LA QUITA DISCIPLINA CAPITULO V.

CAPÍTULO IV

LAS LEYES DE LA QUINTA DISCIPLINA

Este capítulo hace alusión a unas leyes que en su inicio son una reflexión sobre forma de proceder sistemáticamente.

Cuando se pretende no trasladar problemas, una solución brillante no es más que “un paño de agua tibia”, así que el llamado es buscar una solución objetiva a las dificultades.

En cuanto al problema de la presión es un problema que puede ser evadido mediante simple diligencia es decir “realimentación compensadora”, aunque ésta en principio parece ser una solución rápida u eficaz puede acarrear más ocupación y preocupación. Sin embargo evita los problemas de la presión como más esfuerzo más trabajo que alejan su intensión de cooperar.

Las soluciones inmediatas a problemas solo tienen efectos transitorios, aparentan ser las soluciones pero por solo un momento, se suele confundir con la solución definitiva del problema pero resultan ser algo momentáneo.

Otra aclaración que se hace es que no toda solución que se tiene al alcance implica que ésta sea la más fácil y que ésta sea universal. Muchas veces esto incurre en errores de apreciación y de solución del problema haciendo que a veces la “cura sea peor que la enfermedad”

Otro aspecto tratado es la de la velocidad de una organización, y en general el crecimiento de un proceso. El evidente crecimiento veloz de algo puede implicar que se omitan aspectos, y que las respuestas obtenidas no sean realmente óptimas Es decir no hay que dejarse llevar de aparentes resultados, hay que estar atentos y no bajar la guardia dado que omitir cosas, puede poner en peligro los resultados.

Uno de los problemas básicos consiste en pensar que en el binomio causa-efecto, es un problema inmediato, es decir que el efecto se da inmediatamente pasa la causa en tiempo y en espacio. Abandonando esa idea, se pueden obtener soluciones a problemas haciendo pequeños cambios dado que estos en el tiempo pueden tener grandes repercusiones en el problema.

Analizando el documentos se puede concluir que quien tiene una mentalidad sistémica y una visión orgánica de su realidad o de su necesidad comprenderá que dos realidades o metas aparentemente contradictorias pueden perfectamente alcanzarse sin dejar una y elegir la otra; basta elaborar un plan que tenga en cuenta todos los aspectos de la producción y los atienda a todos para mantener firme cada parte del proceso.

El pensamiento sistémico plantea que después de mirar un problema como la división no resulta en dos problemas idénticos, se forma el caos, hay problemas que hay que mirar desde la visión integral den un todo dado que todo hace parte de un mismo sistema.

CAPÍTULO V

UN CAMBIO DE ENFOQUE

Es del pensamiento sistémico tener una visión general del mundo de cara a la satisfacción de ciertas necesidades

...