CAPITULO V. LOS MONGOLES

CAPITULO V. LOS MONGOLES

Marco en su viaje a China, no podía haber visto a los mongoles como pueblo. Los mongoles no eran agricultores, no habitaban en pueblos si no en campamentos, su única ciudad era Karakorum, más allá de Gobi. Lejos de las llanuras del norte estaba la frontera del verdadero país mongol. Esto le permitió a Marco Polo observar como vivían los mongoles en la estepa. Los mongoles habían conquistado gran parte del mundo, eran mucho más ricos que los nómadas comunes. Los mongoles vivían fuera de las vastas llanuras, vivían de lo que les proporcionaba el ganado: carne y leche.

Los genuinos mongoles, gente muy sencilla, utilizaban la riqueza obtenidas con sus victorias para comprar telas. Nunca se lavaban; tenían la superstición de que ofendería al espíritu que vivía en el rio si se bañaban en sus aguas.

CAPITULO VI. EN EL PALACIO DE VERANO

Los Polo llegaron al Palacio de verano de Shang-tu, en 1275, Kublai había sido emperador durante 15 años. Shang-tu hacia vida activa al aire libre, que Marco, como europeo, gran viajero y hombre de acción comprendió y admiro mucho más que si hubiera vivido de acuerdo con el refinadísimo, literario, artístico y ceremonioso estilo que era una característica usual de la corte China.

Cosas extrañas ocurrían en Shang-tu, encantamientos que el poeta, al escribir su sueño, no describe directamente si no que, transformados por el sueño, surgen en la atmosfera del poema. Shang-tu consistía en un cercado interior, que encerraba los diversos edificios palaciegos, y un cercado exterior, ambos rodeados por un parque: el palacio era de mármol. El parque era, en parte, un jardín ornamental.

CAPITULO VII. EL PALACIO DE PEKÍN

Kublai acostumbraba abandonar su palacio de Shang-tu, para ir q Pekín, el 28 de agosto. Llevaba a sus yeguas y formaban parte de la inmensa migración de hombres y animales.

Como muchos viajeros que llegaron después de él, a Polo le sorprendió el espectáculo de la ciudad de Pekín. El Pekín de los tiempos de Kublai estaba situado en el mismo lugar que ocupa la cuidad actual, y era aproximadamente del mismo tamaño, aunque se extendía un poco más hacia el norte y no tanto hacia el sur. Polo describe las principales características de su trazado y después describe el banquete del palacio.

CAPITULO VIII. COMIENZA LA CARRERA DE MARCO POLO

Al establecerse en la corte, Marco Polo se puso a perfeccionar su conocimiento del idioma mongol. Cuando llego a dominarlo, estudio otras lenguas. Marco era discreto y observador por naturaleza, cualidades ambas que lo hacían idóneo para un cargo diplomático.

Kublai lo nombro comisionado agregado al Consejo privado en 1277, dos años después de su llegada a Pekín. Había sido primer consejero financiero de una de las emperatrices. En los anales chinos se le llama a Polo Asesor del Consejo Privado.

CAPITULO IX. EL PAPEL MONEDA

Durante la estancia de Marco Polo en China, Kublai disfruto de la confianza de sus súbditos, chinos y de otras nacionalidades, en grado considerable. Esto lo demuestra el hecho de que pudo hacer uso del papel moneda. Estos billetes de banco, de todas las cosas que vio, fueron lo que más sorprendió a Polo. Al gran Khan no le costaba nada hacer estos billetes bancarios y son ellos podía comprar todo el oro que deseara.

Emitía sus billetes contra las enormes cantidades de metales preciosos que poseía. La finalidad que perseguía al hacerlo no era enriquecerse. En consecuencia, se facilitaba el comercio y, así, se aumentaba la riqueza general de la comunidad.

Estos eran mucho más fáciles de llevar, y más fáciles de esconder. Había de distintos valores y era mucho más sencillo comprar con ellos que con las diferentes monedas extranjeras. El gran Khan se vio obligado a emitir una nueva serie de

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