Educacion
grechel25 de Abril de 2013
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La educación democrática en las escuelas cristianas INTRODUCCIÓN Uno de los objetivos de la educación es proporcionar a los alumnos herramientas, conocimientos, actitudes, valoraciones y disposiciones éticas que les ayuden a participar de manera democrática y civilizada en su sociedad. “La escuela mexicana aspira a formar mexicanos preparados para la prueba moral de la democracia”. (Jaime Torres Bodet) La exigencia de que las escuelas formen sujetos democráticos, conocedores de sus derechos y respetuosos de los derechos de los demás, se ha renovado en los últimos años. Centro mi trabajo en la investigación de cómo se ejerce la educación democrática en las escuelas religiosas (en este caso una escuela cristiana bautista), dado el incremento de la apertura y existencia de escuelas de religiones protestantes en nuestro país, y principalmente por la polémica que siempre rodea a la religión y su relación con diferentes temas. Si bien no le podemos pedir a la escuela que asuma completamente la tarea de formar esta base ciudadana, sí podemos decir que su responsabilidad es ir, por lo menos, a la par de los progresos sociales, políticos y culturales que nuestro país vive. En el presente ensayo analizo algunos elementos del proceso de formación de sujetos como ciudadanos en su aprendizaje escolar. Diferentes conceptos como educación democrática, cultura política, formación cívica, valores morales y sociales, forman parte de la caracterización que se busca hacer sobre los modelos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes de la escuela cristiana bautista Nuevas Generaciones, ubicada en Hermosillo, Sonora. 1
2. La educación democrática en las escuelas cristianas La educación democrática en las escuelas cristianas quot;Hay que añadir inmediatamente que la religión puede ser un gran peligro para la democracia y para cualquier forma de existencia civilizada. La historia enseña y lo confirman acontecimientos recientes en Irlanda, Irán, Líbano, la India y otros lugares, que el fanatismo religioso lleva fácilmente a la tragedia social. El fanatismo es el polo opuesto de la democraciaquot;(Xavier Zavala Cuadra. Religión base de la democracia). En el sector religioso, principalmente el protestante, muchas veces se señala a sus seguidores como gente fanática, de mente cerrada; por ello la importancia de conocer cómo se ejerce la educación democrática en estas escuelas, cómo despertar el interés y el respeto hacia otras cosas que no sean solamente Dios, y en este caso la política, los valores, la democracia y la siempre importante educación cívica y ética. La ética se distingue de la religión en su objetivo (la primera quiere una vida mejor y la segunda algo mejor que la vida), y en su método (la primera se basa en razón y la experiencia y la segunda en la revelación). Además la ética es cosa de todos, mientras que la religión es cuestión de unos cuantos, por muchos que sean: las personas religiosas también tienen intereses éticos, mientras que no siempre se da lo contrario. La ética y la religión sirven para ejemplificar ante los estudiantes la diferencia entre aquéllos principios racionales que todos podemos comprender y compartir (sin dejar de ser críticos) frente a doctrinas muy respetables pero cuyo misterio indemostrable solo unos cuantos aceptan como válido. Otra parte importante de la formación como ciudadanos de los estudiantes, es la cultura política en la cual están siendo educados y parte del proceso de formación cívica. Primeramente parto del concepto de cultura política que los pioneros Gabriel Almond y Sidney Verba definen: “el término cultura política se refiere a las orientaciones específicamente políticas con relación al sistema político y sus distintas partes, y a actitudes relacionadas con La educación democrática en las escuelas cristianas el rol del individuo en el sistema”. (La cultura política en México: teoría y análisis desde la sociología. Pág. 41). Y es precisamente en este rol del individuo en el sistema donde la educación cívica es la encargada de promover la evolución formativa de la ciudadanía a través de la enseñanza. 2
