Cronica

UNA DECISIÓN MUCHAS CONSECUENCIAS

Por:

Liliana bello cordero

Yina marcela Echavarría Henao

Karen milena Cárdenas Abdala

Ingri leanys Rentería ibarguen

La vida de Ana María Gómez Mosquera una niña de 13 años muy estudiosa y orgullosa de su unida familia, era hermosa y envidiable hasta que a finales del año 2011 su hogar se fue derrumbando poco a poco cuando sus padres comenzaron a tener constantes peleas y discusiones. Ya a comienzos del año 2012 los padres de Ana María decidieron separase sin pensar en las consecuencias que venían para la vida de su hija por que el verdadero problema estaba en elegir con cuál de ellos iba a vivir.

Ana María decidió irse a vivir con su padre y desde entonces empezaron los cambios en la vida de ella ya que siempre había sido una niña activa que le gustaba compartir mucho con sus amigos pero después de la separación de sus padres se volvió insegura e intolerante, ya no participaba de las actividades que hacían sus compañeros y todo el tiempo era grosera, amargada y chocante con sus  maestros  y amigos, aquella niña alegre e imperativa se había ido.

En el 2013, mientras vivía sola con su padre, las cosas eran mucho más difíciles para ella ya que le tocaba hacer todo en la casa, cocinar, lavar, planchar, todo lo que hacen las amas de casa, y como era tan solo una niña a las malas le toco aprender y comportarse ya como toda una mujer ocupándose de obligaciones que no le correspondía pero que con paciencia poco a poco se iba adaptando a su nueva vida.

Ana María aunque q tenia pocos años no era una niña, se comportaba como adulta, le resultaba infantil las actitudes de sus compañeros, para ella era ridículo su comportamiento, pero en cambio era tímida, solitaria y aislada de todos. Su tormento era la hora de dormir, ya que todas las noches tomaba su almohada la ponía en su cara y lloraba hasta quedar dormida, y al día siguiente se paraba se echaba polvo en la cara y sonreía como si nada hubiese pasado.

Ya estando un poquito más grande  en el 2014, Todos los días le tocaba madrugar más temprano para despachar a su padre para el trabajo, y luego se arreglaba para ir al colegio, llegar tipo 12:30 del mediodía, hacerse  comida para ella, y ponerse hacer los trabajos del colegio, y mientras hacia las tareas pensar en que iba preparar para la cena para darle de comer a su padre, y ese era el pan de cada día de Ana María.

Fue creciendo y cada vez era más grande las depresiones que tenía, cada día extrañaba más a su madre y a su hermana y todas las noches las lloraba en silencio, pues nunca le decía a su padre, ni mucho menos le demostraba su dolor y tristeza, ella siempre frente a él era  muy alegre y sonriente, pero por dentro sentía un vació que no era capaz de llenar con nada.

Pero frente a los demás se hacia la fuete la que  nunca le pasaba nada y así se fue pasando el tiempo y Ana María ya no volvió hacer aquella dulce, tierna y carismática, al contrario se volvió una mujer fría y solitaria.

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