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Cronica


Enviado por   •  4 de Octubre de 2015  •  Tareas  •  535 Palabras (3 Páginas)  •  87 Visitas

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RUGIENDO COMO FELINO

Daniela Cárdenas Vásquez

Rugir como el tigre, se volvió la cotidianidad de Martín desde el día que sus papas le dijeron que lo llevarían el fin de semana al zoológico.

Con siete años de edad, su gran anhelo es conocer el gran tigre de Bengala del Zoológico de Cali, todos sus amiguitos le contaban sobre la grata experiencia que tuvieron al viajar hasta Cali a conocer el gran rugidor. Desde el día de la gran noticia que le dieron sus padres, Martín contaba el tiempo que faltaba para que llegara el lunes festivo, día en el que iba a cumplir su sueño.

Después de dos horas de viaje, desde Buga hasta Cali, por fin llegó al zoológico, con un overol de jean más largo que él, con un busito rojo de hilo, y tenis que combinaban con su gorra negra, al bajarse del carro corrió hacia la entrada, donde tiró la gorra que traía y cogió una de fomi en forma de tigre, de esas que venden en la entrada por un valor de 5.000 pesos. Sus grandes y brillantes ojos adornaban la hermosa sonrisa de oreja a oreja que traía en su rostro porque por fin conocería su animal favorito.[pic 1]

Al entrar cogido de la mano de su mamá, busco de inmediato en el mapa del zoológico donde estaban los felinos, sin percatarse de que al frente suyo se encontraban otros hermosos animales como los flamencos rosados parados en una pata, los loros y guacamayos con sus colores rojos que resplandecían como si los hubiesen acabado de bañar, ni vio como los monos se rascaban con sus pequeñas manos que parecían de humanos, ni mucho menos escucho el sonido como de tambores que emitía el emú, él creía que este sonido lo escuchaba en su mente, ya que estaba a unos pasos del tigre. Martín repetía que solo tenía ganas de ver al tigre.

Cuando por fin oyó los rugidos, se oían muy suaves y lejanos, salió corriendo al lugar donde se encontraban los tigres, sin saber que no podría ver el gran tigre de Bengala, pues estaba encerrado ya que hace cuatro meses nacieron sus tigrillos y su insisto hace que ataque a sus propias crías. Tenía un horario diferente para salir de la jaula y por ello no coincidió con la visita de Martín. Él no podía creer que después de tanta espera, le tocó que resignarse con lo que pudo escuchar sobre el kilaje con el que alimentaban a los 4 tigrillos, porque del Bengala no hablaron nada. Fue muy triste para su mamá ver como los ojos de Martín se le pusieron aguados y unas cuantas lagrimas bajaron por su mejilla, en el momento que le dijeron que no podría ver el tigre porque estaba encerrado.

Pero a pesar de que no pudo ver al gran tigre de Bengala mostrar sus garras por el pvb de 1.5mm de espesor, se quedó observando los tres tigrillos y su madre. De una manera u otra se sintió identificado con ellos por ser pequeños y juguetones. Y aunque no pudo oír el rugido del más grande, oyó tres juntos que formaban uno, y Martín no se quedó con las ganas de seguir rugiendo con ellos.

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