3. Sin lugar a dudas, la escuela es uno de los instrumentos más poderosos con que cuenta la sociedad para impulsar una cultura política democrática, pues en ella se da la socialización inicial, la convivencia, la participación y la solidaridad. La escuela es el escenario en el que se despierta y estimula el espíritu crítico, en tanto búsqueda incesante de respuestas y la actitud de análisis y reflexión sobre distintos temas; y es importante comprender que la educación es el medio insustituible para proporcionar muchos de los elementos de juicio que son indispensables para que la futura acción ciudadana pueda darse de manera informada y responsable. Y es esto lo que muchos maestros aún no logran comprender y mucho menos lo ejercen, para muchos basta con terminar una unidad del libro por semana, sin importar realmente en cómo están preparando democrática, cultural, cívica y políticamente a los futuros funcionarios públicos, profesionistas, gobernantes, votantes, etc… Quisiera plantear una metáfora para conocer la importancia de que los alumnos de las escuelas estén educados democráticamente: ¿qué puede convertir a un país en destacable políticamente hablando? Un gobierno democrático, limpio, sin corrupciones. ¿Qué convierte a un maestro en uno de los mejores? Aquel que sabe trasmitir sus conocimientos y hacerlos entender. Entonces ¿Qué hace que la democracia pueda ser válida y correcta?, “requiere de ciudadanos formados dentro de una cultura política promotora tanto de una forma de pensamiento ajena a los prejuicios y abierta al análisis y la discusión, como de un conjunto de valores que hagan posible la integración pacífica de todos dentro de un orden social estable, pero también dinámico”. (La cultura política en México: teoría y análisis desde la sociología. Pág. 65) Aprovecho para dejar en claro lo que se entiende por una educación democrática, es aquella que posibilita el que los individuos puedan pensar y comportarse de forma autónoma, racional, creativa y solidaria; es decir, es ese tipo de educación que ofrece a los individuos los conocimientos y las competencias necesarias para juzgar por sí mismos, construir su proyecto de vida y gestionar su realización junto con los proyectos de los demás. Dicho todavía de otra manera, la educación democrática es aquella que permite a los individuos una vida que no está determinada por sus condiciones de origen, que no está atada a los modelos de interpretación heredados y que no esté limitada 3
4. La educación democrática en las escuelas cristianas a la compañía de aquellos con quienes se nació y creció. (Educación, ciudadanía y democracia. Ana Ayuste). La democratización de la enseñanza ha de comportar, por tanto, estos tres caracteres: enseñanza para todos, enseñanza estatal, y enseñanza con métodos y contenidos democráticos. Ahora toca el turno de analizar qué tanto participa la educación cívica impartida en las escuelas cristianas, a lograr la construcción de esta democracia válida y correcta. Es bien sabido que la religión cristiana no es una religión muy fácil de profesar y seguir al pie de la letra. Está caracterizada por limitar a sus seguidores de muchas maneras (buenas maneras a los ojos de Dios primeramente y del mundo mismo aunque no lo ejerzamos). Los cristianos por convicción tradicionales son personas de mucha Fe y voluntad para trabajar en la obra de Dios (ganar almas y predicar el evangelio). Pero volviendo al tema de la educación, es un reto para las escuelas cristianas no impartir bajo los mismo principios religión y educación cívica, porque de esa manera trataría de inculcar a los estudiantes principios que no proceden de las ideas, sino de las creencias, es decir, que no tienen validez universal como la tienen los Derechos Humanos, por ejemplo, o la igualdad, la justicia, la libertad. La escuela cristiana está integrada por personas que pertenecen a la congregación desde hace años atrás, personas no sólo cristianas en la extensión de la palabra, sino que además de su preparación profesional, se han La educación democrática en las escuelas cristianas ganado un lugar para ser educadores en una escuela donde no solo se imparten clases sino en donde se edifica el espíritu y se adora a Dios. El grupo de jóvenes que forman la comunidad estudiantil de la secundaria cristiana, no dejan de ser adolescentes comunes: rebeldes, dormilones, inmaduros, flojos, simples. Pero están diferenciados por una gran virtud: su devoción y temor a Dios y el respeto que a su doctrina le deben. La gran mayoría de ellos han crecido en esta Iglesia y por lo tanto han recibido en sus casas una educación basada en la palabra de Dios y en las reglas que ello conlleva. La cuestión interesante es saber si se sigue el mismo patrón para convertirlos no solamente en personas de bien a los ojos de Dios, sino en buenos ciudadanos, conocedores de sus deberes y derechos, y sobre todo participantes activos en la construcción de una cultura política mexicana que necesita urgentemente enriquecerse y sobre todo evolucionar. 4
5. De acuerdo a Patricia Fortuny Loret de Mola, en su trabajo de “Cultura política entre los protestantes en México”; resalta que se piensa que todos los protestantes son escépticos en lo que a política se refiere o bien que todos apoyaban al partido-gobierno. No es posible afirmar que la religión determina la posición y la cultura política del converso (Los estudios recientes sobre “cultura política” en la antropología social mexicana. Pág. 131). Uno de los objetivos de este ensayo es comprobar si en la escuela primaria y secundaria cristiana Nuevas Generaciones la hipótesis
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