, y al cabo de un prolongadísimo periodo de desarrollo, muchas, sino es que la gran mayoría de las características de cada especie son adaptativas. De hecho, se dice que un organismo es “un paquete de adaptaciones”.
Las adaptaciones obvias, tales como las de las plantas carnívoras y de las flores entomófilas, tal vez son muy conocidas, porque tienden a distraer la atención de las adaptaciones no evidentes, pero mucho mas numerosas, que se observan por doquier. Por ejemplo, la simetría radial es especialmente adecuada para las plantas cuya humedad, luminosidad y nutrimentos vienen de todas las direcciones. De igual forma, debido a que la absorción del CO2 por el brote y el agua por las raíces esta condicionada en gran parte por la magnitud de la superficie de absorción presentada, la ramificación profusa, tanto de las raíces como de los brotes, es muy ventajosa. La luz penetra solo a corta distancia en los tejidos; por lo tanto, el predominio de órganos fotosintéticos extendidos y delgados en los distintos grupos de plantas es de gran importancia. Cuando mas seco y frio sea el clima, menor será el potencial osmótico de la savia de las plantas y cuanto mas frio sea el clima, mayor será el valor calorífico de las grasas de la planta.
Aparte de estos tipos generales de adaptación, los hábitats especiales con frecuencia están acompañados de las características de las plantas (suculencia, tejidos de ventilación, etc.) que parecen tener valor en estos casos. Dado que los posibles medios de adaptación a un tipo concreto de medio ambiente no son muchos, las especies taxonómicamente distintas pueden seguir líneas convergentes de adaptación ecológica. Así en el ambiente desértico, la suculencia del tallo ha surgido independientemente en las Cactáceas, Euforbiáceas y las Asclepiadáceas. (DAUBENMIRE, R. 1979).
2.2 Las plantas y su Adaptación al Ambiente Desértico
De acuerdo a los requerimientos y la disponibilidad de agua líquida, las plantas pueden ser clasificadas en hidrófitas (viven en sistemas acuáticos y que no ven afectada su fisiología por exceso de agua; por ejemplo, plantas de manglares), mesófitas (viven en condiciones moderadas de humedad, no presentan requerimientos excesivos de agua pero se ven afectadas por inundaciones) y xerófitas (viven en sistemas con escasa irrigación o precipitación; por ejemplo, plantas de desierto o de sistemas áridos). Las condiciones ambientales extremas de las zonas áridas (sequedad, salinidad, radiación solar, temperatura y otras) son factores que han influenciado la evolución y desarrollo de mecanismos de adaptación morfológica y fisiológica de los organismos vegetales para vivir en ambientes desérticos. (GOMEZ, B. 2006).
2.2.1 Las raíces y el agua
Uno de los elementos esenciales para la captura de agua es el sistema de raíces que dispone la planta. Un sistema radial, ancho y poco profundo permitirá que la planta aproveche el agua cercana a la superficie que proviene, por ejemplo, de lluvias esporádicas y del agua atmosférica que se condensa y gotea al suelo. Por otra parte, un sistema de raíces largas y profundas permitirá a la planta alcanzar fuentes de agua subterránea (napas freáticas). (GOMEZ, B. 2006).
2.2.2 Plantas del desierto
Las plantas de hábitats desérticos pueden agruparse de la siguiente manera:
Plantas Xerófitas: Ellas han modificado su estructura física para soportar el calor y la falta de agua, y son el grupo más grande de plantas del desierto. Entre ellas, los cactus son una de las plantas más resistentes a la sequía ya que no poseen hojas, tienen tallos cubiertos de material ceroso externo para disminuir la evaporación, almacenan agua y sus tejidos externos son fotosintéticos, poseen espinas para protegerse de predadores y proporcionar sombra, y tienen un sistema de raíces radiales poco profundo que permite la captación de la humedad de la tierra y del agua en períodos de lluvia.
Las Plantas Freatófitas: Ellas se han adaptado a los ambientes desérticos mediante largos sistemas de raíces que les permiten capturar agua de acuíferos profundos, y algunas especies lo complementan con un sistema radial de raíces para captar agua superficial. Sus hojas poseen estomas que permanecen cerrados durante las horas de luz, evitando la pérdida de agua, y los abren en la noche para absorber la humedad ambiental y el dióxido de carbono atmosférico.
Las Plantas Perennes: Ellas sobreviven los períodos de sequedad en un estado de dormancia y “despiertan” cuando el agua está disponible. En las condiciones ambientales adecuadas, la planta desarrolla hojas donde se produce la fotosíntesis, las flores aparecerán en pocas semanas y las semillas maduran y caen, antes de volver al estado de dormancia. Otras plantas perennes (por ejemplo, de la familia Liliáceas) usan bulbos cuya parte superior se seca completamente durante la dormancia pero mantienen suficiente nutrientes para sobrevivir largo tiempo, de modo que las lluvias pueden “despertarles” después de varios años de dormancia.
Las plantas anuales o efímeras: Ellas son capaces de usar rápidamente las condiciones benignas del ambiente (calor, humedad, luz), de modo que en pocos meses, y a veces pocas semanas, completan su ciclo reproductivo (“desierto florido”). Ellas crecen y florecen con rapidez, y producen semillas bastante duras que permanecen en dormancia, resistiendo la sequía y el calor, por uno o más años, hasta que las condiciones ambientales mejoren.
Los Cactus: Son plantas suculentas de la Familia de las Cactáceas con una gran diversidad de formas y tamaños (esféricos, globulares, ramificados, columnares). Para sobrevivir las duras condiciones del desierto, ellos están equipados con tallos fotosintéticos, duros, gruesos, suculentos y cubiertos de cera. Particularmente importantes son las areolas donde crecen las espinas, las flores y los nuevos tallos. Sus sistemas de raíces, generalmente, se expanden radialmente cerca de la superficie del suelo para capturar la humedad y agua disponible y la envían a los tejidos para su acumulación.
Para su adaptación a las condiciones ambientales de los desiertos, las cactáceas disponen de un importante mecanismo bioquímico-fisiológico de adaptación: los estomas se abren en la noche (cuando tanto la temperatura como el riesgo de perder agua es menor) para capturar el dióxido de carbono atmosférico y almacenarlo como un ácido orgánico. En las horas de luz, los estomas se cierran, el CO2 es liberado al interior de las células (por degradación del ácido orgánico previamente sintetizado) y éste es usado en el proceso fotosintético para convertirlo en carbohidratos y luego en otras biomoléculas, de acuerdo a las necesidades de la planta. El proceso global es por tanto más lento que en otras plantas, pero evita la pérdida de agua. (GOMEZ, B. 2006).
2.3 La Humedad del Aire en la vida de los organismos: Plantas
Las plantas terrestres absorben agua por las raíces y pierden agua por transpiración. Si la evo transpiración potenciales muy elevada en relación con el agua de que se dispone, la planta, que no puede “defender” su reserva de agua, sucumbe a la deshidratación. Normalmente el agua forma del 60 al 85% del peso de la planta. Toda la organización del vegetal terrestre se orienta a la economía del agua. La sección de las vías de transporte de agua se relaciona con la cantidad de agua que circula habitualmente por ellas. A pesar del gran interés ecológico que tendría la información, no se poseen datos de cual es dicha sección por m2 de superficie del suelo en los diferentes ecosistemas. A través de la cutícula de las hojas se transpira algo; pero poco, de 10 a 30 veces por unidad de superficie que a través de los estomas.
Pero la reducción del agua transpirada, en virtud del indicado comportamiento de los septos porosos,
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